ARTURO
Note el olor a café, eso hizo que abriera los ojos, me levante de la cama y vi a Marco en la cocina, nunca pensé que me levantaría y lo primero que vería sería a él, eso hizo que mi corazón se sintiera cálido pero a la vez temerario porque sabía que ahora mismo estaba viviendo una fantasía, que esto no era real, que se acabaría.
-Buenos días -Marco se giro para mirarme, con una sonrisa se acerco a mí con una taza para después besar mis labios -¿aun recuerdas como me gusta el café?
-No tengo tanta mala memoria, ¿Qué tal has dormido?
-Creo que nunca he dormido tan bien como esta noche, será que tus brazos tienen algo de especial.
-Pues claro que lo tienen, estoy preparando tortitas.
-¿Desde cuando cocinas?
-Desde hace algún tiempo, empecé hacer actividades varias, porque me sentía muy estresado, y una de ellas fue cocinar.
-Tu padre no sabe nada de esto.
-No.
-Ya me lo imaginaba.
Los dos nos reímos cuando sonó mi móvil, me acerque a él y vi que era Adriel, mierda con tanto romanticismo no me había percatado de que me había ido de su casa a mitad de la noche y sin decir nada.
-Es Adriel.
-Tienes que mentir.
-Eso ya lo se -acepte la llamada y pensé una mentira piadosa -hola guapo.
-¿Donde estás? He ido a despertarte para desayunar y he visto que no estabas no quiero parecer cotilla o controlador pero Fabian se ha asustado un poco.
-Tranquilo he salido hacer algunas compras para navidad y necesitaba tomar el aire.
-¿A las 9 de la mañana?
-Sí, es que también he ido a desayunar a una cafetería que solía ir cuando vivía aquí.
-Vale, quería decirte que vamos a ver a mi madre, y me encantaría que vinieras.
-Gracias pero creo eso es algo muy personal, además no llegare hasta la noche, quiero reunirme con algunos compañeros de universidad.
-Esta bien, pero ten cuidado.
-Si papa.
Le colgué antes que me maldijera por decirle eso, mire a Marco.
-¿Te apetece mentirle a tu futura mujer y pasar el día conmigo?
-En realidad ella se ha ido a por su vestido de novia, no regresa hasta mañana, me ha llamado antes.
-Las casualidades existen.
-Eso parece, desayunamos, nos duchamos y nos vamos ¿te parece bien?
-Sí pero falta algo -me acerque a él para poner mis manos sobre su cuello -¿no me vas hacer el amor salvajemente en el ducha?
-No te muerdas el labio así, ya sabes lo que me provoca.
Me cogió en paso y camino hasta el baño, empecé a reírme.
-Pero ¿y las tortitas?
-Luego tendremos más hambre.
Volví a reír, sabía que esto estaba mal pero necesitaba tenerlo conmigo aunque fuera solamente un día.
ADRIEL
Le maldije pero el ya me había colgado, suspire y le di un sorbo a mi café.
-Te ha mentido.
ESTÁS LEYENDO
Entre tus manos
RomanceAdriel es un chico en cuál siempre le había gustado las mujeres, hasta que una noche el sonido de una voz hizo cambiar su mente para siempre.