Los médicos aún tenían sus dudas sobre aquel tema, para ellos que eran hombres de ciencia, el creer en cosas del destino era simplemente una ridiculez, un concepto que no les entraba en la cabeza. Sin embargo, para Masumi era diferente, él siempre creyó que el destino como tal era un acto completamente real y que el significado de tener un destinado, alguien a quién amar y proteger incondicionalmente era algo posible y hasta extraordinario. A pesar de que no entendía muy bien como era todo aquel asunto, cómo era que sus destinos se enlazaban para volverse uno solo, estaba seguro de que lo sabría el día que le sucediera a él, cuando por fin conociera al omega que lo acompañaría el resto de su vida.
De momento, tenía frente a él a un pequeño y confundido omega, que por lo que se veía, estaba justo en la situación que quería analizar
—Dime Yuuri ¿Por que te gusta Víctor?— el castaño no iba a desaprovechar la oportunidad de entender más acerca de esos lazos que se formarían, por su parte el azabache simplemente sonrió —Yo... De verdad no lo se, no entiendo como puede gustarte alguien tan antisocial como él, alguien tan déspota y egocéntrico, pero...— llevo su mano a su rostro y con sus delgados dedos delineó levemente sus labios —Cuando él me beso, sentí como si todo a mi alrededor fuera irreal, m-mi corazón latía tan rápido que pensé que me daría un ataque, mis piernas temblaban al igual que mis manos, mi respiración cambio y justo en el momento que nos separamos no pude evitar simplemente suspirar; desde que lo conocí no he dejado de pensar en él y su aroma, ¡oh rayos! ¡Su aroma es tan delicioso!— Masumi comenzó a reír, la manera en que el omega sonreía y decía lo que sentía le parecía sumamente agradable y algo que demostraba que ese omega lo sentía, —Yuuri, dime ¿tu crees en los destinados?— el azabache bajo su mirada y aquel iluminado rostro perdió su brillo y la sonrisa que lo adornaba desapareció, seguía apretando su puño a la altura de su pecho sintiendo ese ardor recorrer su cuerpo una vez más —Yo... Bien... siempre escuche historias sobre ellos, pero en este momento no estoy tan seguro.
Masumi se preocupó un poco, podría ser ¿que Víctor le hubiera hablado de Yusuke? —¿Qué sucede?— el omega acercó sus rodillas a su torso y se abrazó a ellas —Se supone que los destinados se reconocen apenas se ven y.... Tal vez sea así... Pero... no creo ser yo él de Víctor, Yo se como me siento al respecto, pero Víctor, el ni siquiera parece notarme, entonces me pregunto ¿por qué me siento así? ¿Por qué mi corazón se agita tanto? Mis piernas comienza a temblar y puedo sentir como mi cara se calienta y se sonroja, quiero que me abrace y jamás vuelva a soltarme. La primera vez que lo vi no pude detectar su aroma, pero en la habitación del hospital fue tan diferente, su aroma impregnó mis pulmones y cuando me di cuenta... Yo... había entrado en celo. Eso me hizo pensar en la probabilidad, pero él... No....—
Masumi se quedo en silencio, ¿cómo decirle a Yuuri de los supresores? Y hacer lo sin tocar el tema de Yusuke —Necesitas descansar Yuuri— respondió el castaño para después acariciar la cabeza del omega.
—Oye Vitya... Tu... ¿Has pensado en tener familia? — el ojiverde se remolineaba en la cama mientras Víctor parecía tratar de concentrarse en su libro —Hmm... Si serán así de hiperactivos como tú, creo que no quiero— comenzó a reír mientras veía el puchero que hacía el menor —Eres tan cruel conmigo— el omega se sonrojó y sus ojos se humedecieron levemente lo cuál fue fácil de notar al alfa que prefirió abandonar su libro —Yusuke ¿qué te ocurre?—
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ENTRELAZADOS
FanfictionVíctor es un joven alfa triste que perdió a su prometido en un accidente y al negarse a progresar intenta reiteradas veces suicidarse hasta que un día conoce a Yuuri, un omega que es atendido en el mismo hospital al cual él llega, al principió Vícto...