Seguía tensa. No me había dado ni la vuelta. Aunque sé perfectamente de quién esa voz. Jesús. Tragué saliva y tuve el valor de darme la vuelta.
- No hay nada de que hablar. - solté. - tú me lo dejaste bien claro. Tienes que pensartelo, pues piensa lo que quieras, pero amí olvidame. Eres un completo inmaduro que no sabe apreciar lo que tiene. Que eres un celoso. Que te sigo amando, sí. Pero no hay nada de que hablar. - terminé de decir y me dí un aplauso en mi cabeza, aunque tambien estaba llorando por dentro.
- Elena, dejame hablar. Pero aquí no, que está lleno de gente. - me agarró de la muñeca.
- Te he dicho que no hay nada que hablar, y tú no tienes que decirme nada. - dije soltándome de su agarre y yendome lejos de él, déjandole solo entre una multitud de gente. No me importaba. Bueno, ¿a quién voy a mentir? Me importa demasiado. Salí de allí lo antes posible y me fui al único sitio de la casa donde creo que no habrá gente. La parte trasera del jardín. Recordé que allí fue donde estubimos la noche de Navidad. Esa noche en la que mientras nevaba Jesús y yo estabamos de la mano diciendonos te quiero todo el rato. Pasaron tantos recuerdos por mi cabeza que ni me dí cuenta que había alguien allí.
- ¿Qué haces aquí? - me preguntó mi hermana mientras se limpiaba las lágimas que le caían del rostro.
- ¿Por qué lloras? - la pregunté esta vez yo a ella.
- Es Dani. Creo que no me he olvidado de él. Bueno, creo no. No me he olvidado de él. Creía que me podía haber olvidado de él después de estar todas las noches llorando por no estar a su lado, pero no es así. Sigo enamorada de él. Creía que estaba enamorada de Jason, pero no. Los besos de él no son como los de Dani. Los de Dani son más especiales. Ni las caricias. Dani me cantaba al oído y me decía te quiero. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Le echo de menos. Le amo. - sollozó más fuerte. La abracé, solo hice eso. En este momento sobran las palabras. Pensé en que Jesús también me cantaba. Me cantaba y me decía te amo. Eso era lo más especial para mí. Empezaron a caerme lágrimas por las mejillas al recordarle. - ¿qué te pasa? - preguntó Marta preocupada.
- Jesús. Le amo. Le echo de menos. No puedo estar sin él tan solo un segundo. Lo necesito como al aire para respirar. Necesito volver a besarle. Volver a sentir sus caricias. Que me vuelva a decir lo que solía decirme. “Eres a la única persona en este mundo que necesito.” - dije mientras sollozaba más fuerte. - ¿Por qué no podemos volver a esté verano? Eramos las chicas más felices del mundo, encambio ahora, somos las más desgraciadas.
- Tienes razón. Ojalá el tiempo retroceda.
De repente oimos unos gritos de la parte delantera de su casa. Marta y yo nos miramos confusas y fuimos corriendo a ver que pasaba.
No podía ser verdad.
- ¡Dani, para! - chillé. Dani y Jason se estaban pegando y había un corro de gente alrededor de ellos pero nadie parecía tener intención de meterse. Dani no me hacía ni caso y siguió pegando a Jason.
- ¡Jason! ¡Dani! - fue Marta esta vez la que chilló. - Parar por favor. - Al final vino Jesús de a saber donde y consiguió separarles. Agarré a Dani y Marta a Jason. Si no les agarraramos volverían a empezar a pegarse. Miré a Dani. Tenía una brecha en la ceja y el labio le sangraba un poco. En cambio Jason estaba mucho peor. Le sangraba toda la nariz, igual que el labio. Jason salió de aquí no sin antes darle una patada a una papelera que había en la entrada.
- Elena, voy a llevarme a Jason a casa y voy a curarle. A ver si me cuenta que mierdas ha pasado. - me dijo mi hermana y yo solo asentí con la cabeza.
- Dani, tenemos que hablar ahora. - le dije.
- Déjame en paz. - fue lo único que pude oír ya que salió de allí lo antes posible. Bufé. La gente se estaba yendo de la fiesta.
ESTÁS LEYENDO
El tiempo pasa.
FanfictionSegunda Parte de: Una vacaciones diferentes.. Ya han acabado las vacaciones y ahora toca ir al instituto. Elena es nueva y gracias a Jesús y Dani ella se siente muy bien. Después de eso acaban ocurriendo ciertas cosas, tanto buenas como malas.