Capitulo 3

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Después de diez mil mimos y miradas de cachorro triste Marco dejó de estar enojado conmigo.

-Marco esta será la última semana que

estudie aquí.

-Ah si, ¿por qué?

-Hablé con mis padres y les dije que quería ser modelo, al principio no lo aceptaban pero terminaron cediendo. -señalo emocionada.

-Ah, esta bien Cleo.

-Me extrañaras ¿cierto?

-Si Cleo, mucho.

Noto la falta de entusiasmo, ya sé que esto que tenemos es un acuerdo pero odio que no me preste la atención que me merezco.De seguro esta así por culpa de Eva, pero esto no se va a quedar así, esa maldita me las va a pagar.

-Cleo, supe que te vas a París.

-Así es, modelare en las pasarelas de la

próxima semana.

-¿Y qué hay con Marco? -cuestiona

sonriéndose con Nina, la novia de Harry.

-¿Qué tiene que ver Marco?

-Lo dejaras en manos de todas las arpías oportunistas que quieren con él?

-Querida, eso no me preocupa, Marco es muy inteligente y no se meterá con ninguna de esas "arpías oportunistas"

-Solo con Eva, que pena me da tu caso Cleo, mira que aguantar que Marco te sea infiel en tus narices debe ser humillante. - dice negando con la cabeza.

- Mi querida venadito, deberías preocuparte por cosas más de tu incumbencia.

-¿Venadito? -cuestionan al unísono Nina y Marcy.

-Para ser la cotilla del instituto están fuera de informe, toda la escuela te conoce como "La venadito Jackson" y esta demás decirte el por qué. -señale sonriendo ampliamente.

-Hary me es fiel Cleo, no pondría en duda el amor que siente por mi.

-Ay ternura, me das penita, -acaricio su brazo- Harry necesita una mujer, no una niña boba como tú.

- ¿Y esa mujer eres tú, no?

-Tal vez. -respondo de lo más serena.

-No hagas caso Nina, Cleo es una

víbora, eso que te dijo lo hizo solo por lastimarte.

-Lo sé, yo jamás dudaría del amor que Harry me tiene.

-Pues mira que eres tonta, pero todo a su tiempo querida, todo a su tiempo. -sonrío triunfal y camino por los horribles pasillos de este mugroso lugar.

Nina y Marcy aún me miran con enojo, pobres tontas, ilusas y bobas.

*Dos semanas después*

Dos semanas y la escuela se siente totalmente tranquila, no hay más Cleo y eso lo agradezco, de cierto modo creo que hasta los profesores respiran más aliviados, se nota que hasta los demás estudiantes están en completa paz.

-Hola Eva.-saludan Nina y Marcy interrumpiendo mi lectura.

-Amm, hola.

En esta escuela era prácticamente invisible para las chicas, todas me rehuían por mi "mala reputación" Incluyendo a Marcy y Nina.

-Sabes, Marcy y yo estuvimos hablando y queremos ser tus amigas.

-¿Mis amigas?

-Si Eva, si antes no lo hicimos fue

porque Cleo nos lo prohibió.

—¿Y qué les hace creer que yo quiero ser

su amiga?

-Pues estas sola. —señala Marcy.

-No tienes amigas. -habló esta vez Nina.

-Y nosotras queremos intentarlo. - dijeron al unísono lo cuál la hizo ver más taradas que de costumbre.

-No, creo que no me interesa.

-Vamos Eva por favor, solo danos la

oportunidad isi?

-¿Cómo sé que esto no es cosa de Cleo?

-Eva nosotras no somos como Cleo, de hecho solo le hablábamos por Marco pero ahora que ellos ya no están juntos no tiene caso.

-¿Por qué debería hacerlo? mírense,

somos tan... diferentes.

-digo de manera obvia.

-Hagamos una cosa, salgamos un día,

solo uno y si no te convence o no te sientes cómoda lo olvidamos y ya.-sugiere Marcy.

-No pierdes nada con intentarlo.

Analicé el asunto, de pronto la señorita

"soy perfecta" se va y estás locas vienen a ofrecerme su amistad, no sé si aceptar o no, en verdad no pierdo nada con intentarlo, pero tengo miedo de que sea cosa de Cleo, respiré profundo y decidí contestar.

-Bien, creo que no tengo nada que perder, así que esta bien.

-Marcy y Nina se miraron efusivas y se

abrazaron entre ellas. -Pero hay un par de condiciones.

-dije cortando la emoción de ambas

chicas.

-¿Cuáles?

-Condición número uno: Nada de abracitos ridículos en público hacía mi.

Número dos: Nada de cotillas sobre otras chicas, cuando yo este presente.

Número tres: Odio a sus novios, son los peores patanes que existen en el planeta, así que nada de citas o encuentros románticos con ellos mientras yo este con ustedes. Si aceptan esas condiciones, soy toda suya.

-Hecho. -responde ambas.

Rogué al cielo por no arrepentirme, no sabía si esto iba a salir bien o no después de todo ¿Qué podía salir mal?

EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora