Pedro

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Pedro despertó con el sonido del teléfono móvil. Alargó el brazo hasta la mesilla de noche, donde se encontraba el aparato, y lo tomó en su mano justo cuando esté dejaba de sonar. Miró la hora. Eran las nueve de la mañana.

-¿Quién sería el pesado que osaba molestarle a esas horas?

Miró el buzón de llamadas. Tenía veinte llamadas pérdidas de su amiga Marta y también cuatro mensajes de texto. Abrió la bandeja de los mensajes y los leyó uno a uno. El último le dejó bastante intrigado y preocupado:

"HA OCURRIDO ALGO TERRIBLE. HEMOS QUEDADO TODOS A LAS 10 EN CASA DE LEONARDO. ES MUY IMPORTANTE. NOS VEMOS ALLÍ"

Pedro saltó de la cama y se dirigió al cuarto de baño para asearse. Debía darse prisa ya que tenía menos de una hora para llegar a la cita.

TERROR GAY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora