C A P Í T U L O 19

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Aquella noche Auron no pudo dormir, ya lo había hecho por un mes entero, ahora lo que necesitaba era estar activo, hacer lo que sea. Investigar sería una buena idea, incluso meterse en los archivos del gobierno podría ser una opción de no ser porque era una opción suicida, si alguien lo atrapaba colándose en cualquier instalación del gobierno se volvería el más buscado del país.

Además, salir no era una opción, no cuando su vida dependía del detective. Salir podría malinterpretarse con escapar o hacer algo a sus espaldas, sabía que no podía hacer mucho sin que provocara desconfianza.

Suspiró, sumido en el silencio y la oscuridad de la habitación que Reborn le había prestado, miraba el techo con desinterés. A primera hora Reborn le prometió regresar a la comisaría y hablar con Axozer y encontrar nuevas discrepancias suficientes para poder meter las narices en archivos gubernamentales.

—— Que horrible … atrapado en … cuerpo... moverte... ——

Dio un brincó en la cama cuando escuchó una voz como si tuviera alguien justo a su lado, pero no había nadie, era producto de su mente.

—— Una rata … trampa...  ——

Volvió a escuchar esa voz que no llegaba a reconocer.

—— Puedes fingir … el pasado …. una cicatriz… borrar... ——

Algo le dió un escalofrío, como si realmente hubiera alguien junto a él, pero por más que miraba a su alrededor sólo podía confirmar que estaba más solo que la una.

—— Yo sé quién eres... ——

Se levantó de su lugar, sea lo que sea lo que estaba escuchando ya no quería oírlo más, no podía con la sensación que le causaba esa voz. Tenía que hacer algo, mantenerse ocupado en lo que sea.

Con los nervios a flor de piel salió de esa habitación y regresó al salón, miró el reloj, eran las cuatro de la mañana, aún faltaban tres horas para que Reborn lo llevara a comisaría. No podía esperar tanto o terminaría en un ataque de ansiedad.

En su momento no dijo nada respecto al coma, ya tenía demasiados problemas, pero entre la pérdida de memoria y haber estado en coma durante un mes se sentía desorientado, no imaginaba la de problemas que eso debió causar y todas las cosas que se perdió, un mes entero sin recuerdos. Le aterraba pensar que pudo haber muerto o que jamás hubiera despertado, nunca volver a ver a sus amigos, sin despedirse.

Cerró los ojos y tomó con brusquedad su cabello, estaba mucho más largo de lo que recordaba y no entendía como no se dió cuenta de eso antes, se obligó a olvidar el tema, dejar de pensar en el pasado y mejor ver hacia adelante como siempre hacía. Al abrir los ojos buscó algo para entretenerse, algo debía de haber en esa casa apenas equipada.

Mientras buscaba algo que hacer escuchó su estómago gruñir de hambre. Según lo que dijo Reborn, hace dos días que no comía nada, así que si pensaba en eso se comenzaba a sentir hambriento.

— Si no tiene ni una línea telefónica qué va a tener un tomate. — Soltó al aire, sabiendo que nadie podría escucharlo.

Se dirigió a la cocina por pura curiosidad, algo debería tener que fuera comestible, mínimo un pan duro tendría qu haber.

A paso ligero avanzó los metros que debía caminar y al llegar a la cocina pudo notar que estaba prácticamente nueva, un par de platos sucios y algunas tazas en el la tarja y una olla vacía en la estufa, no había nada más en esa cocina. Abrió las alacenas y sorpresivamente había algunas frascos y latas de conserva, entre ellas había un frasco con buen aspecto con algunas aceitunas, su estómago volvió a gruñir de sólo verlas.

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