C A P Í T U L O 12

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Me morí... PERO SOBREVIVÍ

~La trustes

•••

El resto del camino Auron se la pasó dando mimos al gato, quién se dejaba hacer con facilidad, mutuamente se quitaban la ansiedad de la horrible sensación de ser perseguidos.

Reborn no pasó por alto el comportamiento de ambos, a veces alejaba la mirada del camino sólo para verlos jugar como niños. Mentalmente agradecía al gato, parecía haberle devuelto la alegría a Auron con mucha facilidad e hizo el camino de regreso más ameno para todos. En minutos llegaron a la comisaría y con el gato aún en brazos de Auron se dirigieron hasta el forense, donde Axozer miraba con atención a través de un microscopio algo que Auron era incapaz de ver. Llevaba auriculares encima, y parecía anotar cosas en una libreta sin percatarse de que tenía tres pares de ojos encima.

— Axozer. — Llamó Reborn con voz fuerte, pero nada. — ¡Achoche! — Gritó en un tono chillón que Auron jamás se imaginó sería capaz de hacer, está vez consiguió que el más joven levantara la vista de golpe y se quitara los auriculares torpemente.

— Que maldito... — Susurró tocando su pecho al mismo tiempo que veía al responsable del susto. — Me cago en tus muertos.

— Tienes visitantes, atiendelos como debe ser, coño. — Con calma Reborn se quitó el saco y lo dejó en la silla donde antes había estado sentado. La mirada del más joven automáticamente reparó en los dos extraños

— ¡UN GATITOOOO! — Exclamó en cuanto vió al felino en brazos de Auron y se acercó con rapidez para intentar tocarlo.

Pero el gato lo vió con pánico y trepó por Auron hasta acomodarse en sus hombros, con la cabeza de Auron como escudo.

— Ostia, que es enorme. — Expresó viéndolo a un par de pasos. — ¿Reborn, como se te ocurre meter a un gato aquí? Tendré todas las muestras con pelos.

— Él es una evidencia, así que se queda. — Habló Reborn mirando los papeles que recién Axozer había organizado.

— ¿Y tu amigo? — Preguntó mirando a Auron.

— Soy Auron. — Se presentó rápidamente. — Y no creo que amigos sea la palabra correcta... — Respondió ligeramente incómodo.

— ¿Novios? — Preguntó con auténtica ingenuidad, no había malicia en la pregunta.

A la distancia escucharon a Reborn ahogarse con su café frío  de esa mañana. — ¿Cómo cojones llegaste a esa conclusión?

— No, somos más como... Colegas, o... Compañeros temporales. Le ayudo en el caso.

— A — Soltó sin más, ahora él estaba incómodo. — ¿Y qué pasa con el gato? — Cambió de tema rápidamente.

Auron hizo lo posible para quitarse al gato de encima, pero era arañado y mordido cada vez que hacía el intento de tomarlo. — Me cago en la puta, ¿Quieres bajar de ahí gato? Me vas a romper el cuello. — Y ni hablar de como se aferraba a su ropa con sus garras, atravesaban la tela y estaba seguro de que si pudiera verse la espalda tendría una cantidad de rasguños espectacular.

— El gato puede que haya visto al asesino, si lo vió puede darnos indicios faciales y tener algo que meter al sistema para que comience a buscar perfiles similares.

— ¿Y quién va a hablar con él?

— Estaba pensando en ello. ¿El comisario está de servicio?

— Creo... Tampoco es que suela bajar seguido, aquí se olvidan de mí.

— Ajá. — Reborn miraba su móvil, tenía bastantes llamadas que hacer.

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