A veces vamos por la vida quejándonos de lo que nos falta. Reparamos en lo que perdimos y no podemos recuperar. Estamos demasiado ocupados en nuestras desgracias. No nos damos cuenta de que tenemos lo que muchos desean: un brazo, una pierna o algo tan sencillo y complejo como buena salud.
Me desperté a eso de las seis de la mañana con un concierto privado que Mónica me regalaba desde su baño. Cantaba: Monster - Rihanna x Eminem. A mi lado reposaba una rosa verde junto a una carta escrita en papel escarlata y tinta negra.
«Te estarás preguntando el porqué de la rosa, esa es mi manera de darte la bienvenida a un viaje sin regreso a la felicidad. El verde significa esperanza, y hoy quiero empezar a mostrarte que aún tienes millones de esperanzas para seguir sonriendo.
Me dices que moriste el día que tu madre murió. No lo dudo. Murió la Daniela Paz que vivía aferrada a la mano de mamá. Lo siento cariño, pero es hora de que enfrentes al mundo por ti misma. Este es el momento ideal para que renazcas, y yo espero a una Daniela renacida, una que sea capaz de recordar a su madre sin dejar de entender que al plano físico ya no puede traerla de vuelta.
No sé mucho de ti: ni lo que quieres ni lo que necesitas. Pero creí estar acertando cuando aquella mañana de desespero corrí como una loca para que los médicos te salvaran la vida. No es nada personal. Solo confío en que los humanos podemos evolucionar, y yo quiero que tú evoluciones. ¿De qué manera? Superando los malos momentos.
Tampoco quiero tachar de cobardes a los que se quitan la vida, pero creo que existen mejores maneras de sobrellevar el dolor. Hoy quiero llevarte a un lugar que puede ser tu despertar si así lo deseas.
Pd: la ropa que está en la cama es nueva, e incluso la interior. ;) Ponte hermosa que hoy tienes una cita con la vida.
Pd2: la toalla es mía, : ) espero que no te moleste. Puedes usar el baño de la habitación. Aunque si quieres puedes venir al mío y yo te baño. Nahhh es broma.
Pd3: ya Michel aceptó que pasaras la mañana conmigo. Te manda a decir que le lleves una torta. ¿Está de cumpleaños?»
Mónica Porter era muchas cosas. En ese momento era una caja de pandora después de abierta, porque me hablaba de recuperar las esperanzas que perdí la mañana que mi madre murió. Y aunque me sentía escéptica, necesitaba aferrarme a lo que me decía. Era cuestión de vida a muerte.
Acompañarla a ese viaje a la felicidad del que me hablaba, era conducir por el camino de mi siguiente desgracia segura. Yo lo sabía. Aun así estaba dispuesta a seguir el camino que su sonrisa empezaba a trazarme.
Ella podía mostrarme la esperanza, pero con ella también podía conocer el desamor y las trampas de un corazón enamorado. Mónica vivía con su novio, llevaban una relación desastrosa. Salvarla de esa fatalidad fue la única esperanza a la que me aferré.
Por eso no frené las mariposas de mi estómago. Ni le dije que prefería volver a mi vida sin ella. Que no importaba si nunca renacía, al fin y al cabo, a su lado también estaba destinada a morir.
A la media hora me encontraba lista. La esperaba en la cocina mientras desayunaba huevos revueltos. Ella los preparó. Demoró maquillándose. Yo ni siquiera me peiné, pero Mónica insistió en que ese día era el más importante de mi existencia. Buscó una crema para cabello crespo e hizo que luciera mi cabello como si fuera para una fiesta de gala. Me maquilló, y a veces sus labios estaban tan cerca de los míos que me provocaba besarla.
Le pregunté varias veces a dónde me llevaba. Ella respondía que mantuviera la calma. Me indicaba el camino mientras yo manejaba. La ventana estaba entreabierta y un viento frío se apoderó del interior del coche. De camino ella iba bailando la canción Más de Cien Mentiras - Joaquín Sabina. La música sonaba desde el celular, y con cada movimiento de su cuerpo se entregaba a la brisa de la mañana, a las notas musicales, al momento y a la felicidad. Esa era su filosofía: disfrutar el instante y nada más.
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La segunda oportunidad - Romance Lésbico
Fiksi RemajaElla me hablaba de esperanzas, pero ganarme su amor fue la única esperanza a la que me aferré. Fue mi amor con mentiras y mi mentira sin amor. Aunque sufrir por ella era el precio que debía pagar para aprender cosas que de otra manera yo no hubiese...