TERROR GAY

La bala

-Espera un momento- dijo Diego mirando a Ramón- todavía...

Durante esa milésima de segundo en que Diego apartó la vista, Pedro aprovechó para abalanzarse sobre él he intentar arrebatarle el arma. Comenzaron a forcejear, luchando por la pistola. Ramón agarró la lámpara que se encontraba sobre la mesita de noche y golpeó a Pedro con ella en la cabeza. Este calló al suelo aturdido. Intentaba levantarse para escapar, pero Ramón le quitó a Diego la pistola de las manos y apuntó a Pedro con ella a la cabeza. Este miraba el arma aterrorizado desde el suelo.

-Tu final ni debería haber sido así- dijo Ramón- pero he de reconocer que ha venido bien para dar un giro inesperado a nuestra historia.

Y entonces apretó el gatillo.

La bala entró por la frente de Pedro y salió por su nuca. La sangre salpicó la pared de la habitación, el armario, la colcha de la cama y los rostros de Diego y Ramón. El cuerpo sin vida de Pedro cayó al suelo completamente inmóvil.

-¡Ha sido alucinante!- exclamó Diego- Y esa última frase antes de disparar ha sido digna de una buena película de terror.

Ramón y Diego se miraron direcamente a los ojos y se fundieron en un cálido beso, sin importarles para nada tener los rostros cubiertos por la sangre de su amigo.

                                                                       .    .    .
Continuará...