El soltero codiciado

"El alcohólico"

*sábado*

Kyle no estaba bien cuando despertó, sus ojos se sentían pesados y su cuerpo totalmente agotado. No sabe bien la razón, pero no quiere levantarse por mucho que su estómago le pidiera almuerzo, quiere mantenerse encerrado entre sus cálidas y acaloradas cobijas.

Su teléfono suena, él no quiere contestar, pero al sonar una tercera vez, tiene la dignidad de salir de la cobija y revisar el remitente. Colgaron, pero fue suficiente para ver el dueño de la llamada y la hora.

—Medio día... — Dijo desganado —Todavía es temprano.

Se volvió a acostar, realmente no tenía nada qué hacer ni nada por el estilo, entonces no era importante que se levantara.

Tardó dormido otra hora, lo suficiente para que sus ojos se abrieran gracias a los lamidos de su pequeño caniche que buscaban su presencia para que le diera de comer. Enterró el rostro en la almohada, gruñendo por los ladridos de su mascota que no lo dejaban descansar.

—Ya voy — Levantó la cara hacia su perrito —Estoy despierto, ¿ves?

Su caniche le lamió la nariz y se bajó de la cama con un salto. Kyle volvió a tumbarse, pero ya no para dormir, simplemente para revisar su teléfono y mirar que la hora marcada decía “1 p.m.”

Pero, además, habían tres llamadas perdidas, que fueron cuáles lo despertaron una hora atrás. Revisó el historial, levantándose con un sobresalto.

—¡Mierda, lo olvidé!

Su cita con Stan.

Se quitó las cobijas y salió de la cama velozmente mientras marcaba el mismo número, esperando que no fuera tarde para arreglar la situación. No tardaron mucho en responder.

“—¿Hola?”

—¡Stan, hola! — Saludó mientras ponía el altavoz —Me llamaste, perdón por no contestar. Me quedé dormido.

Pero hubo un raro silencio del otro lado.

—¿Stan? — Preguntó confundido

“—Si no querías esta cita, bastaba con decirme ayer, no dejándome como estúpido tratando de llamarte.”

—¡No! — Exclamó —Me quedé dormido, acabo de despertar.

“—Sí claro.”

—En serio, yo voy para allá. Estoy en—

“—Mi práctica acabó. Ya me voy.”,

—¡Stan!

Pero había colgado.

Kyle bufó, poniéndose los zapatos y, con sólo su celular en mano, salió corriendo de su apartamento, apenas cerró la puerta, lo demás lo dejó sin cuidado.

Tenía una clara urgencia por llegar y aclararle a Stan lo que sucedió, que en verdad se había quedado dormido porque su semana fue demasiado agotadora para hacerlo levantar un sábado temprano y, ahora que Bebe lo había dejado enfrentar las citas solo, no había ido a su apartamento para despertarlo.

Su corazón y pecho comenzaron a doler porque no corría tan rápido desde su último partido importante de baloncesto, pero es que si no llegaba antes de que Stan saliera de las duchas de la escuela, sería difícil verlo porque no sabía dónde vivía.

Tenía su número, pero a juzgar que el otro se había enojado, no le contestaría tan fácil.

Llegó al estacionamiento, era mucho más práctico que correr otro tramo buscando a Stan entre tantos alumnos en el campo de fútbol. Se paseó por la zona buscando el auto de Stan, ya lo conocía de cierta manera, y encontrarlo, le causó un gran sentimiento de alivio.