MARATON 3/3

10 1 0
                                    


ADRIEL

Saque la pizza del horno cuando sonó el timbre, ¿Quién sería? 

-Voy -camine hacia la puerta cuando vi que era Arturo, le sonreí -hola. 

-Hola, ¿está Fabian? 

-En la ducha, ¿pasa algo?

-Tengo que contaros algo a los dos. 

-Pasa, acabo de preparar la cena. 

-Será rápido, tengo que hacer algo más aun. 

En ese momento Fabian salía del cuarto, cuando nos vio nos miro extrañado. 

-¿Porque esas caras?

-Arturo nos quiere contar algo. 

-¿Que pasa pequeño? 

-¿Nos podemos sentar? 

Aquello cada vez era más raro, pero nos sentamos cuando nos soltó la noticia, Fabian y yo nos miramos sin decir nada. 

-Por favor decid algo. 

-¿Te vas? ¿Para siempre?

-Es lo mejor, necesito irme. 

-Si lo estás haciendo por Marco...

-Fabian, lo hago por todo, quiero trabajar de lo que estuve esforzándome por estudiar durante años, bueno también los tuyos y los de Marco, que me ayudasteis muchas veces 

-Eso no tiene importancia.

-Para mi sí, tengo que hacer esto.

-Fabian, tiene razón es mayorcito para hacer lo que quiera, deja de tratarlo como un bebe. 

-Hablo el menos indicado. 

Arturo me miro sin entender nada, suspire. 

-Amenace a Marco con cortarle cierta parte de su cuerpo si volvía acercarse a ti. 

-Adriel. 

-Lo siento pero no pude evitarlo, y es verdad, yo también te he tratado como un niño, cuando no lo eres, debes hacer lo que tu quieras. 

-Adriel tiene razón, siento mucho tratarte de esa manera, haz lo que tu quieras. 

Arturo sonrió, se levanto y abrazo a Fabian. 

-No me desagrada que me trates así, al revés siempre te agradeceré que me cuides pero esto tengo que hacerlo. 

-Siempre nos tendrás Arturo, pase lo que pase, aquí estamos. 

Me levante y me uní al abrazo, ¿Cómo podía existir personas con tanta luz? Debían ser fantasía. 

Cuando Arturo se fue, Fabian se sentó en el sofá, me senté a su lado y entrelace su mano con la mía.

-Estará bien. 

-Lo sé, pero me siento como el padre que lleva a su hijo el primer día de colegio. 

-Mi amor, tranquilo, seguiremos en contacto con él y cuando podamos iremos a verlo, ¿vale?

-Vale, sabes que ha ido a ver a Marco ¿no?

-Sí, es maravilloso en todo pero en malísimo mintiendo.

Fabian se rio, pero Arturo tenía despedirse de todo y de todos.

ARTURO

Esperaba en la gasolinera cuando vi aparecer el coche de Marco, mantente firme, tienes que hacer esto. 

-Me ha sorprendido tu llamada. 

-Tengo que contarte algo, acaba de hablar con Fabian y Adriel y solo quedas tú. 

-¿Que pasa?

-Me voy de la ciudad para siempre. 

-¿Que? -Marco me miro fijamente pero yo aparte la mirada, no podía mirarlo sin ponerme a llorar otra vez -¿Cómo que te vas? 

-Me han ofrecido un trabajo de abogado y lo he aceptado, es lo mejor. 

-Pero yo podría...

-Tu padre nunca me dará trabajo, sabe que soy gay y eso no le gusta. 

-Eso no es verdad. 

-Marco, ¿crees que es la primera vez que nos vemos? ¿Porque te crees que se que nunca me corresponderas? He escuchado miles de veces las palabras de tu padre, lo orgulloso que estara el día que te cases, el día que tengas niños, el día que heredes su bufete, te conozco muy bien, y sé por que pie cojeas, pero no te culpo, no quieres defraudarlo, y nunca le has hablado de conseguirme un trabajo porque sabes que me rechazaría por el simple echo de que no soy un macho como tú. 

-Arturo...

-Te ame desde el primer momento que puse mis ojos sobre ti, aquel día que estaba solo comiendo y tú y Fabian os acercasteis a mí, sin importar que no tuviera dinero, sin importar que era un chico de becas, cuando te mire pensé que eras el chico más guapo que había visto y también el más inalcanzable, porque no me querrías de esa manera, y calle, viéndote como te morreabas con una o te tirabas a otra, imaginando en mi soledad que yo era esa chica, y cuando por fin te tengo, me destrozo el corazón yo mismo el corazón porque se que nunca admitirás que...

-¿Que te amo? 

-¿Que?

-Que te amo maldita sea, si, si te amo Arturo, sé de mis sentimientos hacia a ti hace mucho tiempo, al principio solo fue amistad pero a medida que nos acercábamos más me di cuenta que moría por tocarte de una manera no amistosa, que cuando me hacías pucheros para que te dejara la ultima patata frita, me moría por morderlos hasta hacerlos sangrar, que cuando te veía el gimnasio, quería estar dentro de ti, pero sabia también que no podía admitirlo delante de nadie, porque tengo miedo. 

-Tienes miedo a quedarte sin privilegios, y prefieres quedarte sin mi. 

-No es así. 

-Lo es, pero no voy a ponerte en un compromiso, por que yo ya he elegido por ti, te quedas sin mi, y espero que encuentres a la persona perfecta para ti o para tu padre. 

Y me aleje, me quería pero ¿Qué mas daba si me quería si apostaba por mí? Ahora si sabía que irme era la mejor opción, hasta siempre Marco. 

BUENO MARATON TERMINADO ESPERO QUE OS GUSTE Y QUE VOTEIS 


Entre tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora