♥︎̶  𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍

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Nayeon estaba hiper confundida, viendo como Mina mantenía su vista pegada en una muchacha de cabellos negros y una risa peculiar. Parpadeó repetidas veces al notar que Myoui sonreía y finalmente le entregaba su atención.

-Es una vieja amiga -dicho esto se alzó de hombros y continuó comiendo su sandwich, dando una leve mordida. -Aunque sinceramente no creo que me recuerd...

-¡MINARI! -una voz femenina llamó, Nayeon y Mina dirigieron su mirada totalmente confusas hasta donde provenía el llamado. -Tanto tiempo -la chica de cabello corto se acercó amistosamente, extendiendo sus manos.

Mina sonrió y se levantó para acercarse rápidamente y abrazarla. No se veían desde hace muchos años, solo porque Hirai Momo había regresado de su intercambio a Japón.

-Momo, te extrañé mucho -dijo en voz bajita Myoui, quien abrazó levemente más fuerte a la pelinegra. Esta río suavemente y se alejó para dejar un casto besito en la frente de la más alta, como solían hacer cuando eran pequeñas.

-¿Cómo estás, cielo?

Nayeon tosió falsamente en busca de atención de ambas. Su estómago se removía y suponía que era gracias a la repentina amiga de Mina que había llegado de la nada. No sabía quién era ella, hasta que recordó a la amiga que según todos Mina había matado. Rodó sus ojos al recordar ello, vamos, ¿cómo una niña pequeña mataría a su compañera? Era estúpido.

-Oh... Ella es Nayeon. -habló la rubia en dirección a la de cabellos negros. -Es una persona especial para mí -dijo sintiendo sus mejillas levemente tibias y sonrió de manera suave. -Y ella es Momo, NaeNae. Es una amiga de mi infancia, pero se fue a su país cuando tuvo que hacerlo.

Momo le regaló una amistosa sonrisa a Nayeon y luego miró a Mina nuevamente. Por la cabeza de Hirai pasaban muchas preguntas, como; ¿qué pasó con sus alucinaciones? o, ¿qué ha sido de ella estos últimos años?

-¿Podemos hablar a solas, penguin? -preguntó Momo mientras mantenía su vista fija en Nayeon.

Im realizó una leve muequita en sus labios y asintió con la cabeza cuando entendió la referencia mal disfrazada de buena voluntad. Tomó sus cosas con recelo y se levantó, viendo como SoonIe llegaba en sus cuatro patitas felinas.

Le hizo un ademán al felino en forma de que debían irse y dejar a Momo y a Mina en paz y se retiró de allí ligeramente molesta. Su estómago se revolvía sin razón alguna, o al menos no sabía aquella razón. Estaba molesta porque Momo llegaba de la nada y se robaba toda la atención de Mina rápidamente, después le pedía un momento a solas y luego la echaba del lugar en donde ella y Mina acostumbraban a almorzar.

Suspiró e intentó calmarse, se sentó en la falda de un árbol bastante alejado del lugar en donde Hirai y Myoui debían estar hablando. Subió a SoonIe en sus piernas y este se hizo bolita sobre ellas. Llevó su mano hasta sus cabellos anaranjados y algunas partes blancas para poder acariciarlo con suavidad y suspiró nuevamente, algo ya más calmada.

-¿Estoy exagerando si te digo que estoy molesta por lo que pasó? -preguntó al felino mientras sus dedos se deslizaban con gracia y delicadeza sobre los finos y largos cabellos de aquel pequeño animal. -Mina Unnie me dijo que eres bueno escuchando -sonrió suavemente al recordar aquella vez cuando Myoui había estado hablando con SoonIe y el gato parecía hacerle caso en todo.

Sonrió y miró en dirección al cielo mientras pensaba en todas aquellas veces en las que Mina parecía tener cercanía con su mascota. Amaba que su Unnie fuera tan dedicada a las cosas que apreciaba, amaba cuando le dedicaba tiempo a ella y pasaban horas juntas, apreciaba cada segundo desde que cuando niñas se atrevió a hablarle a la mayor y realmente esperaba a que la mayor pensara lo mismo que ella...

Realmente esperaba a que la mayor sintiera lo mismo que ella.



🌿 : 𝗲𝘀𝗾𝘂𝗶𝘇𝗼-cardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora