♥︎̶  𝐎𝐍𝐄

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Una chica con rasgos faciales tiernos estaba sentada a la orilla de un banco blanco, el cual estaba rodeado de flores de distintos colores. Hace semanas había llegado a la escuela y siempre oía cosas como "No te acerques a Myoui Mina" "Si quieres ahorrarte malos entendidos no hables con Mina" "Puedes juntarte con todos, menos con Mina. Es una persona rara". Sí, curiosidad era el segundo nombre de Nayeon y ahí estaba a tan solo unos metros de distancia de la rubia.

-¡Im Nayeon! -una de las mejores amigas de la nombrada le llamaba. Notó que estaba cerca de aquella extraña chica y solo se quedó parada manteniendo una buena distancia de ambas. -Ven, NaeNae.

Mina se giró después de haber estado mirando prácticamente a la nada, viendo a "Nayeon" y a otra chica desconocida. Parpadeó un par de veces totalmente desconcertada, ¿por qué Nayeon estaba tan cerca de ella? Nadie se acercaba a ella jamás, ¿por qué esa chica sí lo había hecho?

Solo quiere sacarte información. Mina, ignórala.

La rubia asintió levemente con su cabeza mientras volvía a mirar hacia la nada. Otra vez estaba siendo mandada por su amigo imaginario y no le gustaba, porque quizá tenía la razón.

-¡No quiero, Jihyonnie! -Nayeon se cruzó de brazos. Había estado negando salir del lugar pero ni cuenta se dió que Mina ya no estaba ahí con ellas, si no que se había ido caminando mientras sostenía lo que parecía ser el peluche de un gato anaranjado con algunas partes blancas. -Uhm...

-Ven -Jihyo se acercó a su amiga y la tomó de la muñeca. Jihyo tenía tres años más que Nayeon y de alguna manera u otra trataba de cuidarla a toda costa. -Vamos... Y por favor no vuelvas a acercarte a esa chica.

Un puchero se formó en los labios de la menor mientras que veía en dirección hacia donde se había ido aquella misteriosa niña.

-¿Por qué no quieren que me junte con ella? Ni que tuviera una enfermedad que se me pegara, Unnie.

-Hace dos años Mina tenía una amiga... Pero nunca más se le volvió a ver por aquí.

-¿Y le echan la culpa de que la mató? -Nayeon entreabrió sus labios con sorpresa. Claro, eran niños y sus imaginaciones estaban más allá de lo que normalmente habría pasado, echándole la culpa a una niña de diez años -en ese entonces.- de matar a su mejor amiga.

-Quizá sí, quizá no. Solo intenta no acercarte a ella, ¿Hecho, Nae? - Jihyo le mostró una suave sonrisa y Nayeon asintió con su cabeza. Lo que Jihyo no sabía era que la curiosidad de Nayeon se había incrementado un ciento un porciento.

La chica de rubios cabellos estaba sentada, alejada de los demás mientras sostenía un peluche de gato entre sus manos

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La chica de rubios cabellos estaba sentada, alejada de los demás mientras sostenía un peluche de gato entre sus manos. Cerró sus ojos mientras pensaba en varias cosas. A su corta edad había tenido que madurar un par de años gracias a experiencias que su enfermedad le había dejado.

🌿 : 𝗲𝘀𝗾𝘂𝗶𝘇𝗼-cardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora