El Juego Apenas Comienza

Capítulo Veinte; ¡Feliz cumpleaños!

Sábado 6 de junio. Hora: 5:20 am.

Hoy era el peor día de la existencia.

Me levante con mucha pereza y desbloquee mi celular.

Puse el marcador rápido y tres pitidos después me atendieron.

-Hola- dijo con voz ronca. Y sexy.

-Brad, soy Maddie, nos vemos en diez minutos en el living.

-Maddie ¿Por...?

No le di tiempo de contestar porque colgué, camine hasta la ducha y en unos tres minutos salí, la suerte era que hoy no era turno de lavarme el cabello, si no, hubiera tardado más, me coloque unos jeans blancos rasgados, unas converse negras, una camisa rosa pálido holgada y mi chaqueta negra, tome el bolso que había alistado ayer en la noche y salí sin hace ningún ruido hacia el elevador.

Puse la clave y entre suspirando aliviada, baje en el living donde Brad se veía algo adormilado pero sexy, porque el siempre esta sexy, maldito.

-Hola- dije con la mejor sonrisa inocente que pude poner.

-¿Qué hacemos a las 5:30 en living Maddie?

No le podía decir, al parecer no sabía así que no podía decirle, no, no, no.

-Solo quería escapar contigo- dije y al parecer no lo convenció mucho- además Thom y David te podrían matar si se dan cuenta de que pasamos todo el día juntos ¿No crees?

-Tienes razón- ahora si parecía que lo creyó.

-Bien, vamos al estacionamiento, tenemos todo un día por delante.

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Brad y yo después de que salimos del estacionamiento condujimos hasta Manhattan, un par de horas después nos encontrábamos en un Starbucks, después de que me una camarera tomara nuestro pedido se fue.

-¿Crees que los chicos se preocupen por nosotros?- hablo Brad.

Me encogí de hombros- No lo creo. Hasta que Thom y David se den cuenta de que tu no estas, entonces ahí se armara la tercera guerra mundial.

-Que no se den cuenta pronto- dijo algo asustado.

Después llego la camarera 'mira mis bubis' y después de darle su número a Brad 'convincentemente' se fue.

-Dame ese papel- dije normal.

No, no soy celosa, pero tampoco idiota, y no, no iba armar una escenita solo iba a arreglar la cosas al estilo Maddie ósea 'fucking death'.

Brad me extendió el papel como si de nada se tratara y procedimos a comer nuestro delicioso muffin y café.

Después de terminar de comer camine a la caja a pagar donde estaba 'mira mis bubis' le di una sonrisa algo (muy) forzada y después de pagarle le extendí el papel a lo que sus mejillas de inmediato se pusieron color carmesí.

-Mi novio no necesita tu número, gracias linda- dije con una sonrisa falsa resaltando la palabra 'mi'

Brad y yo salimos de ahí dirigiéndonos a ver la estatua de la libertad.

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Después de tomarnos múltiples fotos con la estatua de la libertad de fondo fuimos al museo metropolitano de arte que es donde estamos ahora, adoro este lugar, es totalmente hermoso, hay tantas obras que creo que podría morirme aquí mismo, amo las obras de la gente, como se expresan atreves de ellas, el amor y la entrega que le ponen a cada detalle, como cada centímetro de eso revela y reflejan lo que son, no soy una gran fan de Picasso o cualquier otro pintor famoso, pero me gusta el arte es algo que adoro.