MIO, TUYO Y NUESTRO

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Sus labios devoraban mi cuello, de tal manera que no podía parar de gemir, estaba desatado, había pasado por muchas situaciones así pero el provocaba en mí algo que nunca había sentido, sus manos en mi cuerpo, aun con ropa, sus labios en mi cuello, nunca había sentido esa excitación, y eso me asustaba la verdad, ¿y si después de esto no volvía a sentir algo igual con otra persona? ¿Y si era él? 


-Me vuelves loco Adriel, ¿puedo quitarte ya la ropa? 

-Sí, quítala pero con la tuya detrás. 

Sonrió, empezó a desabrochar mi camisa pero vi la paciencia no era lo suyo, lo que provoco que la arrancara saltando todos los botones, cayendo en varios sitios de la habitación, aunque no le preste atención, solo vi como el se quitaba la suya, su cuerpo el cual no era muy delgado pero tampoco muy robusto, era perfecto, y mi mente solo quería pasar la lengua por ese cuerpo. 

-Voy a por los pantalones, ¿quieres que siga? 

-No hables, solo quítamelo -Fabian asintió, y se bajo para quitarme la ropa, y detrás los calzoncillos, volvía a estar desnudo delante de él, pero esta vez no estaba nervioso, solamente quería llegar al final de esto -hazlo. 

-Tranquilo, esto no es tan fácil además nunca he echo esto así que tenemos que ir poco a poco. 

-Vale. 

Nos reímos porque la situación también era algo extraña y ridícula, aunque todas esas situaciones lo eran, cuando no tenías ni idea que hacer. 

Fabian beso mi cuerpo, descendiendo poco a poco, dejando rastros de fuego en mi piel, yo me arqueaba porque amaba esos besos, hasta que vi que cogía mi erección y se la metía en la boca, chillé de placer, porque había pillado el ritmo y yo me estaba derritiendo poco a poco. 

-Si sigues así voy acabar muy rápido. 

-Eso es bueno. 

-No, no lo es porque no hemos llegado a la parte principal. 

Fabian volvió a mí boca que devoro con ansias, cuando acerco sus dedos. 

-Chúpalos, hay que prepararte antes, si no voy hacerte daño. 

-¿Como sabes eso? 

-Puede que haya visto algún que otro video, pero no muchos, uno de mis mejores amigos es gay, confía en mí. 

Asentí y los chupe con ímpetu, empapándolos bastante cuando los separo de mi boca un hilo de saliva nos unía, después vi como los  bajaba hacía abajo. 

-Relájate, estoy aquí contigo. 

Asentí y me relaje pero cuando note el primer dedo me contraje, no quise chillar pero me dolió, Fabian lo note y me beso, seguramente para distraerme aunque era complicado, note como lo movía hacia dentro y hacia afuera para que me fuera acostumbrando, después sin previo aviso metió otro, volví a contraerme pero esta vez me dolió algo menos, Fabian aun devoraba mi boca, mientras yo intentaba acostumbrarme a esa sensación nueva, dolorosa y por momentos gustosa. 

-Voy a meter otro más, ¿estas bien?

-Sí, tranquilo. 

Cuando metió el otro dedo, no me dolió tanto empezaba a acostumbrarme a esa intromisión, y sentí placer poco a poco, empecé a jadear, cuando Fabian aumento el ritmo, me agarre a sus brazos, sentí que iba a correrme muy pronto, aquello empezaba a gustarme de verdad, ¿Cómo sería tenerlo a él llenándome por completo?

-¿Tienes condones? 

-En la mesita, primer cajón.

Saco los dedos y yo sentí frío por su lejanía, volvió en dos segundos, rasgo y condón y se quito los calzoncillos, ¿no se los había quitado? estaba tan excitado con lo que me estaba haciendo que no me había percatado, cuando vi lo que tenía, me asuste era grande, ¿eso iba a caber? 

-Bien, te prometo que pronto acabara todo, y sentirás placer, al menos lo espero. 

-Estoy listo, lléname. 

Fabian se coloco encima mía y note como empezaba a meterla dentro de mí, sentí que me rompía por dentro, una lágrima cayo por mi mejilla, el aire empezó a faltarme, Fabian iba paso a paso hasta que note que se paro. 

-¿Estás bien? si quieres parar...

-Sigue, no pares ahora por favor. 

Siguió metiendola hasta que la tuve dentro entera, se quedo parado unos segundos para que me acostumbrara a esa sensación, lo mire para dar la señal y comenzó moverse lentamente, sentí placer, no sabía explicar como pero algo en mí volvía a romperse pero esta vez de excitación. 

-Dame más fuerte, puedo soportarlo.

Fabian aumento el ritmo, de tal manera que me cogió y se levanto conmigo aun con su virilidad dentro de mí y me apoyo contra la pared, me daba estocadas fuertes y contundentes, una y otra, y otra vez, no se cuanto tiempo estuvimos pero se que estaba sudando o el lo estaba no lo sabía pero estaba mezclados en aromas y pieles. 

Sentí el orgasmo cerca y vi que él estaba punto también, con lo cual aumento mas el ritmo hasta que clave mis dedos en su espalda y me corrí, manchándonos a los dos, Fabian siguió dos segundos después llenándome más aun, nos quedamos allí parados, con la respiración agitada y el corazón que se iba a salir de mi boca. 

-Acabo de darme cuenta de una cosa. 

Mire a Fabian con intriga, beso mis labios y luego me sonrió. 

-¿De que te has dado cuenta?

-Que quiero volver hacer esto toda la puta vida. 

Me reí, y yo. 


Entre tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora