05. Shoot Out

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Sanha 

Sentí como alguien me tocaba de la cintura, me dolía demasiado la cabeza  pero recordando lo que había pasado abrí mis ojos de golpe viendo como uno de los sujetos que me secuestraron estaba abriendo mi camiseta.

¡Sueltame! -Grité sintiendo su mirada tan penetrante que me intimida.

Solo será un rato.-Por cómo me miraba sentí que el miedo invadía mi cuerpo, el cuerpo aun me pesaba por lo que me habían dado para dormir.

¡No me toques! -Grité lo más alto que pude tratando de zafarme de su agarre, pero su fuerza lo hacía ver inútil.

¡Cállate! -Sentí arder mi mejilla por la bofetada que me dio, resignado a esta pesadilla deje que mis lágrimas salieran. ¡Deja de llorar maldita sea! -Sentí nuevamente el dolor en mi otra mejilla. Cállate o será doloroso. -Asintiendo reprimí mis ganas de seguir llorando, solo para observar como iba bajando mi pantalón.

¡No, basta! -Comencé a patalear y soltar manotazos.¡Déjame! -En una de esas patadas lo logré empujar un poco  aunque eso no cambiaba nada solo que estaba muchísimo más molesto que antes y caminando hacia mi mientras se desabrochaba su pantalón, comencé a llorar del miedo por lo que me haría y cerré los ojos esperando el golpe que probablemente me daría, me no sentí nada hasta que escuché un golpe repetirse en varias ocasiones, con miedo abrí los ojos para ver a un hombre golpear salvajemente contra la pared a la persona que me quería hacer daño, que muy a penas lograba devolver el golpe, este hombre no dudó en derribarlo para seguir golpeándolo...

¿Para quién trabajas? -Preguntó tomándolo del cuello, su voz no era tan gruesa pero aún así su toque autoritario logró dejarme estático, vi sonreír a ese secuestrador de una manera tan horrible que me dio asco, de un momento a otro el chico saco su pistola y dio un disparo en la cabeza, dejando el cuerpo sin vida en el suelo me miró y en su rostro noté que su labio estaba partido, su pecho subía y bajaba con irregularidad, a pesar de su afilada mirada no se porque en ningún momento me dio miedo, aunque para ser sincero su rostro es muy atractivo.

Tu hermano me envió, confía en mí. -Asentí sintiéndome aliviado de que alguien vino para mí rescate. Vístete, tengo que deshacerme de los demás, ¿Sabes cuantos son en total? -Limpió su labio mientras levantaba mi ropa.

Cuatro. -Me entregó mi pantalón.

No tardo. -Asentí mientras me ponía mi pantalón, ahorrando mis lágrimas tomé mi camisa para vestirme. En un momento subo, no bajes. -Su voz es tan autoritaria que solo lo miré salir por la habitación. ¿Qué había sido todo esto? ¿Porque me quieren muerto? Y lo más importante ¿Quién es él?

Tal y como me dijo, me vestí rápidamente y me puse mis botines, limpie mi maquillaje que se había corrido por mis lágrimas.


EL CAZADOR | BINSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora