El Juego Apenas Comienza

Capítulo Treinta y Seis; Mi tercer comienzo.

{Chad en multi}

Los días eran contados. Diecinueve días pasaron ya desde que se fue. Diré que soy fuerte y estoy sobreviviendo, pero la verdad no es así, cada día duele más su ausencia, y cada día mi vida se llena más de oscuridad, y eso es algo que solo él puede alumbrar.

La práctica comenzó hace una semana, estoy en la empresa del amigo de papá, el señor se ha mostrado muy contento con mi trabajo, y a mí me agrada su dirección, puedo decir que es alguien muy sabio en sus decisiones, y busca el bien empresarial sin hacer ningún tipo de daño en otra área. Chad esta en otro lugar, no es tan lejos pero al menos tienes que sacar tres horas de tu tiempo para ir.

Las cosas están bien en la parte académica, pero en lo sentimental no puedo decir lo mismo, no sé, todo está mal, todo se desmorona, prometí no volverlo a hacer, no dejarme vencer, pero siento que esto es más fuerte que yo.

Y tengo miedo de que me acabe.

[***]

Un año paso desde que Fritz se fue, en al menos seis meses terminaré la universidad y al fin seré libre. Mis notas se han mantenido, he sido de las mejores de la clase, mi carrera va genial y tengo un puesto asegurado en una gran empresa. Pero eso no quita el dolor, eso sigue ahí, esa espinita aun me molesta. Fritz se fue, y desde eso, no he vuelto a saber de él, me ha escrito al menos dos E-mails, de los cuales no he contestado ninguno.

Duele, y sé que a él también. Eso está ahí constante, el recuerdo, nunca pensé que después de todo volvería a estar así por alguien, pero aquí me tienen, sufriendo por alguien, solo que esta vez, ese alguien vale la pena.

Fritz lo vale.

-¿Estas lista? - pregunta, Chad.

-Si - respondo, desganada.

-Vamos sonríe - dice, mostrando su hilera de dientes.

-Sonrió - digo, fingiendo una sonrisa.

-Sabes que muchas se mueres por estar en tu lugar.

-¡Lo sé! Dar a ellas la oportunidad.

-No. Quiero que tú seas mi musa personal.

-No prefieres a Estella - digo guiñándole un ojo.

Su cara se tiñe de rojo- Olvidemos eso ¿Si?

Resulta que Chad es algo raro, perdió su virginidad con una sexy brasilera llamada Estella, la chica es toda caderas y busto exuberante, es muy cariñosa y buenas persona, me agrado al momento de conocerla, y Chad es algo raro ya que tuvo algunas citas con ella y ahora pues... Ella lo desvirgó. Ni siquiera fue un hombre.

-¡Basta! Eso... Ya paso.

-Y te gusto - digo, sonriéndole de lado.

-¡Dejemos eso atrás! - grita.

Río. Lo tomo de la mano y vamos a su exposición.

[***]

Seis meses.

-¡Chad! ¿Estás listo?

-¡Un momento!

-¡Chad! ¡Tres minutos!

-¡Ya estoy! - dice, saliendo del baño.

La túnica azul turquesa hace perfecto contraste con su piel, su birrete esta algo de lado. Sonrió y me acerco, le acomodo el birrete y beso su mejilla.