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Horas.
Horas eran las que llevaba ahí parado frente al café observando cómo atendía a los clientes.
Comenzaba a sentirme raro, todo un acosador.
Por lo que decidí caminar de un lado a otro y así no llamar tanto su atención.

Muchas veces le había expresado cuanto lo quería, pero sentía que nunca fue suficiente. Mucho menos ahora que creía que acercarme no era correcto.

¡Él había olvidado lo que era quererme!

Varias veces llegué a pensar que solo fuimos fugaces en la vida del otro, sólo un capítulo, uno muy hermoso, y quizá debería quedarse así, era momento de pasar de pagina.
Pensé por un determinado segundo que seguir con mi vida no sonaba tan mal. Olvidar todo, porque si él pudo, ¿Por qué yo no?
Pero...Realmente, ¿Podía hacerlo? ¿Qué otra alternativa tenía?

—¡Oye, tú!—se escuchó al otro lado de la calle haciéndome tensar.

—¡Rayos!—espete cubriendo más mi cara con la gorra que llevaba puesta, pero de nada servía, él ya me había descubierto.

—¡Quédate quieto! Es una orden—gritó detrás mío sin dejarme otra alternativa más que hacerle caso.

—Hola..—respondí nervioso por fin dirigiéndole la mirada.

—Hablemos—exclamó dando media vuelta, entrando nuevamente a aquella cafetería.

—¿Por qué estás haciendo esto?—me preguntó algo alterado—Llevas horas observándome desde el otro lado de la calle, ¿Creíste que no lo había notado?—el tono en que hablaba bien pudo sonar furioso, sin embargo no me importaba

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—¿Por qué estás haciendo esto?—me preguntó algo alterado—Llevas horas observándome desde el otro lado de la calle, ¿Creíste que no lo había notado?—el tono en que hablaba bien pudo sonar furioso, sin embargo no me importaba.

—Escucha, no soy un acosador ¿De acuerdo? Te conozco—traté de calmarlo.

—No, no es verdad, no lo haces y yo jamás te he visto—respondió confundido.

—Mira, yo estoy igual de confundido que tú, no sé cómo es que sigues con vida, ni cuál es el motivo del porqué tú no me recuerdas, pero esa es la verdad.

—Es que acaso ¿Alguna vez estuve muerto?—preguntó burlón, incrédulo.

Y es que si alguien me dijera lo mismo, también lo tomaría de a loco.

—¡Así es!—espeté tomándolo desprevenido.

—¡Estas demente!—respondió levantándose de la silla abruptamente—Y no vuelvas a este lugar a menos que quieras comprar un café.

—Jimin, espera—mencioné tomándolo del brazo y sorprendido se giró.

Me analizo por unos segundos, las palabras se le atoraban en la garganta, se volvió pálido.

—¿Cómo sabes mi nombre?—preguntó zafándose de mi agarré con lentitud .

—Te lo demostraré, tú volverás a recordarme—exclamé caminando a la salida haciéndolo confundir aún más—¡Lo harás y todo volverá a ser como antes!

—Te lo demostraré, tú volverás a recordarme—exclamé caminando a la salida haciéndolo confundir aún más—¡Lo harás y todo volverá a ser como antes!

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—¿Estás seguro?—preguntó Namjoon sentado en el sofá—¿No te estás volviendo loco?

Pero no le preste atención, ni mente estaba enfocado en otras cosas más importantes m.

—¿Vamos a ver a un especialista Kook? Puedo acompañarte sin problema—soltó serenamente tomando mi hombro con delicadeza.

—Te estoy diciendo la verdad, yo lo vi, está vivo—dije revolviendo los papeles—Entro después de que yo me fui, bien pudiste ser testigo.

—Estaba enfocado en otras cosas, ¿Por qué me importaría mi alrededor en ese momento?—contestó regresando su vista al celular—Aún sigo creyendo que lo mejor es llevarte con un doctor, no puedes seguir viviendo así—susurró más para sí mismo.

—¿Dónde la guardé?—exclame algo fastidiado mientras revolvía papeles y más papeles, en los cajones, en el escritorio, en cualquier parte donde pudiese estar.

—¿Qué cosa?—preguntó mirándome.

—No soy bueno para expresar mis sentimientos, bien lo sabes—suspiré dejándome caer al piso—No podía hacerlo directamente, por ello, escribí cientos de cartas.

—Creí que se había confesado en el autobús camino al trabajo, al menos eso fue lo que me platicaste.

—Si, pero eso no estaba planeado—mencioné rodando los ojos—Siempre quise darle esto.

—Y...¿Crees que si lee las dichosas cartas, automáticamente te recuerde?—preguntó con cierto tono burlón.

—Si—respondí siendo un completo iluso, continuando con mi búsqueda.

—Ingenuo—espetó mirando otra vez su celular— Pero bueno, no pierdes nada con intentarlo.

—Aquí está—grité emocionado y con mucha delicadeza abrí el sobre, saqué la hoja y la desdoblé.

"Jimin:

Algo de ti y de tu forma de ver la vida me está llamando, creo que empiezas a despertar sensaciones que creí olvidadas hace tiempo y eso... me hace bien. Me hace bien tu forma de mirarme, tu forma de acercarte, tu decisión y esa pasión con la que hablas y debo aceptar que empiezas a gustarme, más de lo que estoy dispuesto a admitir.
Soy complicado, intenso muchas veces y la mayoría del tiempo hablo sin parar, pero contigo, casi nunca sé realmente que decir. Y yo no sé si puedes lidiar con eso, vivo un ying y yang de forma total, pintó millones de estrellas en el cielo, te escribo cartas de amor que quizá nunca leas, pues no sería tan valiente como para mandarlas.
No puedo seguir negando que cada vez que te miró, mi corazón se pone a latir de manera desenfrenada, tienes el poder de hacer que todo a mi alrededor se ilumine. El tiempo a tu lado toma un rumbo diferente y se pasa a una velocidad increíble, demasiado rápido. Cuando estamos juntos consigues que el resto del mundo se paralice. Me sigo poniendo nervioso cuando tenemos una cita, pero me encanta esa sensación porque se que, al final, voy a pasar un rato impresionante junto a ti. Por eso quiero proponerte algo: quiero que esto vaya a más. Pensar que vaya a menos no es una alternativa para mí. No quiero y creo que tú tampoco lo quieres.
¿Y si lo hiciéramos así a partir de ahora? ¿Tú, yo? Un equipo."

Att: JK

🍂 𝐴𝑉𝐸𝑁𝑂𝐼𝑅 / 𝐾𝑂𝑂𝐾𝑀𝐼𝑁 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora