Capitulo Ocho; Zanahoria rallada, cita y de vuelta en casa.

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Ya había pasado casi una semana desde el reto de Brad, el muy puto se vengó de mí y la próxima semana, el último día de escuela me toca hacer un bendito - por no decir maldito - reto, pero adelanté el mío, para que los dos pasemos la vergüenza juntos.

Y justo hoy viernes estoy en mi habitación, leyendo un libro llamado cien años de soledad, es interesante debo decir, pero siéndoles sincera no estoy mucho con el libro. No estoy en el instituto porque no había clases gracias al cielo, me siento orgullosa de mi misma por ayudarle a Brad con su miedo a las alturas, se sintió bien ayudarlo aunque sea un idiota, unineuronal, estúpido, gilipollas, mujeriego...

-Maddie vamos a salir - dijo, Rai, desde la puerta de mi habitación, interrumpiéndome de mis insultos mentales a Brad.

-Vamos con algunos de los chicos por un helado ¿Vienes? - pregunta, Kim, también desde la puerta.

-Paso, vayan ustedes y vuelvan a tiempo para que preparen el almuerzo.

Últimamente todos comíamos juntos y, cuando digo todos, es todos; Matt, Gale, David, Liam, Steve, Thom, Brad, Kim, Rai y yo. Cada uno se turnaba para cocinar y por desgracia hoy me tocaba a mi ¡Mierda! Me les quería escapar, porque la verdad no tengo ganas.

-Ah no, señorita - dijo, Rai. - Tu harás el almuerzo porque te corresponde y no se diga más - le saque la lengua, ya se muy infantil - y no me saques la lengua ¿Ok?, haz fideos con zanahoria rayada, y punto, venimos en tres horas - dijo, mama.

Puse una mirada malvada - ¿Con que fideos con zanahoria rayada?

-Sí, y punto - dijo, Rai - adiós.

Ambas se fueron dejándome sola en mi habitación, si querían fideos con zanahoria rayada, eso tendrían *insertar ojos malvados y sonrisa malvada*

[...]

Ya toda la comida estaba servida y esperaba a los chicos con una gran sonrisa en el rostro, y no una sonrisa de lo más paternal déjenme decirles, si, así como piensan, una sonrisa mala... no sabía lo que les esperaba. Bueno, ellos se los buscaron.

Estaba tomando un vaso con coca cola, cuando una manada de rinocerontes cagados llegaron por el ascensor entre mucho ruido, todos venían riendo, pero yo reía más por lo que estaba a punto de suceder.

Como comida hice fideos con zanahoria rallada, ensalada, una salsa de tomate picante (cabe decir que esta buenísima) más coca cola, ya que no tenía nada natural, ahora todos hacíamos juntos las compras, solo que en otro supermercado, en el de la última vez nos prohibieron la entrada.

Ahora salen con que no se pueden hacer carrera de carritos. ¿Lo pueden creer? La gente es muy injusta. Intentamos entrar una vez más y nos sacaron a patadas, ahora tienen nuestras fotos con un letrero que dice "PROHIBIDA LA ENTRADA A ESTOS JOVENES, SON PELIGROSOS PARA LA SOCIEDAD" ¿Lo pueden creer? Ahora que somos peligrosos para lo sociedad, la gente está muy loca de verdad.

Los chicos paran de reír, se dirigen a la mesa y cada uno se sienta en su debido campo, ven la comida. Todos jadean por la sorpresa y molestia, me ven con el ceño fruncido, aunque Rai esta roja y esa vena de su frente y puño van a reventar.

-¿Se. Puede. Saber. Qué. Es. Esto? - pregunto, Rai, pausadamente reteniendo la ira.

Me encogí de hombros - Tú fuiste muy clara, me dijiste que hiciera espaguetis con zanahoria rayada y eso hice.

-¡Esos no son espaguetis con zanahoria rayada! - exclamo, furiosa.

Les di una mirada a los chicos, que se estaban aguantando la risa poniendo puños en sus bocas o mordiéndose los labios.

Tome una zanahoria - Si lo son, lo vez aquí, esta rayada.

Rai está roja, como dije es nuestra mama. Salgo corriendo y escucho que vienen atrás mío, es obvio que es Rai, corre detrás mío tratando de alcanzarme y seguramente matarme.

¿Se preguntan porque está enfadada? Bien, no quería cocinar y me vengue. ¿Cómo? Herví los espaguetis y después los serví, tome las zanahorias, las lave y seque, tome un marcador y las raye, a ver ¿Díganme si no es cierto que eso fue lo que ella me dijo?, yo solo seguí órdenes, a la próxima que sea más específica.

[...]

Ya estaba jadeando, Rai estaba frente a mí con las manos en las rodillas y la cabeza gacha mientras recuperaba el aire, yo estaba de la misma manera, está loca psicópata llevaba una hora persiguiéndome sin control, ¿Y qué hicieron mis "amigos"? alentarnos y grabar, los muy putos no nos detuvieron ni nada.

Gracias al cielo que a Rai se le había quitado lo enojada. Una vez descansada, nos sentamos en el comedor a comer.

No, ni modo que a cagar.

Cállate estúpida.

Nos sentamos a comer, después de calentar la comida y la salsa, al final a todos les gustó mucho la comida y me felicitaron por ella, yo hice una reverencia rara de agradecimiento.

[...]

Son las tres de la tarde y voy de salida, después de correr como loca con Rai tuve que ducharme, justo estaba saliendo de la ducha, busco algo rápidamente y me visto. Tomo mi bolso converse color negro gastado y echo mi cartera, audífonos, IPod, IPhone, Tablet y ordenador, sí, todo eso, pero es que soy una fan de la tecnología.

Voy al ascensor y me encuentro con... ¡Ay diablos!

-¿Para dónde vas? - pregunto, Kim.

-Voy a salir con Thom, me pidió que le ayudara en algo.

-Oh bueno, que te vaya bien - dijo, Rai.

Me subí al ascensor, uff, me salve con las justas, baje hasta el living donde estaba esperándome Matt, si, con él iba a salir, vamos a planear la cita que es para mañana.

-¿Nos vamos? - pregunte.

-Vamos.

-Bien, pero no quiero caminar, así que me llevaras en tu espalda.

Iba a decir algo pero guardo silencio.

[...]

-Mierda Maddie, pesas como una ballena que acaba de comerse un elefante - dijo, Matt, jadeante.

Me encogí de hombros - No tengo la culpa de que seas un debilucho, mi peso es de sesenta y unos muy pocos kilos, tu pesas el doble y aun así no me aguantas.

Este solo volcó los ojos.

Llegamos al parque y manos a la obra, comencé con el ordenador a buscar algunas cosas mientras que el buscaba otras con la Tablet y, con los celulares llamamos a los chicos para que nos ayudaran, con el IPod y los audífonos seleccionábamos la música... al final si sirvió todo lo que traje.

Después de tres horas sentada en el estúpido parque con mis amados aparatos electrónicos, fuimos por lo que necesitábamos, ya tenemos la lista de todo y todos los chicos - obvio, menos una - están enterados de la cita, encontramos todo y a las diez ya estábamos subiendo por el ascensor.

-Bien Matt, los chicos y yo te ayudaremos con todo, no te preocupes, pero ve, date una ducha y ponte guapo para que le pidas salir contigo ¿De acuerdo?

-Bien.

Baje del ascensor y me tire al sofá, había sudo un día cansado.

[...]

Ya son las once de la noche y las tres estábamos sentadas en el sofá viendo The Drop Dead Diva, es demasiado divertido ese programa, me encanta. Se escuchó el ascensor abrirse y dejo ver a un Matt un poco pálido, entorne la mirada para que supiera que no tenía que estar así y se tranquilizó un poco.

-Hola Matt - lo salude, como si fuera lo más normal.

-Hola chicas.

-¿Necesitas algo? - pregunto, Rai.

-Sí, venía a hablar contigo.

-¿Conmigo?

-Sí. ¿Chicas nos pueden dejar solos?

-Claro - respondimos, Kim y yo, al unísono.

Caminamos por un lado de la cocina hasta "llegar a mi habitación", la verdad nos quedamos a un lado de la cocina, queríamos escuchar, por si se lo preguntan, a la que le gusta a Matt es a la rubia, Raidell.

Kim sabía todo desde un principio, hasta me llego a comentar que pensaba que esos dos se gustaban lo cual es cierto, porque a Rai le gusta Matt, decía que era un chico guapo y cuando lo veía lo observaba más de lo aceptable. ¡Ah, sí! también nos lo dijo, disculpen el detalle.

-¿Qué necesitas hablar conmigo? - pregunto, Rai.

-Eh - carraspeo. Idiota - me preguntaba si...

-¿Si? - pregunto, Rai, con cara de emoción aunque trata de cubrirla, pero yo la conozco.

-¿Si querías salir conmigo? - dijo, finalmente Matt.

-Si - dijo, Rai, con una sonrisa de oreja a oreja.

A Matt literalmente se le ilumino la cara y luego la beso suav... Esperen ¿QUE? ¿QUE MATT QUE? Saque mi IPhone y les tome una foto que salió perfecta, vi a Kim que estaba con una sonrisa de cómplice pero al mismo tiempo en shock. Salí de mi escondite y carraspee un poco para que me escucharan.

-Eh... Mmmr, Mmmr.

Ambo se dejaron de besar y nos vieron sonrojados como un tomate, no lo soporte y caí al suelo en risas, estos dos...Dios, que divertidos, se sonrojaron porque los vi besándose.

-Te veo mañana a las ocho, buenas noches - se despidió Matt yendo al elevador.

-Buenas noche s- respondió, Rai.

Las puertas del elevador se cerraron y trate de parar de reír, luego de unos minuto lo conseguí, Rai y Kim me veían con una gran sonrisa, acto seguido las tres dimos saltitos y risas, gritos y bailes raros de la emoción, Rai estaba que no cabía de la felicidad, yo igual por ella y la sorpresa que teníamos para mañana.

[***]

-¿Chicas creen que estoy bien? - pregunto, Rai.

Hoy sábado es su cita y lleva horas arreglándose.

-¿Bien? Estas perfecta - respondimos, Kim y yo al unísono.

Raidell lleva un vestido color verde que resaltaba sus ojos, el vestido es acoplado al cuerpo y la parte de los pechos en forma de corazón lo cual también resalta, más unos tacones color negro platinado, su maquillaje consistía en delineado, rímel, sombras verde claro y labial rosado.

-Nos vamos Rai, es hora de que tú te vayas - le dije.

-Bien chicas, deséenme suerte.

-Suerte - dijimos, Kim y yo.

Subimos al ascensor y llegamos al living donde nos esperaban el resto de los chicos, todos caminamos hasta el cuarto de cámaras donde encendieron la del ascensor, la de nuestro departamento y el departamento de los chicos. Primero nos concentramos en el ascensor, donde va un muy nervioso Matt, las puertas del ascensor se abren dejando ver a Rai súper bella, la cara de Matt es digna de fotografía, esta que se le caen las babas.

-E-e-estas her-mo-mosa .Rai - tartamudeo, Matt.

-Tu igual - dijo, sonrojada.

Y es verdad, Matt está muy guapo, lleva un jean de mezclilla gris gastado estilo swag, una musculosa negra, unas vans negras, y una chaqueta del mismo color.

-¿Nos vamos? - pregunto, este.

Rai solo asintió y se dirigió al ascensor. Una vez que las puertas se abrieron en el piso de los chicos, Rai abrió los ojos de par en par y no es para menos, si eso está hecho una mar de amor.

Yo sabía cómo era la cita soñada de Rai, ya que me la describía todos los días. Es hora de que la viva.

-Matt E.e.Esto es un sue.e.ño ¿V.verdad? - pregunto, Rai, anonadada.

-No preciosa, es para ti - dijo, este.

Rai se lanzó a besarlo.

-Iuh - dijimos, todos en la sala.

El resto de la cita paso normal, hablaban, reían y hacían algún gesto de cariño, la verdad se veía que se gustaban mucho y yo estaba feliz por eso, ya que bueno, son mis amigos. Después de la cena y hablar un rato ya eran las once de la noche... el tiempo se pasó volando, ya es hora de que Matt se lo dijera...

-Rai ¿Quieres ver la ciudad conmigo? - dijo, poniéndose de pie y tendiéndole una mano.

-Ahh - suspiro, Kim, ensoñada de tanto amor.

-Diuj - dije, yo, con gesto de asco.

Si, bueno... no me gustaba lo típico del romanticismo, me gustaba que los chicos fueran románticos pero no con rosas y esas estupideces. Los chicos me vieron con el ceño fruncido por lo que dije y yo solo me encogí de hombros.

-Si - respondió, Rai, aceptando su mano.

Caminaron hasta el ventanal y observaron la ciudad en unos momentos de silencio, luego Matt se dio media vuelta para quedar frente a Rai y, esta lo observaba fijamente.

-Raidell, ¿Quieres ser mi novia?

Esta abrió los ojos como platos ante su proposición y todos nos quedamos en silencio esperando su contestación.

-Si - musito, antes de besarlo.

Todos los del cuarto gritamos como locos y los felicitamos aunque no podían escucharnos, volvimos a ver la cámara y se seguían besando, no es por ser matecitas pero todos corrimos como caballos desbocados hasta el ascensor, había que felicitarlos.

[***]

Hoy estábamos a miércoles, estábamos saliendo de las clases de trigonometría junto con Rai, Kim y Brad. Nos dirigíamos a la cafetera a almorzar, no queríamos que llegara el viernes porque entonces sería catastrófico, ese era el día del reto.

Llegamos y gracias al cielo no había fila, compramos nuestro almuerzo y nos fuimos a sentar donde estaban todos los chicos. Mi almuerzo consistía en una ensalada verde con fajitas de carne y un aderezo picante, mientras tomaba un poco de agua, los chicos como siempre hablaban y reían de cosas sin sentido.

-Chicos y ¿Dónde pasarán su navidad? - pregunte.

-Yo iré a casa de mis padres en Florida - dijo, Kim.

-Yo igual, solo que en Ohio - respondió, Steve.

-Yo donde unos amigos de papa, pero aún no se en donde, no me dijo ni pregunte - dijo, Thom.

-Yo iré a Denver con mis padres - hablo, Rai.

-Yo también iré a Denver - comento, Matt.

-Yo a carolina del sur, donde mi papa - respondió, Gale.

-Iré a visitar a mis primos y a mi padre en Washington - dijo, David.

-Iré a Hawai donde mis abuelos - comento, un alegre Liam.

-No sé dónde iré, no le he preguntado a mis padres - dijo, un desinteresado Brad.

-Liam y Kim, quiero que sepan que los odio por vivir cerca de la playa - dije, con cara de molestia.

-También te amamos - ironizo, Kim.

[***]

Estaba lista para un día súper vergonzoso, estábamos a viernes 19 de diciembre, es el último día de colegio antes de irnos a vacaciones, hoy era el puto día de la apuesta con Brad, aunque ya lo quería ver, iba en auto con Rai y Kim de pasajeras mientras cantamos una canción, o más bien matamos una canción, pobre autor.

Llegamos al instituto y el auto de Thom ya se encontraba ahí, al parecer Brad no quería bajar porque desde donde estábamos estacionando se escuchan los gritos. Tome toda la fuerza de voluntad que tenía y baje del auto, todos me veían pero no decían nada, porque si lo hacen los mataría, de eso que estén seguros.

Junto con las chicas nos dirigimos al auto de Thom, aparentemente Brad había cerrado las puertas y no quería salir, les dije a los chicos que se apartaran.

-¡Brad sal ahora mismo cobarde, que yo estoy aquí luciendo este horrible traje mientras tú te escondes del mundo, sal ahora gilipollas! - le grite.

-BIEN LO HARE - grito, frustrado.

Abrió la puerta y primero saco un pie y luego el otro, hasta que por fin quedo fuera del auto, cerró la puerta y me dejo con una vista total de él, ningún chico lo soporto y todos nos soltamos a reír como focas con retraso mental y burros con gripa... sip, así de mal.

¿Se preguntaran que era el reto? El reto era que yo me vistiera de hombre y el de puta... no de porrista, no de chica, de PUTA.

Mi traje eran unos pantalones de Thom que me quedaban flojos, una camisa o más bien me quedaba como un camisón que era de David, unas vans que eran de Gale, me compre una peluca y barba falsa, así parecía un chico pero eso no se comparaba con el disfraz de Brad.

Lo hicimos depilarse las piernas y el torso, lleva dos bubys falsas, un vestido muy corto en color rojo, unos tacones de cinco centímetros en color rojo, unas bucaneras negras, un labial rojo puto, rímel, delineado y sombras oscuras, el vestido enmarcaba todo su ancho cuerpo así que se ve súper cuadrado, más una peluca rubia.

-Hey Brad - lo moleste- el rojo no te queda.

Y eso estallo la bomba, todos los chicos se tiraron al suelo, literalmente, riendo a mas no poder.

