Capitulo 10

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Christian y yo veíamos una película, en realidad era noche y moría de sueño, pero no quería dormir, estábamos sentados en el sofá más grande, yo en una esquina y él en otra. No nos hemos ido a dormir por que simplemente no puedo. Estoy pensando en mi tía Helena, en lo que ha sucedido, y lo que menos quiero es dormir aunque este muy cansada.

Inconscientemente un bostezo delató mi cansancio.

-¿Quieres irte a dormir? -cuestiona.

Negué con la cabeza.

-Eva estas cansada, debes dormir.

- Tengo miedo, ¿qué tal si Harry o lan vienen?

-Eva, -se gira para verme-, mientras yo esté aquí nada malo te pasara, ¿confías en mi?

-Un poco, -digo desviando la mirada-, digo me has salvado dos veces y dormí en tu casa, en tu cama, has sido muy gentil conmigo, confío en que no me harás daño. -respondo honestamente.

Aunque suene a locura siento plena confianza en él, llámenme loca pero estar con Christian es diferente.

-Nunca podría hacerte daño, no me lo permitiría.

Asiento jugando con mis dedos, debo estar loca por permitir esto, pero el solo pensamiento de lan o Harry viniendo y haciendo lo que Marco hizo me aterra.

-¿Dormirás conmigo?-cuestiono un poco avergonzada. No quiero que se mal entienda mi petición.

-Si te sientes cómoda conmigo sí, ¿tienes algún sofá en tu habitación?

-Sí, pero no es cómodo. -le advierto.

-Puedo soportarlo.

Christian se levanta del sofá y me tiende su mano, esta vez la tome sin titubear, subimos las escaleras y llegamos a mi habitación, estaba nerviosa, no quería pensar mal de él, ¿cómo podría si me ha salvado la vida?

Entramos a mi habitación, mi mirada se desvió a la ventana, la nostalgia me invadió, si él no se hubiera ido, tal vez seria diferente. Le tendí una cobija y le di una almohada a Christian, se quitó los zapatos y se acostó en el sofá.

-¿Estás cómodo?

-Sí, estoy bien. Gracias.

-Bueno, descansa Christian.

-Descansa Eva.

Apago la luz y me meto bajo las sábanas, trato de concentrarme y conciliar el sueño, giraba de un lado a otro, pensando en lo sucedido en menos de dos días ¿Cómo es posible que mi vida haya cambiado tan drásticamente? ¿Por qué Marco se puso así?

¿Qué habré hecho para merecer semejante atrocidad? Debo hablar con Marcy y Nina, ¿Ellas sabrán de lo sucedido? Si lo saben ¿por qué no me han llamado? Y si no lo saben ¿Por qué no me han llamado? Me pregunto ¿cómo estará mi tía? Espero que sane pronto, no me puedo quedar sola, la compañía de Christian es agradable, pero confieso que me pone nerviosa, su mirada tan gélida a momentos, esa manera tan extraña de protegerme, me hace sentir segura y nerviosa al mismo tiempo, ese aire misterioso, su risa, es... es... extraño. No lo conozco y sin embargo me siento en total seguridad cuando esta aquí. Hay algo en él que me hace olvidar lo malo que pasó. Como si fuera mágico o algo así.

-Eva, duérmete. -me pide en tono autoritario haciéndome sobresaltar.

-¿He hecho ruido? -cuestiono apenada,- a veces olvido cuando estoy pensando, otras veces olvido si pienso en voz alta. -me disculpo sin entender qué fue.

-Tus pensamientos, no me dejan dormir. - dice un poco más calmado.

-Lo... -me detengo. ¿Acaso dijo tus pensamientos? ¿Él puede oír mis pensamientos? ¡Oh santa mierda! Eso no puede ser posible, ¿0 sí? Me levanté de la cama sigilosamente y camino hacia el sofá donde se encuentra Christian, mantenía los ojos cerrados.

EvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora