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Salimos de aquel ascensor y caminamos por el largo pasillo que conducía a los departamentos de ese piso, me detuve frente a la puerta color gris, él hizo lo mismo, respire profundo y marque el código para abrir.

—Adelante por favor—mencioné dejando que él entrará primero.

Quito sus zapatos en la entrada y se adentró, sus calcetines tocaban la madera mientras caminaba observando nuestro hogar, o al menos lo que quedaba de él. Su rostro me mostraba a un chico confundido, sorprendido. Cuándo terminó de analizar por completo aquel departamento, comenzó a observar con detenimiento cada foto colgada en las paredes de color gris, fotografías de él y yo. Retratos sobre los estantes, dónde éramos verdaderamente felices.

Un secreto que era tan obvio para todos, menos para él.
¿Realmente, jamás me recordaría.? Me pregunté.
Así que lo miré, y hablé.

—De ahora en adelante, te hablaré solo con la verdad—dije casi en un susurró— Un día me desperté pero ya te había perdido.

—Lo cierto es que, todo en mi cabeza está nublado, esté sentimiento de confusión es muy extraño—exclamó tomando su cabeza.

—Déjame mostrarte, déjame ayudar a que ese sentimiento terminé viéndose totalmente claro.

En serio quería que aceptara, que no me dejara, porqué yo, nunca aprendí a dejarlo ir.
Tomé su mano con delicadeza y crucé mirada con él.

—Ahora que te encontré, ni siquiera puedo imaginar un mañana sin ti, no puedo pensar en nada más, siento que voy a volverme loco. Sin embargo...tampoco voy a presionarte, jamás podría obligarte a algo.

Él, bajó la mirada y luego la dirigió hacia un enorme recuadro que adornaba y que en definitiva sobresalía en la sala, en el nos hallábamos los dos.

Aquel día había sido uno de los recuerdos más felices de mi vida, el clima era realmente bueno y decidimos hacer un día de campo, jugamos toda la tarde, comimos, leímos, después yo decidí capturar aquel instante, así que posicione la cámara frente a nosotros, Jimin, aprovechando que yo estaba en el suelo, me tomó por los hombros y una genuina sonrisa adornó nuestros rostros, justo en ese momento la foto fue tomada.

—Seguía preguntándome porqué venías a mí sin ninguna razón—susurró admirando aquella foto, siendo testigo de lo feliz que era—Pero...lo supe al leer la carta, y ahora lo confirmo al mirar este cuadro.

Su sonrisa llegaba hasta mi a través de la poca distancia entre ambos, una sonrisa demasiado bonita, él me la estaba regalando a mi, y sólo a mi, haciendo que las mariposas en mi estómago despertaran y revolotearan, nadie podía hacerme sentir esto.

En otro mundo, en otro planeta, en otra realidad, en otro plano, en otra cama, en otro piso, en otra ciudad, en otro país, en otro momento, en otro sitio...pero a su lado. Siempre estaría a su lado, cuando llorará, gritará, se riera, cuando hiciese frío, calor, en el agua, en el aire, en medio de una tormenta, en mitad de un desierto, en una playa paradisíaca o en cualquier momento que quisieran, pero que no me dejara nuevamente.
Pues el, era eso que buscaba mi alma cuando se sentía perdida.

—¿Cómo es eso posible?—exclamó mi hermano atónito—¡¿No estoy volviéndome loco?!

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—¿Cómo es eso posible?—exclamó mi hermano atónito—¡¿No estoy volviéndome loco?!

—Necesito ver un doctor ahora—contestó Namjoon dándole un trago a la botella de agua.

Habían llegado en el momento justo cuando Jimin salía. Los demás era caos, cuestionamientos y desorden de pensamientos.

—Les dije que estaba diciendo la verdad—mencione fastidiado.

—Es que Kook—suspiró tomándome del hombro—Trata de entenderme, yo estuve presente cuando el doctor dijo que el...tú sabes y ahora resulta que no.

—Trata ahora de entenderme a mi y ayúdame a que él me recuerde.

Jung soltó un fuerte suspiró.

—¿Le has dicho a mamá?—fue lo único que dijo—Quizá ella pueda ayudarnos a entender toda está situación.

—Aún no, pero se lo diré esta noche.

🍂 𝐴𝑉𝐸𝑁𝑂𝐼𝑅 / 𝐾𝑂𝑂𝐾𝑀𝐼𝑁 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora