El chico que no tuvo elección / The boy who had no choice.

Capítulo 11

VACACIONES DE NAVIDAD 

– ¡Hermione! ¡Hermione! ¡Llegarás tarde a clases! –Escuchó una voz muy distante.

– ¿Qué? –Murmuró tocándose la cara y volviéndose a acurrucar en su cama adoselada. Pero entró en sentido muy rápido y se sobresaltó sobre la misma. – ¡Qué! ¿Qué hora es? –Gritó con el cabello cubriéndole la cara.

–Falta media hora para entrar a clases. Será mejor que te apures. –Decía Ginny con tono preocupante, ella ya se encontraba vestida y lista para bajar a desayunar.

Hermione saltó de su cama, corrió a bañarse y a cambiarse.

–Harry. ¿Dónde está Hermione? –Interrogó Ron a su amigo.

–No sé. –Recorrió el pasillo con la mirada antes de entrar al aula de la clase de Encantamientos. –Pensé que como no fue a desayunar, estaría aquí. Tal vez está en la biblioteca y se le hizo tarde. –Harry negaba con la cabeza con curiosidad.

–No lo creo. A Hermione nunca se le haría tarde. Sería mejor ir a buscarla. Tal vez le pasó algo. –Harry tragó saliva, ambos estaban preocupados por su amiga. –Vamos. –Musitó Ron haciendole una seña con la cabeza a Harry.

Harry y Ron se dieron vuelta y caminaron fuera del aula. Pero pronto se vieron en el suelo, cuando alguien choco contra ellos con mucha violencia. Era Hermione que entró corriendo al aula cuando ellos intentaban salir.

– ¡Aaaay! ¡Ron! Estás pisándome la mano. –Dijo Harry en el piso, mientras Ron se levantaba.

– ¿Qué te pasó, Hermione? –Ron la miraba en el suelo con el cabello aún más enmarañado de lo que usualmente lo tenía. Harry se levantó y ambos la ayudaron a ponerse pie.

–Lo siento. Es que me quedé dormida. Pensé que no llegaría a tiempo. –Se miraba ansiosa. –Será mejor que entremos. –Sus dos amigos asintieron y entraron detrás de ella.

Durante toda la clase, Hermione actuó como siempre, estaba haciendo apuntes y contestaba las preguntas del profesor Flitwick, pero de vez en cuando, bostezaba involuntariamente. Cosa que a Harry y a Ron, se les hizo muy extraño.

Salieron de sus clases y Hermione acompañó a sus amigos al entrenamiento de Quidditch.

– ¿Hermione, segura de que estás bien? Te ves... mal. –Confesó Ron mirando las ojeras debajo de los ojos de su amiga. Hermione torció los labios y le miró mal.

– ¡Tengo sueño, de acuerdo! Anoche estuve estudiando hasta la madrugada, Solo dormí dos horas. Cosa que deberían de hacer ustedes. ¿Cuántas horas extras le han dedicado a estudiar para sus EXTASIS? –Respondió irritada.

Pero no solo estaba cansada por no haber dormido, estaba demasiado cansada por el hechizo que intentó llevar a cabo. Cuando Draco le dijo que era un hechizo difícil, tenía razón, estaba agotada.

Ron y Hermione siguieron peleando todo el camino desde el castillo hasta el campo de Quidditch. Harry decidió ignorarlos como siempre, no quería que lo contagiaran de su mal humor, él quería entrenar y distraerse de los exámenes.

Hermione fue a sentarse a las gradas y sacó un libro para estudiar. Ron y Harry siguieron caminando hacia los vestidores en donde se encontraba el resto del equipo.

– ¿Por qué tardaron tanto? –Inquirió Ginny mientras se hacía una cola de caballo.

–Acompañamos a Hermione al Gran Comedor por un zumo de calabaza, como no pudo desayunar. –Dijo Harry indiferente.

– ¿Les dijo por qué estaba tan cansada? Es muy raro, ella es la primera que se despierta en el dormitorio. –Dijo Ginny con expresión de intriga.