[...]

Estamos entrando a la primera clase, algebra, después de literalmente estar como media hora riéndonos de Brad, cada uno se fue a su clase correspondiente, ahora estamos junto con Brad entrando a la clase, donde atrajimos la atención de todos los estudiantes, no dijimos nada y caminamos como flash hasta nuestro asiento (estábamos juntos) e hicimos como que no pasó nada.

El profesor siguió con su clase y, de pronto se dio la vuelta y nos frunció el ceño.

-Señor Boldman y Señorita Hopkins ¿Se puede saber que hacen vestidos así?

-Nosotros señor Lancaster, queríamos demostrarle a todo los alumnos de este instituto que no se debe discriminar a la gente por cómo se vista ¿No es así Brad? - este asintió - además... - Brad me vio con ceño fruncido y es que se me ocurrió una idea de las mil maravillas - Brad quería demostrar su verdadera orientación sexual - Brad me mato con la mirada pero continúe - y como soy tan buena amiga vine vestida como hombre, para que no lo discriminen ni a él ni a nadie que tenga diferentes gustos sexuales.

El profesor aplaudió emocionado - Me parece muy bien señorita Hopkins, que apoye a su compañero, y usted - se refirió a Brad - no se avergüence de ser quien es, vístase como mejor le parezca y viva su vida en paz como un homosexual.

Toda la clase aplaudió en señal de apoyo, mientras que Brad tenía la cara roja de la furia y yo me aguantaba la risa.

[...]

Todos los chicos estamos en la cafetería, ya nos habíamos cambiado los trajes, el trato era hacerlo hasta el almuerzo y bueno... lo hicimos, aunque debo decir que Brad sigue furioso conmigo por lo del profesor, ni siquiera me habla aunque ya me disculpe.

-Vamos Brad... era una broma - le vuelvo a decir. Esta es como la segunda vez que se lo digo ¿Pueden ver que bajo he caído? Pues sí, ya es la SEGUNDA vez que me disculpo con él.

Este me sigue ignorando, lo muevo un poco y me ve con cara furiosa.

-NO Madison ¡YO JAMAS TE HUBIERA ECHO ESO! - grito, lo suficientemente alto como para que los chicos de la mesa se voltearan a vernos.

Brad se levantó hecho una furia y yo rodé los ojos, todos me vieron con el ceño fruncido.

-Solo fue una broma pesada, iré a hablar con el - explique.

-Debe de estar atrás - me dijo, Thom.

-Gracias.

Salí de la cafetería y me dirigí a la parte de atrás, como Thom dijo, ahí estaba un muy enojado Brad, jalándose del cabello y... ¿Golpeando un árbol? Mierda, se va a hacer daño. Corrí mientras este golpeaba el árbol, me puse entre él y el árbol.

-Madison, lo que menos quiero ahorita es verte aquí - dijo, enojado, nunca lo había visto así.

-Oye, está bien que estés enfadado, pero no es para que te golpees con un árbol ¡Te vas a hacer daño! Además SOLO. ERA. UNA. BROMA. - dije, seria.

-Tú no lo entiendes, no es la broma.

Ok, estaba más que confundida.

-¿Entonces qué es? - pregunte, con el ceño fruncido.

-MIERDA MADISON, es que no puedo... ¡HOSTIA! ¡NO PUEDO ENOJARME CONTIGO! ¡ESO ME MOLESTA!

Iba a responder pero como siempre este se adelantó y tomo mi rostro entre sus manos para luego besarme lenta y desesperadamente, su beso fue... exquisito... en verdad nadie besaba como el, y eso me encantaba.

Soltó sus manos de mi rostro y los pasos por mi cintura acercándome más a él, pase mis manos por su cuello e intensifique el beso.

Pasamos como cinco minutos más besándonos, él no me soltaba, cada vez que quería tomar aire, el me besaba suavemente dándome espacio para respirar y luego lo volvía a intensificar, y aun que no quería tenía que parar, ya íbamos a entrar a lecciones. Me separe de él, lo vi a los ojos y luego los labios y ¡Oh DIOS MIO! Tiene los labios rojos e hinchados, pero no, no podía caer.

-Brad, es hora de ir a clases.

-Quiero seguir besándote - dijo, con un puchero, que te hacia querer comértelo completito.

-No, vamos a lecciones.

-De acuerdo - dijo, a regañadientes.

Me volvió a besar muy salvaje y luego me sonrió arrogantemente, paso su brazo por mi hombro y caminamos al salón.

[***]

Bien, a ver; ropa, zapatos, bolsos, ropa nueva, aparatos electrónicos, regalos para Zoey, boleto de avión, Maddie... esperen ¿Dónde está Maddie? ¡Aah sí! Esa soy yo, bueno creo que estamos completos, tomo mi maleta y camino hasta la sala donde las chicas me esperan.

-¿Lista? - preguntaron, al unísono.

Volqué los ojos - Lista.

Subimos al ascensor y llegamos al living donde nos esperaban el resto de los chicos, una vez que llegamos todos, como una buena manada de suricatos caminamos a la limusina... lo sé, tonto, pero era la única manera de que todos viajáramos juntos al aeropuerto, ¿Para que al aeropuerto? Bien, cada uno se ira de vacaciones de navidad, tenemos dos semanas libres, y hoy 20 de diciembre todos viajamos donde nuestra familia y pasar las felices fiestas con ellos.

[...]

-Adiós los amo - fue lo último que dije, antes de abordar.

Llevábamos como una hora despidiéndonos y no estoy exagerando, en serio llevábamos todo ese tiempo, pero bueno... son mis amigos, ¿Que más se puede hacer?, subí al avión y me instale en mi asiento de primera clase.

Unos minutos después el avión despego, así que conecte mis audífonos y comencé a escuchar música... hasta que me que dormida.

_________________________

Baje del avión hecha una furia, por más feliz que me montara a un avión siempre bajaba de malas, y es que esa mierda dura cinco horas. CINCO PUTAS HORAS EN UN AVION.

Ya tenía dolor de culo de tanto estar ahí, lo peor era que una pareja famosa... ¿Cómo se llama? Aah si no recuerdo sus nombres, solo sé que son embajadores y de ahí la pregunta ¿Qué putas hacían un embajador del país, su esposa y el diablo que hacen llamar niño en un avión a Portland? Ni idea.

Llegue a la salida del aeropuerto y me encontré una limusina, bufe, respire el aire de mi ciudad que era un poco menos contaminado que el de NY.

-Señorita Hopkins, su padre mando por usted - dijo, un señor, de unos cuarenta años.

Asentí - Claro, mucho gusto.

-Igual señorita, déjeme y le ayudo con sus maletas.

Las tomo y guardo. Luego me abrió las puertas del auto y se subió al asiento del conductor, tomo marcha hacia mi casa, La verdad todo esto me trajo recuerdos, buenos recuerdos, la última vez que pase por aquí iba enojada con la vida y la verdad ahora disfruto de todo lo que tengo en NY. Tengo a mis amigos, el departamento... hasta el instituto, ya me enamore de todo eso, aunque también extraño a mi familia.

Definitivamente tenía que volver a ver a mis amigos, esos estúpidos, ineptos, gilipollas, jodidos, malditos y mucho más...esos chicos me enseñaron mucho, aquí en Portland, ellos siempre me cuidaron como si fueran mis hermanos y me respetaron muchos... recuerdo mucho esos bueno tiempos y una sonrisa escapa de mi boca.

Vuelvo mi vista por la ventanilla y Wow ¿Cuándo llegamos? Iba tan pérdida en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta de eso, baje y el señor saco mi maleta de atrás, se la dio a la gente de limpieza y me dejo en la entrada de mi casa. Una vez frente a la puerta observe todo a mí alrededor, mí casa seguía igual que antes, enorme pero con ese toque cálido de mama, abrí la puerta y vi a mi hermana y mis padres con una gran sonrisa en la cara.

Corrí hasta donde estaban y los abrace mucho, en verdad los había extrañado, lo peor era que mama se encontraba llorando al igual que papa... por Dios, me fui hace unos meses tampoco es para tanto.

-Ya dejen de llorar que me enferman - dije, rodando los ojos.

-Te extrañamos mucho, hija - dijo, mi padre.

-Y yo a ustedes - conteste.

Me encontraba tan feliz de estar con mi familia.

Me sentía feliz de estar de vuelta en casa.

N/A: Je! Maddie volvió, esperen el siguiente cap, se viene divertido. Lo de siempre;

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Instagram: KWinwutt.

Las quiero. Un beso.

-KWinwutt Fuera.

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