Víctor es un joven alfa triste que perdió a su prometido en un accidente y al negarse a progresar intenta reiteradas veces suicidarse hasta que un día conoce a Yuuri, un omega que es atendido en el mismo hospital al cual él llega, al principió Vícto...
Desde que su relación había iniciado no habían pasado un momento tan grande de silencio, pero ahí estaban, ambos en el taxi, hundidos en un silencio que dudaban en romper. Yuuri se sentía asustado, desconcertado por lo que había ocurrido, el juraba haber escuchado a Víctor llamándole por otro nombre mientras que el platinado trataba de entender que ocurría, ¿por qué estaban las cosas así? ¿Que necesita a decir?
Tan pronto llegaron a casa Yuuri busco huir del alfa pero este le detuvo, lo sujetó por la muñeca evitando que se apartará —¿ahora me dirás lo que pasó? ¿O seguirás evitandome el resto de nuestras vidas?— el moreno mordió su labio y suspiró cansadamente —No lo sé... Realmente no se que pasó yo tal vez estoy cansado o simplemente estoy estresado, pero no sé qué ocurrió.
—Yuuri... Tu dijiste que no eras Yusuke ¿porque dijiste algo así ?
—es mentira... Yo... Yo no... — sus labios temblaban, simplemente no lo podía evitar
—Yuuri, estaba frente a ti, no puedes mentir tan descaradamente— el patinado frunció levemente su ceño ante la negativa contraria
—¡No! Yo... Só-solo— tartamudeaba cada vez más, no podía evitarlo, el nerviosismo era cada vez mayor
—¿que sucede, no me tiene confianza?— sin quererlo comenzaba a molestarse, ¿acaso era tan difícil responderle?
—no es eso, es que no se...
—¿que suce...
—¡Basta! Basta...— sus ojos se inunundaron en lágrimas mientras se derrumbaba frente a su pareja quien simplemente buscó abrazarlo tratando de hacerlo sentir mejor, buscando saber que sucedía ¿por qué algo así le ocurría? —Yo... juro que escuche ese nombre... juro que escuche que me llamabas de esa manera, duele, mi corazón duele y no se que es lo que sucede, solo... Solo abrázame ¿si?— no necesitaba responder, el seguiría abrazandolo hasta el fin de sus días, seguiría a su lado hasta su último suspiró.
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Después de calmarse un poco el alfa pidió a su pareja que tomará una ducha y descansará, había tenido un día difícil, pero por su mente pasaban demasiadas cosas, acaso... ¿era a causa de su corazón? No, eso era imposible, no habían pruebas científicas para refutar eso, ni una sola prueba pero, no podía evitar pensar en todas aquellas cosas que habían ocurrido y le hacían pensar en Yusuke y ¿si era cierto? Si la personalidad de Yuuri había cambiado debido a su corazón? Eso explicaría aquellos recuerdos, aquellas palabras, pero no, el no quería pensar en eso, no quería creer que se había enamorado de Yuuri sólo de su corazón, eso era imposible, él amaba al Yuuri que acababa de conocer –Creo que estoy loco, pensar en esas tonterías me hará mal.
Yuuri terminó su ducha y tras cambiarse encontró al alfa dormido en la sala, se sentó frente a él, observando tranquilamente su pacifico su rostro, poniendo atención en aquella cicatriz que atravesaba su ojo, las notables marcas obscuras bajo sus ojos a causa de las noches en vela, su largo y alborotado cabello; su piel que lucia cansada, ya llevaba marcas de los años vividos y apesar de ello era hermoso, el rostro más hermoso que jamás había visto en su vida, —Yuuri... — el alfa tallo sus ojos y dio un bostezo antes de sonreír al contrario —Lo siento, me quedé dormido
—No te preocupes, es normal, estás cansado— el moreno retiró algunos mechones de cabello de su frente antes de que el contrario tomará su mano y la besara —Yuuri ¿harías algo por mi?— un tanto sorprendido simplemente asintió —¿Podrías cortar mi cabello?— se sentía un tanto desubicado, a como le había hablado pensaba que se trataba de algo con más importancia o con más peso, pero aún así aceptaría —Claro, pero ¿estás seguro? ¿No debería hacerlo un profesional? No quisiera cometer algún error y...— el mayor le interrumpio bajando la mirada y tomando su mano fuertemente —Es algo importante y especial para mí, yo... Yo quiero que tu lo hagas ¿puedes?
—Claro que si
Tomó unas tijeras del cajón,una fotografía vieja de Víctor, un peine, acercó una silla y pidió a su pareja que tomará asiento. —Empezaré, así que porfavor no te muevas— comenzó a peinar su cabello, moviendo sus platinados mechones de un lado a otro, sintiendo su suavidad y notando la increíble tranquilidad que reflejaba el rostro contrario. Con un poco de nervios comenzó a cortar de poco a poco su cabello, viendo como aquellos brillantes destellos caían al suelo, quitando sin saberlo años de dolor y sufrimiento al alfa, quitándole una enorme pena que embargaba su alma, un sentimiento que estaba en su pecho constantemente y destrozaba su alma, al fin había dado vuelta a una hoja más de su pasado y daba entrada a una nueva una donde el nombre escrito era el de Yuuri y no el de alguien más. Sin darse cuenta algunas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, pero no era de dolor, era de una extraña paz que pensaba no podría volver a sentir, era que estúpido e ironi o miedo que había sentido y que había evitado, pero ahora, de un momento a otro se había esfumado tan rápido como sus miedos.
Yuuri se colocó frente a él viendo con felicidad lo que había logrado, había cortado el cabello de Víctor bastante bien, al menos para ser su primera vez no lo había dejado mal, habían algunos mechones que sobresalían un poco pero nada que no pudiera esconderse —Necesito que te veas al espejo y me digas si esta bien o necesitaremos que lo arregle un profesional.
—¿tan mal se ve?— el azabache no pudo evitarlo y lanzó una risa nerviosa —Claro que no, bueno... A mi me gusta, y se ve parecido al de la fotografía, pero quiero que seas tu quien lo juzgue— negó con la cabeza mientras sonreía —Bien, ¿quieres que vaya o lo traes?
—Yo te llevaré, pero cubriré tus ojos ¿esta bien?— el contrario acepto con una sonrisa.
—¿estas listo?
—si, lo estoy— con una risa nerviosa Yuuri descubrió los ojos de Victir quien se veía un tanto perplejo, volvía a ver la cicatriz en su ojo, una que no veía por el largo flequillo que lo cubría, pero la seriedad en su rostro estpantaba un poco a su pareja que se entontraba bastante nervioso y temeroso de haber hecho algo mal —¿Ví... Víctor? ¿E-estas bien?— el alfa simplemente volteó a verlo con una gran sonrisa en su rostro, una que mostraba la paz que había en el —Estoy de maravilla.
Hola!!!!!! Perdonen ustedes a su humilde servidora, se que estamos en cuarentena pero aún así he tenido mucho trabajo y la inspiración no me ayudaba mucho, pero después de mil años habemus actualización!!!! Les prometí que no abandonaría la historia y así será.
Fue un capítulo corto pero hecho con mucho amor, la verdad me sentí muy bien al escribirlo y al igual que Víctor sentí una enorme paz, de verdad espero que puedan disfrutarlo.
Como siempre les vuelvo a agradecer por cada leída, voto y/o comentario que dejan a esta historia, se los agradezco muchísimo. Sin más que agregar me retiro y nos leemos pronto!
