🌿 : 𝗲𝘀𝗾𝘂𝗶𝘇𝗼-card

♥︎̶ 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄

-Pasa, pasa -Myoui abrió la puerta y se hizo a un lado para que Nayeon entrara.

Im le regaló una pequeña sonrisa e hizo una pequeña reverencia a la vez que se permitía dar paso a la casa de la mayor. Cuando ya estuvo adentro dió un pequeño salto cuando escuchó el portazo que dió Mina, la cual había entrado rápidamente para que su amigo, el cual era el que más la alteraba y no la dejaba pasar, no pasara a la casa.

Rápidamente cerró las ventanas delanteras y las de las habitaciones, pero antes dió paso a SoonIe y a un nuevo gatito que se había encontrado hace un par de semanas tirado en la calle.

-¿Unnie?..

-Hace frío -se excusó interrumpiendo a la menor. La excusa no era del todo errónea ya que pareciera que iba a llover en cualquier momento; el cielo tenia nubes grises y había mucho viento.

Im asintió levemente con su cabeza y cuando vió al pequeño gatito blanco con manchas cafés y plomas puso sus manos en sus inflamadas mejillas, soltando un largo sonido derrochando ternura.

-¡Es muy lindo! -se atrevió a tomar a aquél felino entre sus manos para poder verlo más de cerca. Sintió como mil paros cardiacos se hacían presentes en su corazoncito sensible a lo tierno cuando el felino comenzó a ronronear suavemente. -Creo que voy a morir

Mina rió, pero su risa duró bastante poco cuando vió a su amigo en la ventana, fuera de la casa viéndolas con esos ojos negros tan profundos y tenebrosos que tanto la hacían ponerse nerviosa.

Nayeon notó esto, y cerró las cortinas de las ventanas para que a Mina no le diera un ataque de pánico. Sabía que estaba viendo a aquél 'amigo' del que generalmente le hablaba, así que prefería ayudarla en silencio sin tener que hacer que Mina hablara. Sabía que no le gustaba hablar de aquello.

-Veamos una película.. -vaciló la mayor mientras que se tiraba al sofá soltando un leve suspiro con su mirada perdida. Su cabeza dolía y tenía bastante sueño.

-Está bien... ¿Qué vemos? -Im se sentó al lado de la mayor y dejó al pequeño gatito en las piernas de la mayor.

-Pon algo aleatorio, lo que salga. Soy mala escogiendo películas -rió un poco.

Nayeon asintió con su cabeza mientras sonreía. Tomó el control y puso Intensamente, ya que había sido la primera película que había aparecido en el inicio.

Ambas estuvieron unos largos minutos viendo la película en silencio hasta que comenzó a llover. Nayeon estaba pegada a Mina mientras que esta estaba casi igual de asustada que Im, solo que guardaba silencio. Porque una persona alterada y con miedo era mejor que dos personas alteradas y con miedo.

Nayeon miró a la mayor, contemplando por milésima vez los rasgos de su mayor. Sus labios, su nariz, sus mejillas, sus largas pestañas, sus cejas, su cabello, la forma de su rostro... Y ahí estaban nuevamente esos cosquilleos en su estómago.

-Mina Unnie -esas palabras salieron de los labios de Nayeon de la nada y llamaron la atención de la nombrada, haciendo que mirara también a la contraria.

-¿Qué ocurre?

-Es que... Me gustas -soltó como si nada a la vez que sentía luego como un gran peso salía de encima. Lo había aceptado al fin, era extraño. Pero ahora debía lidiar con el peso de los nervios ante la mirada de Mina.

Myoui guardó silencio no sabiendo que rayos decir. Eso la había tomado por sorpresa, ¿cómo debía actuar? Nunca antes le había pasado algo así y no sabía que hacer en aquellas situaciones. Cuando era niña no tenía amigos, menos tendría una pareja. Momo era afectuosa y siempre estuvo aquél sentimiento de amistad, incluso hermandad, pero en su vida nunca alguien se le había declarado.

-Yo... -balbuceó nerviosa. Nayeon estaba aún más nerviosa que ella y le dolía un poco, porque era realmente una inexperta en aquél tema.
-No sé que hacer ni decir.. Ah.. ¿te soy sincera? No entiendo nada ahora

Nayeon asintió nuevamente con su cabeza mientras dirigía su mirada momentáneamente a los rosados labios de la mayor.

Myoui notó el último acto, así que se acercó lentamente al rostro de la menor algo nerviosa. Sentía que su corazón iba a estallar en cualquier momento. Solo estaba haciendo lo que había visto en algunas películas con los personajes principales. Suponía que debía besarla ahora y quizá sentir las mil emociones que en libros leía.

Y así fue; ambos labios se unieron en un beso estático pero significativo. Mina estaba confundida a más no poder, ¿se sentía eso solo con Nayeon o con todos? Y, ¿por qué besar a alguien se sentía tan bien a pesar de que fuera un corto e inexperto beso? Por otro lado Nayeon sentía su corazón latir demasiado rápido y aquellas mariposas no solo estaban pisando su estómago con sus patitas, si no que estaban corriendo y revoloteando sus alas dentro de su vientre.

Myoui se separó sintiendo sus mejillas extrañamente sonrojadas gracias al calor mientras que Nayeon estaba cual tomate.

-¿Lo sintió..? -Im habló, y Mina asintió con su cabeza.

Nayeon no pudo evitarlo y se abalanzó nuevamente sobre la mayor, uniendo ambos labios nuevamente. Esta vez no fue un beso estático si no uno con movimientos lentos y amorosos. A ambas les gustaba la calidez que la otra transmitía. Aquella sensación dulce y de suavidad, como si ambos labios se trataran de dos algodones de dulce.

-Mina.. -murmuró suavemente sobre sus labios mientras unía más a estos, manteniendo sus ojos cerrados.

-¿M-Mhm..? -preguntó separándose momentáneamente por microsegundos de sus labios para poder unirlos de nuevo, creando un pequeño chasquido en el lugar.

Ambas se separaron totalmente avergonzadas cuando se escuchó como la puerta del lugar era abierta. Mina se había olvidado totalmente de su madre y las pastillas que creían necesitar antes de besarse con Nayeon.

-Buenas noches -la mujer alzó un frasco a su hija después de haber cerrado la puerta detrás de ella. -¿Tienen hambre? Traje pastel -les regaló una sonrisa a ambas jóvenes antes de desaparecer por la cocina.

Im miró el frasco indignada. Su Unnie le había dicho que había tomado sus pastillas y ahora recién se daba cuenta que en realidad no lo había hecho porque su madre recién las había ido a comprar.

-Con que no las había tomado, Unnie.

-No las necesité cuando estaba contigo.