.09

68 14 1
                                    


—Muy bien, espero...—coloque el plato frente a él—Qué te guste—complete sentándome al frente suyo.

—No creí que supieras cocinar—mencionó algo sorprendido tomando los cubiertos.

—Solo digamos que los tutoriales en internet son útiles—admití algo avergonzado.

—Muy bien—habló terminando su bocado—Háblame de nosotros...de ti, de mi, de nuestra relación.

—Nosotros—baje la mirada—Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que escuché esa palabra—le dije sonriendo—Bueno, yo soy fotógrafo y tú trabajabas en una escuela de arte, dónde se enfocaban en el baile, el canto, la actuación y todo eso.

—¿Ahí nos conocimos?—preguntó levantando sus dos cejas.

—En realidad te conocí en un parque en el que estabas haciendo ejercicio—respondí riendo un poco.

—Oh, vaya—sonrió.

—De hecho, si soy sincero en este momento—me aclaré la garganta—Me gustaría visitar cada lugar e ir explicándote.

—Oh, me parece una maravillosa idea—dijo sonriente mientras asentía con la cabeza.

—Por ahora, quisiera saber que ha sido de ti este año, ¿Qué pasó? No logro explicarme cómo es qué...tú.

—Tampoco recuerdo mucho—interrumpió—Desperté en una habitación con un dolor de cabeza insoportable y no sabía que había pasado conmigo.

—Debió ser difícil—susurré tragando con dificultad la saliva.

—No creo qué tal difícil como lo que tú pasaste—respondió sinceramente.

Los seres humanos tienen la extraordinaria capacidad de viajar mentalmente en el tiempo, yendo atrás y hacia delante en nuestras mentes a voluntad.
Podemos recordar cuando estábamos en la escuela primaria, o imaginar que la próxima semana estaremos, no sé, sentados sobre una toalla en la playa mirando a los delfines nadar en el horizonte.

Quizá para el, los eventos pasados se experimentan casi como si hubieran sucedido en tercera persona, como si hubieran sido las vivencias pasadas de alguien más.
Y hasta cierto punto todos hacemos esto, olvidando la mayoría de las cosas que nos suceden.
O al menos, eso era lo que mi madre había determinado. 

—En fin, es tarde—dijo levantándose de la mesa—Creo que debería regresar a casa.

—¿Por qué no te quedas?—pregunté algo indeciso—Tranquilo, tengo otra habitación.

🍂 𝐴𝑉𝐸𝑁𝑂𝐼𝑅 / 𝐾𝑂𝑂𝐾𝑀𝐼𝑁 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora