Capitulo 4

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*Una semana después*

Una semana después y eso de salir con Nina y Marcy no fue tan mala idea. A diferencia de Cleo ellas son algo inmaduras pero son muy nobles, o eso creo, a decir verdad estos últimos días hemos estado pasándolo bien.

Aunque cuando se pusieron con eso de "Mi cambio de look" fueron realmente como un grano en el trasero.

-Bien y a dónde iremos?

-Vamos a mi casa.

-No, vamos a la mía. -dijo Marcy.

- Mejor vamos a un lugar neutral. -dije

interrumpiendo a ese par.

Ambas me miraron extrañadas, y comenzaron a reír.

-No seas simple Eva, nosotras no vamos a "lugares neutrales"- sugerí.

Vayamos a mi casa, no habrá nadie. — Marcy y Nina me miraron extrañadas.

-¿De verdad nos invitaras a tu casa?

-Amm, si, digo no es de lujo como ma de ustedes pero igual es una casa.

-Genial. -responden ambas para variar, como siempre.

-¿Tienes coche?

-No, me gusta caminar.

-Bueno pues ya no más. Iremos en el auto de Nina

-Chicas yo... no creo.

-Por favor, odio caminar.

-Esta bien.

La rutina escolar era casi la misma, levantarme, ducharme, desayunar, e ir al instituto. A diferencia de que ahora Nina y Marcy pasaban por mi.

6:30 am

-¡Eva! Ya despierta es hora de levantarse. -grita mi tía detrás de mi puerta.

-Ya voy.

-Anda niña ya es viernes no puedes

flojear así.

-Ash, cuando quiere se comporta como

una madre

Me saqué la pijama y me dispuse a darme una ducha fugaz, el agua debía despertarme, o eso esperaba. Quince minutos después salí del baño directo a vestirme. Tome mi blusa café de manga corta, unos jeans color no y un suéter del mismo color, até mi cabello en una cola alta y baje al comedor.

-Buenos días tía.

-Buenos días, responde dándole a un sorbo a su café-. Por cierto hay algo para ti sobre la mesa.

Caminé hacia la mesa y me encontré con un sobre blanco desgastado y una caligrafía perfecta.

La abrí y pude ver que era una carta, me senté en la silla más cercana y me dispuse a leerla.

Hola mi niña, hoy es un día muy especial, es por eso que tienes esta carta entre tus manos. Antes de cualquier cosa, ¡Felicidades! Hoy has pasado de ser una niña, para convertirte en una mujer, daría cualquier cosa por estar contigo.

Tu tía Helena se ha encargado de cuidarte, es por ello que te pediré que la quieras, puede ser algo atolondrada, mandona y bipolar, pero sé que te quiere mucho. Sé que esto ya lo habrás hablado con Helena (tu tía), chicos, ten mucho cuidado, sé que eres inteligente mi niña, no tengo duda de ello.

Ama, ríe, goza, disfruta, perdona, sueña y diviértete como si fuera el último día.

Ojala tú si llegues lejos nena, confió en ello.

EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora