5 - Cambios

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Ya había pasado cerca de mes y medio desde que Adora había regresado a vivir con Catra, no fue difícil adaptarse porque finalmente comenzaba a sentirse más cómoda que fuera de lugar, aunque este último sentimiento aún no desaparecía por completo, en especial cuando aunado a eso, estaba la parte de extrañar a la pareja que había cuidado de ella durante tres años, por lo que ocasionalmente se escapaba para ir a visitarlas. Quizás 'escapar' no era la palabra porque no es como si lo hiciera a escondidas, requiriera permiso o su compañera no lo supiera, solo que a veces era un poco difícil alejarse de Catra porque se había vuelto muy sobreprotectora, era lindo pero agobiante, sin embargo, entendía la razón: el miedo de perderla de nuevo; pero tenía que relajarse si querían que esto funcione.

Continuaba con sus estudios médicos y también había empezado a salir con Glimmer y Bow, "como en los viejos tiempos del escuadrón de mejores amigos" según ellos. Llamarle "amigos" ya se sentía más real y fácil ahora. A Adora le parecían divertidos y sinceros, además también percibía que había una tensión entre ellos dos, eso lo hacía aún más divertido; y si debía ser sincera, también le aliviaba porque odiaba sentirse... ¿celosa?...de la cercanía que había alcanzado Glimmer con Catra. En una ocasión se lo dijo directamente a Catra, pero ésta solo rio escandalosamente ante eso, en palabras de la morena "eso era la idea más ridícula del mundo, ella solo había estado, está y estará enamorada de una persona". Sí, a veces Catra se podía pasar de cursi.

No obstante, Catra no pretendía incomodar a la rubia con sus comentarios, por lo que había parado cualquier intento de tratarla como su amante, e incluso, forzarla a tratar de recordarlo. Estaba siendo paciente y esperaría lo que fuera necesario hasta que eventualmente recordara sus sentimientos, porque...lo haría ¿no es así?

– Oye, debemos ir al supermercado...–Mencionó la morena mientras, saliendo de sus pensamientos, se sorprendió al no encontrar nada en ninguna repisa del refrigerador ni en la alacena.

–¿Cuándo?

– De pende de si quieres comer hoy.

–¿Qué? –Respondió una sorprendida Adora mientras comenzaba a abrir y cerrar puertas buscando confirmar lo que dijo su compañera– ¿Cómo es que ninguna de las dos nos dimos cuenta de que era momento para ir a comprar despensa?

–No lo sé, creo que fue porque hemos estado ocupadas últimamente. ¿Por qué no...– Catra se detuvo en seco antes de concluir la pregunta, como recién dándose cuenta de qué iba a parecer lo que diría. Pero solo respiró profundo y continuó reestructurando la pregunta- Me estaba peguntando, si...si tú...– "¿Por qué estas tan nerviosa?, solo es Adora", pensó Catra– Quieres ir por algo de comer.

–¿Me...estás invitando a una cita?

Bien, tratarla como su amante, no. Insistirle en recordar su relación, no. Pero podía cortejarla de nuevo ¿No?

La otra chica no supo que expresaba el rostro de la rubia ante su indagación ¿emoción, ilusión, duda, miedo, confusión, sorpresa...? Es decir, Adora no había rechazado su compañía, pero tampoco había mostrado mucho interés o intentos de avances con ella. Lo más que sucedía, era sorprenderla mientras trataba de ocultar breves crisis de frustración y desesperación por querer recordar y retomar su vida de la que tanto le hablaban -y que le sonaba bastante buena- y no poder.

–¿Quieres que sea una? – Dijo rascando ligeramente su nuca pues no podía, ni quería echarse para atrás.

"Qué tonta Catra, ya habías decidido que era muy pronto para intentar algo" Se regañó a sí misma un poco arrepentida de su pregunta, y es que no pudo evitar sentir un poco de tristeza al no escuchar una respuesta de Adora pronto.

SIEMPRE ES UN GUSTO COINCIDIR CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora