♥︎̶  𝐓𝐄𝐍

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Era otro día, aproximadamente eran seis de la mañana. Momo al día anterior había salido con Sana una amiga también de Mina. Por otro lado, Nayeon y Mina estaban tendidas sobre la cama, durmiendo pacíficamente.

Nayeon fue la primera en abrir sus ojos, pero Mina la primera en despertarse. Tenía tanta pereza que ni siquiera abrir sus ojos quería.

-¿Mina? -preguntó en voz suave yeon, quien de acercó al cuerpo contrario para poder tomar una de sus manos. -¿Estás despierta?

Myoui negó con su cabeza suavemente en forma de broma, decidiendose al fin por abrir sus ojos y ver al hermoso rostro de su amada adormilada. Le gustaba tanto que sentía que su corazón algún día explotaría por no saber como sacar esos sentimientos dentro de sí. Amaba la manera en la que la miraba, estaba agradecida de haberla conocido por mil y un cosas, una de ellas era vital; le hacía perder el miedo que cuando pequeña tenía hacia sus "amigos", realmente no sabía cómo agradecerle tanto.

Im con la mano que tenía de Myoui, la llevo hasta su corazón con tranquilidad y esperó alguna reacción de la mayor. Inconscientemente sus rellenas mejillas tomaron color y calor, dando a entender a la mayor de ambas que estaba avergonzada. Mina podía sentir cada latido del corazón de su Nayeon, cada emoción, cada pensamiento, sin siquiera oír un sonido más que el del silencio y el sonido de los latidos de la menor. Se oían tan suavemente, como la melodía danzante de agua cayendo en una suave llovizna otoñal.

-Te amo -se atrevió a finalmente romper el silencio, oyendo luego la suave risa que se había escapado de los labios de Nayeon. Le lanzó una mirada confusa y Yeon solo negó con su cabeza, avergonzada.

-Es solo que también la amo, creo que me puse nerviosa -admitió con bastante confianza y luego llevó una de sus manos hasta su rostro, cubriéndolo.

La rubia no pudo evitar reír levemente y acercarse, para poder quitar la mano de Nayeon que cubría su propio rostro. Una de las cosas que más amaba de Nayeon era sin dudas su vergüenza. Amaba como actuaba ante esta, como si fuese un pequeño animalito buscando refugiarse.

-Está bien, creo que también lo estoy -habló Myoui ahora. -Seamos una pareja enamoradiza y nerviosa entonces -bromeó.

-A diferencia de que tú estás enferma.

-¿Me das mis pastillas, cariño?

¡Nayeon no lo podía creer! Mina había estado tomando sus pastillas a su hora correspondiente, realmente estaba haciendo el esfuerzo por mejorarse o al menos controlarse

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¡Nayeon no lo podía creer! Mina había estado tomando sus pastillas a su hora correspondiente, realmente estaba haciendo el esfuerzo por mejorarse o al menos controlarse. Era increíble, su corazón no podía evitar decirle que ese cambio lo había logrado ella y solo ella, estaba realmente esmerada en que había logrado que Myoui tomara sus pastillas, se sentía realizada, más que nunca.

-¿En qué piensas?

La voz de la mayor interrumpió su goce interior y detuvo el leve balanceo que causaba su movimiento corporal sobre el columpio. En contexto, ambas estaban en el parque, viendo como el sol se escondía para dar paso a la estelar noche, que caía como manto sobre lo que quedaba de día.

-En nada -dijo Im. -Es que, me sorprende que haya tomado sus pastillas, Unnie.

Myoui sonrió, sintiendo que al fin había hecho algo bien. Cada que aquel efecto estaba por acabarse tenía miedo de que alguno de sus "amigos" llegara y le gritase que detuviera su escándalo y dejara de tomar aquellas pastillas que los hacían desaparecer por horarios. No obstante, se sentía bastante bien de hacer algo bien, su autoestima crecía-lento, pero era un avance.-, se sentía más tranquila y feliz de hacer feliz a Nayeon.

-Y ahora, ¿en qué piensa usted, Mina Unnie? -prenguntó en voz suave Nayeon, volviendo a sus leves balanceos en aquel juego infantil.

Mina negó levemente con su cabeza, dando a entender que no se trataba de nada que creyera importante.

-Seguro de allá arriba se ha de ver mejor el atardecer.

-¡Tiene razón! Vamos.

Yeon detuve tu balanceo nuevamente, para luego poder levantarse y prácticamente correr hacia unas escaleras que daban a una pequeña casita hecha de madera, justo arriba de un árbol. Aquel establecimiento pequeño era parte de los juegos infantiles, estaba lleno de grafittis al ser montado mayoritariamente por adolescentes, ya que era demasiado alto como para que un niño de temprana edad se subiera.

La mayor siguió el paso de la contraria, subiéndose finalmente a aquellas escaleras. Ambas terminaron sentadas sobre aquel piso marrón con dibujos y letras pintadas, balanceando sus piernas gracias a la ausencia de una pared en uno de los costados de la casa. Veían como el sol se retiraba de su trabajo y la luna se apoderaba de la guardia nocturna.

-Es bonito.

-Como tú -se atrevió a decir Myoui en cuanto Nayeon comentó sobre aquella preciosa imagen frente a sus rostros. -Digo, tu eres más bonita obviamente.

La menor soltó otra pequeña risa y dejó su cabeza apoyada en el hombro de la mayor, dejando también que esta acariciara sus cabellos mientras el sol iba por completo.

Cuando eso ya pasó, ambas decidieron salir de la casa por una de las puertecitas del otro lado, la cual daba a un larguísimo pasillo a aire libre -hecho de madera, también.-, el cual daba a una resbaladilla. Mina fue la primera en bajar y rió ya estando abajo.

-¿Puedes bajar con tus ojos cerrados? -preguntó Myoui ya abajo y Nayeon solo asintió con su cabeza, confundida ante la extraña ocurrencia de su Unnie.

Bajó, efectivamente con sus ojos cerrados. Sintió algo bastante suave, como algodón, uniéndose perfectamente con sus labios. Mina la estaba besando, tan suave, dulce y delicadamente que sentía perderse en la infinidad de las estrellas, las cuales eran testigos de los actos de ambas muchachas.

Myoui no pudo evitarlo e impulsó de manera delicada el cuerpo de Nayeon, apegándolo en el plástico del resbalín para posicionarse sobre suya, besando aún aquellos labios que tanto anhelaba devorar.

Nayeon por otra parte pasó sus manos por los cabellos de Myoui, sintiéndose aún más perdida. Pocas veces compartían besos, mas ahora era lo mejor del universo entero, podía jurar sentir su corazón latiendo con fuerza, podía jurar que sus latidos estaban sincronizados con los de Myoui.

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ya les traigo la continuación,
después de almorzar gg 🤸

🌿 : 𝗲𝘀𝗾𝘂𝗶𝘇𝗼-cardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora