🌿 : 𝗲𝘀𝗾𝘂𝗶𝘇𝗼-card

♥︎̶ 𝐄𝐋𝐄𝐕𝐄𝐍

Ambas llegaron finalmente a la casa de Myoui. Estaban bastante exhaustas como para hacer cualquier cosa, pero Nayeon se sentía extrañamente nerviosa y ansiosa ante los recuerdos de lo que acababa de suceder. Los labios de Mina se sentían aún sobre los suyos, podía sentir su dulzura y calor, pero Myoui estaba abriendo la puerta, era extraño.

-Pasa -la mayor hizo un ademán con su mano para que la menor se adentrara en el hogar y finalmente pasó detrás de ella. Cerró la puerta detrás suya y encendió las luces del lugar para finalmente encaminarse hasta su habitación.

Se dieron cuenta que la madre de Myoui no estaba en casa, así que suponieron que era mejor así, sin su madre yendo a cada segundo a tocar la puerta para preguntar si necesitaba algo. No era que no la apreciaran, solo que a veces llegaba a ser bastante insistente.

Nayeon cayó rendida en la cama de la mayor aún sintiendo sus mejillas calientes y alzó su mirada cuando sintió un cuerpo a su lado, sabiendo enseguida que se trataba de Mina acomodándose también en la cama. Estuvieron en silencio un largo rato hasta que yeon se armó de valor y se acercó al rostro de la mayor, uniendo sus labios con delicadeza y deseo.

Myoui no hizo nada más que corresponder en calma y poner ambas manos sobre la pequeña cintura de la más pequeña. Después de unos minutos compartiendo besos, rozando sus labios y unir sus miradas, la menor se sentó sobre el regazo de Mina, continuando con aquellos besos.

La habitación poco a poco se fue llenando de los sonidos de los rosados labios de ambas uniéndose y separándose. Ambas sentían un montón de emociones desbordando sus corazones, inundando sus pechos con amor.

Mina decidió tomar la iniciativa a algo nuevo, girandose para poder quedar encima de la menor, apoyando su cuerpo con sus piernas y una de sus manos, mientras que la otra acariciaba la mandíbula de la más pequeña, mordiendo sus labios con suma suavidad.

-ujum...

Mina se separó con rapidez, asustada, mirando hacia todos lados de la habitación con confusión. Su mirada topó con la de una figura alta y negra, la cual estaba apoyada en el marco de su puerta con indiferencia

-¿Unnie? -la menor se sentó en la cama, girando su mirada hacia la puerta. -Ahí no hay nada, Unnie.

-¿Qué hacían?

-N-Nada -la mayor se dignó a soltar una palabra y tomó la mano de la menor, buscando calmar su corazón.

-Mina Unnie, realmente no está ahí -Im entrelazó sus dedos con los deditos de la mayor, obteniendo un leve asentimiento de su cabeza. -Creo que será mejor dormir, ¿no cree?

Myoui le miró finalmente y asintió con su cabeza, recibiendo una hermosa sonrisa de la de mejillas abultadas.

Pero él seguía ahí.

Las horas pasaron y Nayeon estaba completamente dormida a su lado, abrazándola casi sin fuerza debido a que su consciencia estaba simplemente descansando. Sus pastillas estaban en el living/comedor de la casa, no quería levantarse por miedo a aquél amigo que estaba mirándolas con una sonrisa plantada en su rostro, además de ello no quería levantarse y despertar a Nayeon. Sabía que esta tenía sueño ligero y podía despertarse en cualquier momento.

-Sabía que nos abandonarías por ella -una leve risa apareció y el corazón de Mina tembló, doliendo en su pecho. ¿Por qué no podía simplemente irse y dejarla sola?

-Ella me trata mejor que ustedes -Mina susurró y la sombra colosal solo miró hacia el pasillo de la casa. Ahí estaban los demás, Myoui podía sentirlo.

-Aunque no lo merezcas.

Tragó en seco y bajó su mirada hacia el rostro de la menor, quien estaba plácidamente dormida a su lado. Podía notar sus mejillas, su naricita, sus cejas... Nayeon era perfecta, pero ella estaba enferma y quizá ellos tenían razón. No la merecía.

Alzó su mirada nuevamente y se espantó al verlo aún más cerca, justo detrás de Nayeon, viéndole de una manera petrificante.

-Aléjate -la de rubios cabellos habló y su ilusión no hizo más que ignorarla.

-¿Por qué debería alejarme? No eres capaz de levantarte para buscar tu medicamento y serías capaz de enfrentarme -Mina bajó su mirada un poco. -Deja de ser patética. Admite que no puedes protegerla, después de todo ni siquiera puedes protegerte a tí. Zorra.

Ya harta de sus palabras, Mina se levantó de la cama y fue rápidamente hasta el living del lugar. Se tropezó con uno de los muebles que su madre tenía y cayó al piso, sintiéndose la persona más inútil del mundo. Sus ganas de salir corriendo incrementaron en ella cuando los cinco de sus supuestos 'amigos' se acercaban a su cuerpo tendido en el suelo y la rodearon, observándola fijamente con gracia. Todos comenzaron a reír y Mina se sentó en el suelo, sintiéndose avergonzada de sí misma.

-Ni correr puedes hacerlo bien.

-Anda, mira. ¿encontraste lo que se te cayó?

Comentarios así no faltaban, realmente estaba odiando su falta de capacidad para hacer algunas cosas que necesitaba hacer, porque siempre fracasaba en sea lo que sea que se propusiera.

El más grande de sus amigos se agachó ante ella y le extendió una mano, sonriéndole de lado. Cuando Mina inocentemente iba a tomarla, la sombra alejó su mano y rió en alto, burlándose de lo ingenua que había sido.

-Los odios -Mina se levantó por su propia cuenta y sus piernas flaquearon al ver que los ojos de sus amigos cambiaban de un brillante color blanco a un color opaco rojizo. -¿Q-Qué? ¿se ofendieron, a caso?

-Te dejaremos tranquila y seremos amigos como antes si te alejas de la chica.

Myoui tragó en seco y miró en dirección a su habitación, lugar donde yeon se suponía debía estar dormida en su cama, acurrucada en las sábanas.

-Es lo mejor para todos. Para Nayeon, porque no tiene que hacerse cargo una enferma como tú y para nosotros, porque volverás a confiar en nosotros. Valga la redundancia.

Mina pensó y asintió con su cabeza bastante suave, un movimiento que casi ni se notó por la oscuridad. Pero sus amigos, al ser parte de ella supieron que había aceptado el trato.

¿qué estaba haciendo?

[2/2]
perdón la demora
tmbn, los tkm ♡

oh y perdón si les ofendió
la palabra re mala
no sabía que poner 😵👆