Capítulo seis:

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Los rayos del sol de la mañana hicieron que me despertara, estaba enredada en el montón de sábanas blancas de mi cama, aun estaba desnuda. Había sido real, no había sido un sueño, o una fantasía, él verdaderamente había estado anoche aquí y había cumplido parte de aquellas fantasías con las que había deseado hace tiempo. ¡Demonios había sido verdadero!

Envolví mi torso desnudo

con la sábana y caminé hasta el baño, estaba algo adolorida pero me sentía plena y radiante, me sentía completa por primera vez en la vida. El agua de la ducha corrió luego de que le pusiera el cerrojo a la puerta del baño, necesitaba ducharme sentía mi cuerpo pegajoso, supuse que sería por la transpiración que había pasado, sus caricias sin duda, aun ardían en mi piel, su perfume estaba impregnado en mi cuarto y supuse que también lo estaría en la ropa de cama, todo mi cuarto estaba desordenado y yo... yo estaba feliz.

-¿Justin? ¿Jason? -pregunté cuando bajé a la cocina ya vestida, había elegido ponerme una remera hasta el ombligo color roja y un short blanco desgastado en las puntas, para y para terminar mis converses rojas- Estarán dormidos aun...

Me encogí de hombros, al no obtener respuesta y decidí preparar el desayuno. Hoy los empleados del servicio tenían el día libre, solo restaba cocinar. Me puse en puntitas de pie para alcanzar un vaso que estaba en lo más alto de la alacena, cuando sentí unos brazos fuertes rodear mi cintura haciéndome poner los pies sobre el piso nuevamente, y un tenue y pequeño beso se deposito en mi cuello haciéndome suspirar entrecortadamente.

-Pensé que aun estarías durmiendo pequeña -mordisqueo el lóbulo de mi oreja mientras yo volvía a suspirar- parecías exhausta... -sus manos se apretaron más a mi cintura mientras su cuerpo se pegaba completamente al mío, de un solo tirón me dio vuelta quedando enfrente a mí, estuvo a punto de besar mis labios cuando se escuchó como alguien bajaba las escaleras, ambos nos separamos rápidamente.

-Buenos días -Justin apareció refregándose los ojos, para luego mirarnos a ambos. Sus ojeras me dieron a entender que anoche no había podido dormir mucho- Hola princesa -besó mi mejilla lentamente mientras me sonreía, luego se acercó a Jason y ambos chocaron sus manos.

-Luego hablamos hermanita -Jason se abrió paso caminando hacía las escaleras de madera por las que anteriormente había bajado Justin, supuse que lo que menos querría hacer Jason es hablar sobre cómo se había folla*do a su hermanita pequeña y lo mal que resultaba estar en esa situación.

-¿Le sucede algo? -preguntó inocente Justin, mientras lo miraba irse, yo me encogí de hombros y volví a voltearme para bajar el vaso esta vez haciéndose aun peor mi situación- Déjame que te ayude pequeña -él se poso atrás mío como lo había hecho Jason minutos atrás, y sin siquiera esforzarse agarró dos vasos y los deposito frente a mí.

-Gracias Just -susurre al sentirlo aun pegado a mi espalda, sus brazos estaban a cada lado de mi cuerpo y estaba segura que si volteaba quedaríamos enfrentados a pocos centímetros de distancia.

-No hay de que enana -escuché como río y él también de un solo tirón logró darme vuelta para quedar enfrentado a mí, unos pocos centímetros nos separaban - Dentro de una semana entras en la escuela princesa -dijo clavando sus ojos miel en los míos- se que aún no tienes nada y podría regalarte algunas cosas para que empieces bien el año.

-¿Me llevaras de compras? -susurre mirando sus labios, la cercanía era tentadora pero tenía que recordar que Justin no era lo mismo que Jason.

-Algo así, si tú quieres podemos irnos ahora y luego podríamos almorzar en algún lado -sonrío al darse cuanta que estaba mirando sus labios atentamente, eso me puso nerviosa por un instante- pensaba en comprarte un nuevo uniforme y creo que sería mejor que te lo pruebes, sabes que soy un desastre con eso.

-Cla.claro -tartamudee sin querer, seguramente mi nerviosismo se notaba a tres metros de distancia, aun así él no se apartaba- Desayunemos y luego vamos.

-¿Aceptas ir a almorzar conmigo? -Preguntó agarrandome delicadamente del mentón para que lo mirara a los ojos.

-Si Just, me encanta salir contigo, hermanito -sonreí como una nenita chiquita tratando de disimular lo que a esta altura ya era obvio me aparte bruscamente de él y me encamine hacía la heladera para sacar el jugo de naranja- Me dijeron que este año el uniforme ha cambiado.

-Entonces, seguramente te quedará genial -supuse que en ese momento estaría sonriendo pero no tuve el valor para voltear y mirarlo, sinceramente no sabía que demonios me estaba pasando.

Abrí la puerta de su cuarto sabiendo que Justin ya había entrado a bañarse, Jason descansaba en su cama semi-vestido estaba sin camisa, solamente tenía su Jean negro del cual resaltaba su bóxer blanco y unas Supras negras. Su cabello estaba mojado y parte de su abdomen también, me quedé embobada unos minutos admirando su cuerpo, fantaseando nuevamente con lo que había sucedido la noche anterior, sabiendo que las cosas que sucederían entre nosotros ahora no serian las mismas.

-¿Te quedaras ahí todo el día o pasaras? -Preguntó aun con los ojos cerrados- ¡Entra! -dijo alzando la voz, mientras se sentaba en la cama, corrí algunas cosas de su escritorio cuidadosamente y puse la bandeja.

-Te traje el desayuno Jason -le dije sin mirarlo.

-Ven aquí -dijo mientras se paraba pero yo me quede inmóvil, no sabía bien porque lo hacía pero solamente sabía que mi cuerpo no respondía, el se acerco a mí y me agarro bruscamente de la cintura- Cuando te ordeno algo obedece -su voz sonó tenza, bajó sus labios y beso mi cuello un largo rato dejando una notoria marca roja en él, lo miré alarmada- No vas a quejarte me imagino -sonrío- Es sólo para marcar territorio.

Gemelos explosivos♡. {Cancelada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora