– ¿Lo entiendes, Catra?
Catra lo entendió con la primera explicación, pero eso no hacía que la noticia y la situación tuvieran menos impacto en ella.
La chica asintió.
La persona que más quiso en su vida estaba finalmente de regreso, justo cuando ya había perdido la esperanza de encontrarla, justo cuando se había resignado a que quizás este mundo la había eliminado de su lista de habitantes. Aunque sabía que, aún si Adora no estuviera en esta vida terrenal, siempre viviría en su corazón y no amaría a nadie tanto como la había amado a ella.
También sabía que era triste y egoísta pensar así, pero no se sentía de otra manera.
– Catra, ¿deseas ver a tu hermana ya?
Su hermana...Ella había sido su único apoyo real en la vacía vida que les había tocado vivir. Y odiaba que las llamaran hermanas, lo recordó reaccionando un poco tarde a las palabras. Ciertamente eran hermanas, pero solo de apellido, las habían adoptado los mismos "padres", pero Catra y Adora no estaban unidas por la sangre; por el alma, por el destino, por el deseo, por la amistad y el amor -por todo- menos por la sangre; qué alivio.
– ¿Catra? – Volvió a hablar el trabajador tratando de sacar a la chica de sus pensamientos para obtener una respuesta, sentía que, con cada pregunta, la chica entraba en una reflexión eterna y se olvidaba de ofrecer contestación.
– Lo he deseado desde que se fue – Contestó fríamente sorprendiendo al detective quien pensó que no le estaba poniendo atención. En realidad, no le estaba prestando mucha. Si el hombre había dicho algo más después de su segunda pregunta, la chica no lo había escuchado.
–Bien, espere aquí.
Los nervios la tenían prácticamente inmovilizada. Había visto a Adora cada día de su vida, estaba tan acostumbrada a ella que el día que no la vio mas sintió que el mundo se acabó. Pero el mundo no acabó, en realidad, hasta parecía que no le importaban sus míseras existencias.
Tal vez así es.
La espera se sintió una eternidad, solo tomaría unos minutos antes de finalmente volver a tener a Adora frente a ella, pero recién había caído en cuenta que nada sería igual, y de pronto el miedo también se hizo presente.
Aunque en definitiva, esta breve eternidad de espera no podía compararse ni ser tan larga como lo habían sido estos tres años sin ella. Había llorado tantas noches enteras, había sentido que su pecho se oprimía tan fuertemente que incluso pensó que moriría, y llegó a desear que así fuera. Un mundo en el que no estuviera Adora, ¿qué tendría de bueno?
Bueno, tuvo que trabajar en deshacerse de sus apegos emocionales y de aquella dependencia que tenía, y solo por eso, con la ayuda de sus amigos -ni siquiera por la de Weaver a quien no le podía importar menos Catra- es que sobrevivió hasta el día de hoy.
Y parece que valió la pena, ¿su esfuerzo se vería recompensado al fin?
El perder a Adora, su única atadura a este mundo, su único soporte real en su vida fue, en aquel momento, sino el fin del mundo, al menos sí el fin del de ella. Fue un golpe de cruel realidad que le hizo cuestionarse si ella no tenía derecho a ser feliz porque, justo cuando todo marchaba relativamente bien para ellas, cuando parecía que sufrir no era el fin último de su existencia, la vida les jugó otra de sus bromas, como si se hubiera aburrido y decidiera de nuevo interrumpirles su paz. Sin embargo, Catra no creía en seres superiores, en el destino ni que el universo les tenía preparado algo, y que si eso existía, no se tomaría la molestia de fijarse en ellas, es decir, si eso era así, entonces se había olvidado de darles cosas buenas...
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SIEMPRE ES UN GUSTO COINCIDIR CONTIGO
FanfictionSi una situación te obligara a empezar de cero ¿correrías el riesgo de volver a enamorarse? Catra no lo dudó ni un segundo, sus sentimientos por Adora no habían desaparecido como lo había hecho su esperanza, que finalmente revivió tras su reencuent...