UNA VEZ

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Cada mañana apenas llegaba al hospital su primera acción era preguntar por él e ir directamente a su cuarto, observando su delicado e inmobil cuerpo sobre la cama, cubierto por aquellas sábanas blancas que le hacían ver aún más pálido. Era sólo el triste y doloroso sonido de las máquinas que lo mantenían con vida lo que inundaba aquella habitación.

Día tras día, semana a semana Masumi  se presentaba frente a él con la esperanza de que ese nuevo día él abriera sus ojos, pero eso no pasaba, ya había pasado un mes pero Yuuri no despertaba y el castaño sólo podía sentir aún más esa horrible sensación de culpa por haberle dicho que se arriesgara a la nueva cirugía ¿Qué pasaría si nunca despertaba? ¿Cómo podría vivir con ese remordimiento de haber matado al su ser más querido?

—Yuuri, ¿cómo estas hoy? Yo he estado trabajando para saber como ayudarte, pero me siento inútil por que no he logrado nada y bien yo... —el alfa apretó sus labios en un intento desesperado por no llorar, se acercó al azabache besando suavemente su frente y acariciando suavemente su mejilla —Prometo que dejaré de ser egoísta sobre ti, prometo que te dejaré ir si así debe ser, pero por favor, despierta, tus padres te necesitan, yo... Yo te necesito —sus palabras eran arrastradas completamente al vacío, el nipón simplemente parecía no reaccionar a nada, era como un muñeco inerte, sin vída.

Días más tarde él al fin despertó para llevarse una triste noticia, su operación no había salido como ellos esperaban y ahora su única opción era un transparente de corazón, pero eso era difícil, no había suficientes donantes y la lista de espera era larga ¿podría su débil corazón soportar la espera? Solo el tiempo lo diría, no le quedaba más que averiguarlo en el proceso y esperar que fuera así, por su padre, por su madre, por él.

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Al fin decidieron a ir nuevamente a ver a los padres de Yuuri, después de todo el tenía razón, no podían esconderse por siempre y Masumi no tenía por qué pagar la consecuencias de sus actos tan egoístas. Nuevamente estaban frente a esa puerta, nuevamente estaban listos para pelear por lo que ambos sentían, Víctor tomó con fuerza la mano de su pareja y le sonrío suavemente —No te preocupes Yuuri, estaré siempre a tu lado, yo te protegeré —el omega afirmó con su cabeza mientras se apresuraba a tocar el timbre esperando con todas sus fuerzas que la primera persona en abrir aquella puerta fuera su madre o su hermana,  pero no, era su padre quien abrió, su padre que le veía con sorpresa y con una gran alivio en su corazón —Yuuri... estas aquí... —se abalanzó sobre su hijo para abrazarlo con fuerza sintiendo las lagrimas de su pequeño comenzar a mojar su pecho —Papá, yo... ¡lo siento! de verdad lo siento, no quería lastimarte, lo siento...

Aquellas palabras y sollozos fueron escuchadas por su madre y hermana que salieron con igual alegría, fue entonces que la madre de Yuuri dirigió su mirada al ruso que sintió como el nerviosísimo se apoderaba de él —Yo... lo si... —un fuerte abrazo interrumpió sus palabras y calmo todo miedo y duda que había en su interior, un abrazo maternal que sin saberlo él realmente necesitaba,un abrazo que le regresaba la paz y la seguridad de que todo estaría bien. La madre del nipon se separó de aquel abrazo —Vayamos adentro, creo que hay mucho de lo que necesitamos hablar en calma, y no creo que esté sea un buen lugar. —todos asintieron para entrar en aquella casa, al fi al todos se sentaron rodeando al omega, dejando al alfa sentado justo en frente ellos, sintiéndose observado e intimidado.

—Se-señores Katsuki, quiero, más bien deseo que las cosas queden claras, yo no tengo la intención de aprovecharme de Yuri, yo de verdad quiero estar con él, lo que siento por él es demasiado fuerte. —Yuuri parecía un poco sorprendido por las palabras del mayor, pareciera que veía a otro Víctor, uno que no se precia al que había conocido en aquel hospital.

El padre de Yuuri continuaba con su señor fruncido y observando detenidamente al ruso mientras que la madre soltó un gran suspiro para después defender su postura —Debes entender que para nosotros es normal sobreproteger a Yuuri, no sólo por que es el menor, ni por ser omega, se debe también al hecho de que es demasiado inocente, no sabe muchas cosas debido a su enfermedad, así que es normal que te amos que alguien lo dañe. Lo entendía a la perfección y el lo sabía, pero ¿que podía hacer? Se había enamorado de Yuuri y deseaba aferrarse a él hasta el último momento.

—Si es así ¿porque te lo llevaste? —al escuchar eso el alfa no pudo evitar agachar su cabeza y apretar sus puños que yacían sobre sus piernas.

—¡No me llevó! —exclamó con fuerza el azabache —Yo me escape, fue decisión mía, e incluso por esa mala decisión metí en problemas al Doctor Masumi, es por eso que vine a pedirles perdón y a decirles que yo me mudare con Víctor —aquello fue como una cubeta de agua helada para todos los presentes, Víctor quien había mantenido su cabeza gacha la levantó para observar a su pareja quien lucía realmente determinado, tanto como para ponerse de pie y dirigirse hacia su pareja tomando asiento a su lado —Ya soy mayor de edad, así que puedo decidir por mi mismo, pero sería mejor que mi familia me apoyará en esto ¿Podrían por favor dar su aprobación?

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Hola! Primero que nada quiero pedir una disculpa por la tardanza, las cosas no han ido muy bien últimamente y el tiempo no estaba a mi favor, pero aunque sea un capitulo corto quería compartir lo. Estuve editando lo un tiempo decidendo si era lo correcto y seré sincera, siento que si lo es.

Espero que les guste y trataré de actualizar lo más pronto que me sea posible. Gracias por cada voto, comentario y/o lectura, se los agradezco infinitamente.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2021 ⏰

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