MARATON 1/3

9 0 0
                                    


Baje hasta salir a la calle, hacía bastante frío pero espere hasta que vi un coche aparcar y de él salir Marco, cuando se acerco a mi pude oler el alcohol, no sabía si iba a poder tratar con un borracho, porque mis nervios estaban bastante alterados en ese momento. 

-¿Que demonios quieres?

-Que te alejes de Arturo -vi que se reía pero yo no estaba para bromas -no le veo la gracia. 

-No eres nadie para decirme que me aleje de él, es mi amigo. 

-No sabía que los amigos se follaban -me miro con cara de sorpresa, me cruce de brazos y di un paso hacia adelante -sí, se lo que ha pasado, y te pido por favor que te alejes de él, lo único que le estás provocando es dolor, y si te importara al menos una pizca de lo que te preocupas que la gente no se entere quien eres realmente, te alejarías de él. 

-Yo no quería que pasara, solo perdí el control. 

-Puedes engañar a los demás pero a mí no, sé como lo miras, me lo dejaste claro con tus escenas de celos en la discoteca, y sé que lo has echo antes, has espantado a cualquiera que se acercaba a Arturo por el simple echo de que no aceptas que estás enamorado de él. 

-Somo como hermanos. 

-Deja de ponerte eso de barrera, ¿Qué tiene de malo amar a un hombre? si es lo que te hace feliz entonces está bien. 

-Tú no lo entiendes. 

-Sí, eso es cierto, no lo entiendo y como sé que tampoco me lo vas a explicar, te pido de nuevo que te alejes de él, porque lo que ha pasado esta noche ha echo que sus sentimientos se confundan aun más. 

-El también ha participado. 

-Porque te quiere gilipollas, ¿porqué te crees que si no lo haría? A veces los hombres somos unos ciegos de mierda que no vemos las cosas hasta que las perdemos. 

-Me importa Arturo. 

-Y te creo, de verdad que lo hago pero no lo haces de la manera que él quisiera, así que es mejor que te alejes, porque si vuelvo a verlo mal como esta noche, te arrancare una parte de tu cuerpo a la que le tienes mucho cariño, y si, antes de que preguntes, es una amenaza, aléjate de él. 

Y sin más entre en el portal para llegar al piso, esperaba que me hiciera caso o tendría que cumplir mi amenaza. Entre en casa con cuidado para no despertar a Fabian, se enfadaría si se enterase de lo que había echo. 

-¿Lo has amenazado? 

Me gire justo cuando iba a entrar al cuarto, lo mire estaba aun tumbado mirándome, suspire. 

-Lo siento pero no he podido controlarme, le hace daño a Arturo y eso no pienso consentirlo. 

-La promesa la hice yo no tú. 

Me acerque a él y me senté en el suelo, puse mi cabeza en su pecho, sintiendo su corazón latir mientras él acariciaba mi cabeza. 

-Sé que le prometiste a su madre que lo cuidarías, pero ahora nosotros estamos juntos, así que también es mi responsabilidad cuidar de él, me siento como una madre oso cuidando de sus crías. 

Fabia se rio, y yo me reí con él, aunque bajito porque era bastante tarde. 

-A veces no me doy cuenta de que Arturo tiene mi edad, y que tiene que cuidarse solo pero yo lo veo como un hermano pequeño, siempre fue algo más infantil que nosotros, y eso no nos incomodaba para nada, al revés, es un amor de persona por eso lo veo como un niño al que cuidar de todo. 

-Lo entiendo, por eso quiero también cuidarlo.

-¿Has amenazado a Marco?

-Sí, y espero que me lo tome en serio. 

-Eres increíble ¿lo sabías? 

-Bueno solo protejo lo que me importa, nada más. 

-Adriel.

-¿Sí? 

-¿Puedo quedarme contigo toda la vida? Sé que es una locura pero creo que ahora mismo no podría vivir sin ti, te quiero a mi lado como mi pareja, y algún día como mi esposo. 

Lo mire atónito, no me esperaba esas palabras, y todo era demasiado ligero pero yo sentía lo mismo con él, así que le sonreí y bese sus labios. 

-Sí, yo también quiero eso. 

Quería eso y más. 

BUENO SE VIENE MARATON DE CAPITULOS, CORTOS PERO INTENSOS GRACIAS POR LEER. 


Entre tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora