Todos hemos sentido miedo alguna vez en la vida. El miedo a la oscuridad, a los fantasmas o al monstruo que vive debajo de la cama son los más comunes. Pero esos miedos no son reales. Esos miedos están solo en nuestra mente.
Hay miedos de los que no se puede escapar. Miedos a los que hay que enfrentarse sin ninguna otra opción. Son los miedos reales.
Según la forma de reaccionar al miedo podemos clasificar a las personas en dos grupos: los que se quedan paralizados y no saben cómo actuar ni cómo enfrentarlo; y los que luchan contra el y por su propia supervivencia. Cuando te enfrentas a un miedo o peligro real, tienes que decidir a qué grupo quieres pertenecer. Sólo tendrás unas décimas de segundo para elegir si quieres dejarlo estar o sobrevivir. Unos instantes para elegir vivir o morir.
Pocas veces o nunca pensamos que haríamos si estuviésemos en una situación límite, y esperamos no tener que enfrentarnos jamás a ninguna, hasta que no tenemos otra opción. Me llamo Diego, y por desgracia yo tuve que enfrentarme a mis peores pesadillas, y tuve que tomar la horrible decisión de vivir o morir. Os voy a contar mi historia. Una historia de terror. Una historia real. Una historia que comenzó una noche de verano y que aún hoy en día, cuando pienso en ella, me recorre un escalofrío por todo el cuerpo.
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TERROR GAY
HorrorCuando una pandilla de amigos y novios vivían felizmente, un trágico asesinato de uno de ellos lo cambia todo. Las amistades se pueden convertir en odio o incluso en tu propia muerte... Esta historia de intriga y terror te enganchará y estoy segura...