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-Princesa, ya he dado la orden a las sirvienta de los recados que pidió. -yo asiento y sonrió a mi dama de compañía, es tan dedicada y filial por eso es la única amiga con la que puedo contar. -también su baño ya esta preparado. -y es competente. Me dirijo al cuarto de baño donde dos sirvientas esperan para ayudarme con el baños.

Después de un cálido baño me dirijo a mi cama, donde me esta esperando mi gran y majestuoso amigo, un perro, para ser mas exacto un mastín tibetano de color negro.

Es mi escolta personal, nadie  extraño puede aproximarse a mi, porque él esta listo para atacarlo

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Es mi escolta personal, nadie  extraño puede aproximarse a mi, porque él esta listo para atacarlo. Me acuesto y el hace lo mismo, me siento tan cálida cuando el esta a mi lado, tanto que no siento el frío que el invierno esta ofreciendo al reino de Germania.

Ya en las primeras horas de la mañana estoy preparada para partir, pero antes me dirijo a la sala de mi padre para despedirme.

-Pase princesa, su padre el rey y su madre la emperatriz la están esperando.

Al entrar puedo ver como mi padre esta dando ordenes a Marcus su escolta personal. Es un hombre fornido de unos 35 años con mirada intimidante.

-¡Hija querida! -mi madre extiende sus brazos para que me dirija a ellos lo cual aceptó de buena gana.

-Madre que tal amaneciste?

-Estoy un poco triste porque te vas, pero comprendo lo estresante que debes sentirte en este ultimo mes con numerosos bailes.

-Estare bien madre, no te preocupes. -dirijo mi mirada a mi padre. -Como amaneciste papá?

-Estoy bien, solo estoy dando algunas recomendaciones a Marcus.

-No le creas hija, se esta haciendo el fuerte para no llorar delante de su mejor soldado. -dice mi madre con una gran sonrisa en su rostro, y yo no puedo evitar imitarla.

-Ven aquí!- mi padre extiende sus brazos para que lo abrace.

-Padre, solo voy a pasar un tiempo en la cabaña del norte, no me voy a quedar ahí para siempre. -corespondo a su abrazo.

-Lo sabemos, pero nunca te has separado de nosotros. -mis padres me tratan como una niña de 10 años cuando tengo 22, pero me gusta su amor con el que me han criado. -Pero también comprendemos tus razones, así que es mejor que se vayan ahora para que estén llegando en las primeras horas de la noche.

Les doy el ultimo abrazo a mis padres y soy escoltada por el que será mi guardia ahora, hasta los carruajes que ya están preparados para partir, se que el viaje sera largo y agotador pero estando en el lugar será relajante, donde podre disfrutar de la paz que un bosque te puede ofrecer.

Tal y como mi padre había dicho llegamos en la noche así que solo comimos, me dispuse a tomar un baño caliente y dormir, prometiéndole a Rufus tomar un paseo por el bosque mañana.
 

Un amor único  (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora