Capítulo ocho:

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Las cosas se fueron dando por sí solas, pero en mis pensamientos nada era normal. Sus caricias, sus besos, la noche que habíamos pasado, sus momentos violentos, todo eso daba vueltas haciéndome más distante de lo que ya era. Justin solamente se resistía a hablarme intentando que volviera del lugar en donde mis pensamientos se encontraban, pero todos sus intentos eran en vano.

Luego de haber detenido su auto, bajó junto a mí rodeándome con su brazo, no me aparte de él, ni mucho menos me queje solamente cedí a su agarre, el uniforme ya estaba listo, el bolso, los libros, las cosas necesarias también lo estaban solamente faltaba comer con él para luego volver.

-Te noto rara princesa ¿Pasa algo? -preguntó mientras ambos nos sentábamos en la mesa.

-No pasa nada Justin -traté de fingir una buena sonrisa pero mis intentos fueron en vano, no era buena mintiendo, mucho menos engañando a Justin.

-¡Hey princesa! -tocó mi mejilla mirándome tiernamente, sus ojos miel tenían una mirada acogedora y protectora amaba mirarlo a los ojos,me distraje un segundo en su mirada, no era en nada parecida a la mirada de Jason, podían ser por fuera como dos gotas de agua pero por dentro eran tan distintos- Sabes que puedes confiar en mí, si algo te sucede.

-Todo esta bien Just -sostuve su mano en mi mejilla mientras suspiraba, me sentía tan mal ocultándole cosas a mi hermano, pero no era tan fácil contarle la jodida verdad.

-¿Qué tienes ahí Cath? -dijo mientras apartaba su mano de la mía y bajaba mi blusa dejando al descubierto aquella pequeña marca roja que Jason me había hecho en el cuello, abrí los ojos como platos subiéndome bruscamente la blusa.

Iba a abrir la boca para inventarle una excusa pero el mozo apareció para tomarnos el pedido, todo el ambiente se volvió tenso, él seguramente quería seguir con su cuestionario pero no le di importancia a la conversación. No podía explicarle quién realmente me había hecho esas marcas, él no se podía enterar nada de lo que había pasado.

Volvimos a casa luego de un incomodo almuerzo, casi ni hablamos en todo el camino. La moto se encontraba fuera del garaje, él estaba parado a su lado tomando cerveza, podía notar el sudor corriendo por su rostro, notó casi al instante que mi mirada estaba clavada en el.

-Le ha sucedido algo a tu moto Jason -preguntó Justin mientras ambos nos acercábamos a él, se encontraba descalzo, solamente su pantalón lo cubría, por el costado de su rostro caía una fina gota de sudor, él sonrió al ver mi expresión y luego miro a su gemelo.

-No, solamente estaba matando el tiempo -sonrió. Mientras se acercaba a Justin apartándolo de mi lado- y estaba buscando una vía rápida para ligarme a la nueva vecina -señaló a una rubia que fingía no percatarse de la mirada de mis dos hermanos, sentí coraje.

-Podríamos cambiar lugares -Justin sonrió divertido- ¡No me dejes fuera de esta hermano!

Dejé todas mis cosas y me dirigí enfurecida a mi cuarto. Me tiré en la cama, las lágrimas sin ninguna razón corrieron por mis mejillas, estaba enojada con ambos y tal vez conmigo misma también, ellos eran unos patanes, pero yo no tenía ninguna necesidad de estar celosa, porque ellos simplemente eran mis hermanos. Me acomode entre mis almohadas acurrucándome entre las sábanas de mi cama deshecha. Cerré los ojos con fuerza no quería saber nada más ni de ellos ni de mí, solamente quería desaparecer por un rato. Justin tenía razón si había algo en que ambos coincidían ambos eran hombres y como tales eran unos idio*tas. Por un segundo dejé que todo se volviera negro y que las lagrimas siguieran corriendo por mi rostro.

-¡JASON!

Aquél grito retumbo en mi cabeza, haciendo que mis ojos se abrieran casi de inmediato, me levante sobresaltada de la cama y abrí la puerta, viendo como Justin pasaba corriendo por enfrente mío. Ese grito, esa voz yo la conocía. Salí corriendo tras mi hermano.

Allí estaban parados los tres, Jason, mi padre y mi madre. Los llantos ahogados de mi madre me partieron el alma. Una mano me detuvo en seco, Justin me detuvo para que no bajara, seguramente pensó que sería mejor que ninguno de los dos nos metiéramos, no tuve tiempo a reaccionar, mi cuerpo se había paralizado al ver las maletas al lado del cuerpo de mi hermano mayor, ¿Jason? ¿Él se iba a ir? Sentí como algo en mi cuerpo me tiraba para atrás, me aferre a Justin por un segundo la idea de que Jason se fuera me hacía mal, luego de lo que habíamos pasado ¿Él se iría?.

-¡No seré parte de esta Mier*da! -La voz enfurecida de Jason resonó nuevamente en mi mente- ¡Años he buscado la verdad y ahora que la tengo me alejare lo más posible de esta pu*ta familia!

-¡Tu no te irás a ningún lado Jason! -La reacción de mi padre fue tan extraña, nunca lo había visto así, parecía que el mismísimo diablo lo había poseído- ¡Es una estúpi*dez! ¡Esos malditos te han llenado la cabeza para ponerte en contra de las únicas personas que te quieren!

-¡Oh vamos Jeremy! ¡Deja el cinismo de lado! -Gritó Jason levantando los brazos y sonriendo irónicamente- No soy Justin, a mi no me van a engañar -miró por un segundo su reloj- ¡Me largo!

-¡No lo hagas hijo! -Sollozo mi madre mientras lo agarraba del brazo para que no cruzara la puerta, pero él se separó bruscamente de su agarre- ¡SOMOS TU FAMILIA JASON!

-No vuelvas a repetir esa mentira frente a mi -Jason los miró amenazantes a ambos, mientras con amargura tragaba saliva- Ustedes no son mis padres.

Luego el portazo rompió mi alma haciéndome casi caer, me aferre al pecho de Justin volviendo a llorar, no entendía que había pasado, ninguno de los dos entendía que estaba pasando, entendimos que Jason sabía algo que nosotros ignorábamos.

Gemelos explosivos♡. {Cancelada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora