Marcas de Amor

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 Rin respiro hondo y volvió a mirarlo de frente.- Quiero disculparme contigo por la forma tan descortés con la que me marche la otra noche... no estuvo bien-. agacho un poco la cabeza.- Y también... necesito saber si tus palabras eran reales.

 Él se le acerco, sujetando suavemente su rostro, alzándolo para verla a los ojos.- Sabes que no mentiría con algo así-. Tuvo el impulso de besarla aunque no lo hizo, no quería que la chica se sintiera presionada.- Rin, la otra noche fui muy impulsivo y tal vez dije cosas que debieron quedarse en mi cabeza, pero te aseguro que no hay falsedad en ellas-. Deslizo su mano, acariciándole la cara, hasta descansarla en el hombro de ella.

-Sesshomaru...

 El peliplata se quedo en silencio durante unos segundos, mirando al suelo.- No puedo seguir ocultándolo-. Se animo finalmente a hablar.- Incluso si me esforzara se que nunca podre verte como una amiga.- La chica ensancho la vista ante esa oración.- Porque lo que siento es mucho más grande que eso, yo...- Un delgado dedo se poso sobre sus labios, exigiéndole silencio.

-Te amo.

-¿Que?

-Desde el primer momento en que te vi tuve la sensación de que había algo especial en ti y ahora se porque.- Rin retiro su dedo y bajo su mano hasta sujetar la de él.- Al principio creí que se trataba de algo leve pero, con el tiempo ese sentimiento creció mucho más, no pude controlarlo, aun sabiendo que estaba prohibido...- desvió la mirada.- Fue entonces cuando decidí buscar una pareja que pudiera borrarte de mi cabeza, sin embargo, jamas funciono.- volvió la vista a él.- Cada vez me hablaba, cada vez que me abrazaba o me besaba... únicamente podía pensar en ti. Nadie puede reemplazarte Sesshomaru, eres el único hombre a quien puedo amar.

 Ella se quedo ahí parada, avergonzada pero al mismo tiempo tranquila al haber podido sacar todo eso de su pecho, esperaba una respuesta a su confesión. En lugar de eso sintió como fue arrinconada contra la pared, sin oportunidad de reaccionar, casi de inmediato unos calientes labios se apoderaron de su boca, chupando, mordiendo. Correspondió, abriendo un poco más, permitiendo que la lengua del peliplata la invadiera y se entrelazara con la suya.

 Él sujeto a Rin con fuerza por la cintura, pegándose lo más posible, haciendo que sus sexos se rosaran, a la vez que ella pasaba su manos por su espalda y cuello hasta que llego a su plateado y lacio cabello donde se aferro. El beso se hizo mas rápido, intenso, sus lenguas se movían al mismo compás en un baile frenético, la chica pudo sentir como algo en la parte baja de su ''jefe'' había despertado y parecía clamar atención, fue en ese momento en que se separo sus bocas, permitiendole a ambos respirar.

-Rin, no creo poder controlarme mucho más.- apoyo su cabeza sombre el hombro de la joven.

-Entonces... no lo hagas.- le hablo al oído, para luego pasar su lengua por el, un leve gruñido escapo de Sesshomaru ante tal acto.

 Mordió levemente el cuello de ella.- Si te tomo ahora Rin, ya no te dejare ir, no habrá marcha atrás ¿Lo entiendes?

 Apretó lo ojos, disfrutando la agradable sensación de esos cálidos labios contra su piel.- E-eso... es lo que más deseo señor...

 El peliplata la levanto en el aire, aun apretándola contra la pared. Ella se sorprendió, abriendo los ojos de golpe, encontrándose de frente con él.- ¿Todavía me llamas señor?- sonrió.- Aun no pierdes esa costumbre ¿eh? Quizá deba darte un ''reprimenda'' para que aprendas a decir mi nombre-. Lamió los labios de la chica y procedió a cargarla hasta la habitación, donde la recostó sobre la cama.

-Seras mía.- Diciendo eso, unió su boca con la de ella, empezando una sesión de besos que al comienzo eran suaves, pero no tardaron en volverse mucho mas intensos, pasionales. Rin lo envolvió con sus brazos, deslizando sus manos por la varonil y ejercitada espalda. El hombre la apretó más contra él a la vez que bajaba los besos a su cálido cuello, dando pequeñas mordidas que dejaban marcas en la delicada piel. La chica respondía soltando suaves gemidos, enredando sus manos en la sedosa cabellera plateada. 

 Las manos del peliplata comenzaron a hurgar en la ropa de la chica, dejando su parte superior al descubierto. Ella intento taparse, apenada, pero él la sujeto. Quería apreciar esos perfectos senos, empezó a juguetear con ellos, lamiendo y chupando los endurecidos pezones.

-Ahh...- un gemido escapo y Sesshomaru sonrió para si mismo. 

 Se separo un momento y prosiguió a quitarse los pantalones,única prenda que traía, mientras Rin observaba nerviosa. Luego volvió a ella y le quito la poca vestimenta que le quedaba, dejándola totalmente desnuda.- Perfecta-. Se coloco sobre ella para volver a besarla, esta vez con mucha más ímpetu que antes, invadiendo cada rincón de su boca. 

 Las manos del hombre bajaron por el cuerpo de Rin hasta llegar a su intimidad, donde comenzó a acariciarla suavemente, a la vez que capturaba uno de los rozados pezones con su boca, provocando que la hermosa mujer se retorciera debajo suyo. Podía sentirla cálida y húmeda, eso lo excitaba aun más. Se acomodo entre las piernas de la chica y las flexiono para abrirlas.- No sabes cuanto deseaba hacer esto.- menciono, antes de hundir su cabeza entre los muslos de la muchacha. 

 Ella se echo para atrás, arqueando la espalda. Rendida ante el placentero calambrazo que sintió en su feminidad. Sesshomaru siguió pasando su lengua, lamiendo ese pequeño botoncillo que hacia a Rin jadear excitada, deseosa. Luego de unos minutos se separo, relamiéndose los labios.- Deliciosa.- la chica lo miro sonrojada. 

 El hombre se posiciono sobre ella una vez más, frotando su robusta y palpitante virilidad contra su zona intima. Bajo para besarla nuevamente.- ¿Estas lista?- la chica asintió y él procedió a penetrarla. Se adentro de forma calmada y lenta. Después de todo era la primera vez que estaban juntos y no quería parecer un bruto.

 Una vez que ya estuvieron acostumbrados al otro, aumentaron el ritmo.- Sesshomaru...- hablo la chica entre suaves gemidos, mientras él daba pequeñas mordidas a su cuello.

-¿Te gusta?- susurro.

-S-si... mucho.

Él lamió los labios de ella, complacido por su respuesta. Levanto las caderas de la muchacha y la embistió con más fuerza. Rin se aferraba a las sabanas debajo de si, dejando escapar sonoros gemidos de su boca.- A-ah eres... tan estrecha, tan cálida.- hablaba mientras gestos de goce se lucían en su rostro. Seguía embistiendo mientras observaba a Rin debajo de él. Sus pechos rebotando, su cara sonrojada, el cabello desparramado sobre la cama y esos delicados rasgos desfigurados de placer, ella se veía hermosa, ahora más que nunca.- Al fin... al fin puedo verte disfrutar debajo de mi, al fin seras mía, únicamente mía.

 Con eso en mente. Sesshomaru soltó su cintura, volviendo a recostarse sobre ella, hundiéndose en su interior tanto como le era posible. A la vez que la tomaba del rostro con firmeza para apoderarse de su boca, lamiendo, chupando, mordiendo. Rin apenas era capas de seguirle el ritmo. Libero sus labios.- Cambiemos de posición.- hablo sin dejar de moverse. 

-Q-¿que?

-Ponte en cuatro.- ella lo miro confundida.- Quiero verte desde todos las formas posibles.

 La chica obedeció apenada, posicionándose en cuatro cual perrito. Sesshomaru se coloco tras ella.- Vaya, que buena vista.- menciono apretando sus glúteos.- Que suaves.- dio una pequeña nalgada.

-¡Ah!, t-tonto.- Giro a verlo, ligeramente avergonzada. 

-¿Como? ¿Acabas de llamar tonto a tu jefe?- platico divertido.

-¿Y si lo dije que pasa?- desafió la muchacha.

 Él sonrió.- Tendré que darte una reprimenda.- Metió dos dedos en su interior, removiéndolos. Comprobando que Rin aun siguiera húmeda. En efecto, lo estaba. Retiro los dedos para acomodar la punta de su pene en la feminidad de la mujer y se adentro por completo en ella. La sujetaba con firmeza por la cadera, chocando su pelvis contra los glúteos de Rin, disfrutando ver como rebotaban contra él. 

 La chica jadeaba semi-inconsciente, abrumada por la placentera sensación de Sesshomaru le provocaba. Movió más fuerza su cadera y pudo escucharlo gruñir de goce, el hombre le respondió incrementando la velocidad con la que entraba y salia de ella. Potentes gemidos escaparon de su boca al sentir una de las manos del platinado acariciar su clítoris, estimulándolo.- Si... ¡si sigues así me partirás al medio!

-¿Quieres que me detenga?- hablo entre jadeos, ella solo negó con la cabeza y él sonrió.

 Rin sintió como la parte superior de su cuerpo era elevada, quedando de rodillas en la cama, con su espalda pegada al pecho del hombre, él la sujetaba del mentón, moviendo levemente su cabeza a un lado para morder su cuello y luego llenarlo de besos. Su otra mano seguía acariciando la intimidad de la chica.- No... no puedo aguantar más...voy a- Una oleada de placer, mucho más fuerte e incomparable al resto la invadió, esparciéndose por su cuerpo, nublando sus sentidos. Lo único que pudo hacer fue temblar. 

 El cuerpo de Rin pareció ''apagarse'' por unos segundos. Sesshomaru la sintió mucho más húmeda que antes y supo de que se trataba. Orgulloso por provocarle semejante goce a su compañera, salio un momento de ella, liberándola de su agarre para permitirle recostarse boca abajo sobre la cama. La vio respirar agitada, sosteniendo la sabana debajo de si. Se acomodo sobre ella, preparándose para entrar una vez más. Hablo a su oído.- Es mi turno. 

-S-si, hazlo.

 Sesshomaru la envolvió con sus brazos.- Levanta un poco la cadera.- la muchacha obedeció y el hombre volvió a su interior de una embestida, ella gimió al instante. Comenzó a moverse, entrando y saliendo con velocidad. Pudo sentir como las paredes de Rin se contraían al rededor de su pene, apretándolo, haciéndolo gozar de forma indescriptible. Paso uno de sus brazos por debajo del pecho de ella apegandola más a él y con su mano libre acaricio con ternura su cabeza, enredando sus dedos en el suave y oscuro cabello. 

 Su corazón latía descontrolado, su temperatura era cada vez más alta, gotas de sudor resbalaban por el cuerpo del hombre, estaba cerca, muy cerca. Entraba y salia de forma potente, intensa.-¡Sesshomaru!.- ella jadeaba desesperada.- Él la mantenía debajo de si, abrazándola de forma posesiva. Era su presa... y no la dejaría escapar. Embistió con más fuerza, con ferocidad tocando hasta lo más profundo de su ser. Estaba llegando al clímax. Mordió el hombro de Rin de forma inconsciente al sentir como su cálido semen se derramaba dentro de la mujer... su mujer.

 Ella dio un pequeño respingo ante tal acto, pero no se quejo. Se quedaron así durante unos cuantos segundos, respirando agitados, exhaustos por la culminación de su expresión sexual. Sesshomaru logro moverse a un lado, cayendo pesadamente a la cama. Rin lo abrazo, cerro los ojos, descansando su cabeza sobre el pecho del hombre. Él la rodeo con su brazo, acariciando su espalda y dando un tierno beso en su frente.- Rin.

-¿Si?

-Tú... ¿Te casarías conmigo?

-¿Otra vez esa pregunta?- levanto la cabeza para poder verlo a la cara.

La miro también.- Necesito saberlo.

-Creí que había sido clara.- hablo y el trago saliva, ligeramente nervioso.- Sesshomaru.- Acaricio dulcemente su rostro.- No existe otro hombre con quien quiera compartir mi vida, más que tu. ¿Entiendes? Solo tú.- El sonrió, genuinamente feliz. 

-Oh, creo que no me quedo muy claro, dime otra vez ¿Quien es el único que puede ser tu esposo?

Rio divertida.-Tú.

-Muy bien. Tú eres para mi Rin y yo soy para ti, nunca lo olvides.

-Nunca lo are.- Ella sonrió, feliz, complacida. Sintiéndose protegida y amada entre los brazos del hombre al que pertenecía, quien flecho su corazón y al único al que estaba segura amaba y amaría para el resto de su vida: Sesshomaru, su señor Sesshomaru. Porque esta vez ya nada le impediría estar con él, esta vez ya no era prohibido.- Oye... te amo.

-Y yo a ti.

Satisfecha, cerro sus ojos y dejo que el sueño la venciera.

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 Hola gente, antes que nada quería agradecerles por acompañarme a lo largo de esta historia, es muy importante para mi y estoy feliz de que fuera de su agrado, sobre todo porque es el primer fic de esta pareja que escribo, pero como ya dije no sera el ultimo.

 Por otro lado, aunque este es el ultimo capitulo, debo decir que no me quede del todo conforme y estuve pensando es hacerle un epilogo. Pero siendo sincera no se de que va a tratar, por lo que quiero pedirles a ustedes que me den su opinión en los comentarios de si debería escribirlo o no.

Sin más eso es todo y vuelvo a repetir, muchas gracias a todos y todas. <3

                             





 




















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