XIX

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El chileno después de ir a dejar aquellas carpetas a la organización se fue a buscar al ruso, pero durante su camino sentía que lo seguían por lo que de vez en cuando miraba detrás suyo, pero no habia nadie por lo que solo negaba, siguió avanzando tranquilamente hasta que alguien detrás de el le tapa la boca y lo apega a su cuerpo, se empezó a mover de manera desespera y con su pie piso al contrario quien lo soltó enseguida por el dolor y de pasada le dio una cachetada por su molestia.

—¿¡Que wea te pasa enfermo de mierda!?—

—¡Ay wey, eso si me dolió! ¡No fue necesario ese putazo, estaba de más!—

—¡Así claro estaba de más, el meo susto que me diste weon!—

—Ya, ya, ya perdón, solo quería hacerte una pequeña broma—

—...—

Solo lo miro de mala manera y se dio la vuelta un poco indignado, el mexicano solamente rio y tomo el rostro de su hermano, pero antes de hablarle noto que el aroma del pequeño era diferente.

—¿Quién fue el cabron que te marco?—

—Y eso que te importa...—

—Vamos dímelo y quizás le baje los numero de putazos que le voy a dar...—

—Lo tocas y te juro que te vai' arrepentir weon—

—Es mentira y ¿Me vas a decir quien es?—

—No...—

Empezó a caminar ignorando al mexicano quien seguía insistiendo, pero solamente hacia que el contrario no existía, llegaron a la sala donde la mayoría estaban en la sala y entre ellos el ruso quien al ver a su pequeño omega sonrió.

—Ya wey, ¿Dime quien vergas es?—

—Déjame tranquilo un rato si, ya me das jaqueca... Anda wear a otro lado—

—Esta bien, ¿pero después me dices quien es?, iré a la cafetería ¿Quieres algo?—

—Quiero que te vayas luego...—

Solo dio un suspiro y se fue, el chileno se dirigió a su lugar para luego apoyar su cabeza en el mueble, ya se estaba cansando de la actitud del mexicano, sintió un aroma un tanto irritante para el por lo que levanto su cabeza y vio al estadounidense frente de el.

—(Lo que faltaba)—

—Hey cariño, ¿Cómo has estad-?... —

—¿Qué quieres?... ¡Oye suéltame!—

El mayor le habia agarrado de sus mejillas y noto que estaba demasiado cerca sintiendo un poco de miedo, podía sentir que Rusia estaba enojado, muy enojado.

—¡Quien fue el imbécil que te marco!—

—Yo que tu me sueltas ahora, no quiero que el se meta otra vez en problemas por tu culpa—

—... Es el ruso... ¿No es asi cariño?—

—...—

El alfa dirigió su mirar al ruso quien estaba siendo sujetado por el chino mientras gruñía enfadado asustando lo que estaban en su alrededor, volvió su mirar al omega quien solamente se mantenía callado.

—Pense que tenias mejor gusto, pero me equivoque...—

—Si... Tengo tan mal gusto que anduve contigo jsjsj...—

Decía burlón, pero el alfa apretó sus mejillas sacandole un pequeño quejido, el ruso al ver eso se soltó del agarre de su amigo y fue directo donde su omega, empujo al norteamericano y puso a al omega detrás de el.

—Nunca pensé que tu marcarias a mi omega, pero quien te puede culpar después de todos jamás tuviste uno, por eso viniste a quitarme el mío ¿No es asi Rusia?—

—Oye weon que te pasa, al menos el si me quiere, no como vo que solo me usaste para tus vienes comunes y te desasiste de mi de la peor forma...—

—Ya te dije que fue un malentendido—

—¡Eso no fue lo que vi y escuche exactamente...!—

Lagrimeo un poco apoyándose en la espalda de su alfa quien al ver a su omega triste lo hacia sentir mal y furioso con el estadounidense.

—No quiero que te acerques a mi omega o tendremos problemas—

—¿Enserio? ¿Y que clases de problemas me vas a dar tu? jajajaja, solo eres alguien débil e inútil—

—Mas te vale no provocarm-...—

Vio como su omega pateaba la entrepierna del alfa americano seguido de darle uno que otro golpe, Primero rio por unos segundos y luego lo afirmo de su cintura para que dejara de golpear al contrario, aunque eso no le molestaba, vio como su omega pataleaba para que lo soltara.

—¡SI VOLVI A MOLESTAR A MI ALFA TE JURO QUE TE HARE ALGO PEOR ME ESCUCHASTE!—

—Amor ya cálmate, no queras tener problemas con la Onu—

Le beso la cabellera y soltó un poco sus feromonas para relajar un poco al pequeño, quien solamente suspiro un poco sonrojado y miro al estadounidense quien se estaba aguantando un poco el dolor.

—Ya puedes soltarme...—

—No quiero dejarte cerca de este imbécil—

—Yo tampoco quiero estar cerca de este weon... Vamos a otro lado...—

Omega negadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora