Capítulo cuatro:

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Atrapó mis labios y comenzó a besarlos salvajemente, mientras comenzaba a bajar, subió mi blusa hasta el el final, sacándomela desesperadamente, sabía que iba a pasar, esta vez nada iba a detenernos pero entonces sucedió. La puerta resonó del otro lado y alguien dijo mi nombre con una voz pasiva, Jason maldijo por lo bajo, mientras volvía a subir a mis labios y depositaba unos cuantos besos en ellos, otra vez la puerta sonó esta vez un poco más fuerte.

-¡Catherine! ¿Podrías abrirme la puerta hermanita? –la voz de Justin resonó nuevamente, suspire mirando a los ojos a Jason, quien con una mirada de odio se apartó de mi.

-Si Justin espera que me pongo la bata –grité mientras me bajaba de la cama y cogía la bata de seda color azul que solía llevar casi siempre puesta.

-Vamos Cath, será rápido… además eres mi hermana no te mirare nada.

-Si ¿Como no? –dijo sarcástico Jason.

Me dirigí a la puerta atándome la bata a la cintura, Justin apareció, aun estaba vestido y tenía una mirada seria en sus ojos pero trato de disimular su pequeño enojo sonriendo cálidamente, si algo me agradaba de Justin era su tan cálida sonrisa, Jason por su parte tenía una sonrisa fría y sarcástica… Justin se metió sin previo aviso a mi cuarto, y reaccione alarmada recordando que Jason aun estaba adentro, pero al voltear él había desaparecido por obra de magia.

-¿Qué estabas haciendo pequeña traviesa? –preguntó Justin sonriendo al verme con la bata, otra vez puede sentir como su mirada se clavaba sobre mi cuerpo, eso me puso incomoda pero por dentro parecía que me estaba gustando.

-Estaba por ponerme el pijama, tengo un poco de frío –mentí nuevamente, le agradecí a dios que la nariz no me creciera como a pinocho porque estaba segura que estaría llegando a la casa del vecino en estos momentos- ¿Necesitabas algo Just?

-Si pequeña, ven –hizo un ademan para que me sentara en su regazo, suspire un poco y me senté sobre el colgándome de su cuello, antes de continuar repare un poco en su rostro, era tan igual a Jason, ambos tenían el cabello sedoso y casi dorado, unos ojos puramente y seductoramente miel, pequeñas orejas, una nariz casi perfecta y unos labios rosados y carnosos… una duda entró en mí ¿Justin besaría tan bien como lo hacia Jason?. -Debo hablar contigo, sobre Jason.

-Justin, si es por lo de hoy ya te lo he dicho entre en su cuarto para bañarme pero cuando escuché que entró me puse su camisa –le dije tratando de disimular el nerviosismo.

-No es eso pequeña –tocó mi mejilla mientras reía- lo que sucede es que bueno ya lo conoces a Jason –hizo una mueca, yo aun no entendía hasta donde quería llegar- y a pesar de que ambos en personalidades seamos completamente distintos

coincidimos en que ambos somos hombres…

-Si Biebs eso ya lo sé –le dije interrumpiéndolo- ¿Qué tiene de malo eso?

-No tiene nada de malo princesa, a lo que quiero llegar es que Jason tiene una manera de pensar distinta a la mía, Jason sigue sus “instintos” –hizo énfasis en esa palabra- cuando esta frente a una mujer, y tu eres hermosa, tienes un gran cuerpo, unas hermosas piernas, un rostro dulce y tierno… -sentí que mis mejillas ardieron al recibir tantos cumplidos de su parte- y eso hace que seas una tentación para los hombres, y Jason ya no es el mismo de antes…

-¿Qué estas queriendo decirme Justin? –Caí en cuenta del punto al que él quería llegar.

-Quiero que te cuides, no sabemos la manera en la que Jason va a reaccionar tu eres una mujer punto y aparte de ser nuestra hermana y las cosas comienzan a cambiar y confundirse –dijo tratando de apaciguar su voz, como si fuese un padre hablando con su pequeña hija de los riesgos que tiene tener sexo, pero no era así, él me estaba pidiendo que tuviera cuidado con Jason… había tantas cosas que Justin no ignoraba por completo…

-Lo entiendo –dije mirándolo a los ojos.

-Pues entonces prométeme que cambiaras los modos, nada de aparecerte en su cuarto para bañarte o esas cosas –sonreí mientras asentía, el pasó sus brazos por mi cintura y me abrazo, estaba sorprendida no había pensado en que eso podía suceder pero aun así acepte su abrazo y luego de eso el depósito un pequeño beso en mi mejilla- Me parece muy bien que cierres la puerta con cerrojo cath, no quiero que ocurran incidentes si no puedo estar cuidándote.

-Justin no deberías pensar mal de Jason –porque él es mas malo de lo que tu crees, continúe en mi mente- es nuestro hermano al fin y al cabo.

-Últimamente no lo reconozco –Justin borró su sonrisa y volvió a mostrarse serio- solamente te pido que tengas cuidado, mientras yo pueda estar aquí no me apartare de ti, eres mi pequeña hermanita mocosa y es mi deber cuidarte –sonrió y yo le saqué la lengua.

-Mejor vete Biebs, tengo sueño –dije fingiendo un bostezo- dulces sueños grandulón.

-¿Quieres que me quede esta noche hasta que te duermas? –preguntó mientras me volvía a sonreír, él solía hacer eso cuando ambos éramos pequeños, se quedaba conmigo luego de haber tenido una pesadilla y luego de asegurarse que yo estaba dormida se marchaba.

-Tranquilo hermanito, podré dormir sola.

Luego de que él depositara un beso en mi frente salió de mi habitación, coloqué el cerrojo preguntándome dónde demonios estaría Jason, pero luego la pregunta se aclaró sola, la puerta del baño se abrió casi de inmediato dejándomelo ver enojado, tenía coraje y seguramente eso había sido producido al escuchar la charla de Justin conmigo, se abalanzo ferozmente a mí haciendo que mi espalda se chocara contra la pared, el dolor se abrió paso en mi.

-Pobre iluso –susurró- no sabe lo que te hare.

Gemelos explosivos♡. {Cancelada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora