Parte 3 - Hablando

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Era la hora de descanso de Jack, se sentó con sus amigos mientras que los demás lo veían un tanto incrédulos, los rumores habían corrido rápido de lo sucedido con Damián.
Jack solo bajaba la cabeza cada vez que alguien pasaba y lo miraban mal.

Spam: Jack... ¿es cierto que golpeaste a tu primo?

El zorro preguntó después de haber contado que tendría una cena con Vanexa en su casa.

Kayla: Spam, no creo que él quiera hablar de eso.
Jack: No, está bien Kayla y... si lo golpeé

Kayla y Spam miraron asombrados y preocupados a su amigo, bien saben que no es así por lo que comenzaron a preocuparse.

Spam: Y por qué lo hiciste?

Jack se golpeó la cabeza contra la mesa antes de tomar aire y responder.

Jack: Creo que exploté Spam

Después de eso recordó que tenía que ir con Cameron para poder discutir de ese tema más a fondo.

Jack: Los veo después

Se dirigió tan rápido como pudo a la oficina de la señorita Cameron y tocó la puerta esperando que no estuviera ocupada o almorzando.

La humana atendió la puerta unos segundos después y grata fue su sorpresa al encontrarse con él.

Cameron: Jackson, qué gusto me da verte.
Jack: Lo mismo digo señorita Walden, me preguntaba si podría atenderme... tengo mi descanso y una hora libre
Cameron: Seguro, pasa por favor.

Cameron se hizo a un lado dejando pasar al chacal quién tomó asiento en el sillón puff recargando su cabeza sobre sus rodillas, mientras la consejera se sentaba en su escritorio mirándolo con preocupación.

Cameron: Todo bien Jackson?
Jack: Supongo que ya escuchó los rumores de... mi problema con Damián.
Cameron: Entonces es verdad?

Jack asintió lentamente mirando hacia el piso.

Jack: A veces realmente me molesta y esta vez creo que sólo me dejé llevar.
Cameron: Escucha no te conozco bien, pero por la forma en que te comportas puedo decir que eres muy amable y ese tipo de conducta debió sorprender a más de uno.
Jack: Si, así fue... es sólo que *comienza a sollozar* todos mis amigos me ayudan y él siendo de mi familia me trata como basura.
Cameron: Lamento oír eso Jackson
Jack: Yo sé que es una buena persona, veo como es con Sahara y Addison y siento envidia por ellos, quisiera que me tratara así.

Cameron se acercó un poco a Jack notando que de sus ojos brotaban unas cuantas gotitas.

Cameron: Ey, no llores Jack.
Jack: Perdón señorita Walden, es sólo que me siento despreciado por él.
Cameron: Estoy segura de que dentro de él se esconde ese amor a la familia que tal vez no ahora pero en algún momento ha de mostrar.
Jack: Usted lo cree?
Cameron: Desde luego Jack, ahora dime, hay algo más de lo que quieras hablar, acerca de Damián o cualquier otra cosa.
Jack: ¿Podríamos hablar de cuando creo que Damián empezó a odiarme?

Cameron retomó su asiento en el escritorio asintiendo con la cabeza afirmando que estaba bien.

Jack: Bueno... cuando iba a visitarlo cuando éramos pequeños realmente no hacíamos mucho, solo jugábamos sabe?
El constantemente evitaba mi mala suerte pero aún así seguía a mi lado.
En dado punto decidí dejar de ir al infierno a visitarlo, mi temor por lastimarlo fue creciendo con el paso del tiempo.
Creo que eso desencadenó todo el odio que ahora siente hacia mí...

Cameron lo miró con detenimiento y después respondió.

Cameron: ¿Qué tan seguro estás de que sea eso?
Jack: Bastante
Cameron: Mira Jack, es podría ser una causa probable pero quizá haya algo más en el fondo.
Jack: Quizá tenga razón...

Cameron y Jack siguieron hablando por una hora más, de que más podría haber hecho a Damián odiarlo y cómo podría resolver el problema del golpe.
La consejera cayó en cuenta de que casi era hora de que el cachorro debía atender de vuelta a sus clases.

Cameron: Creo que por hoy se nos acabó el tiempo Jackson.
Jack: Gracias por ayudarme señorita Walden.
Cameron: Gracias a ti por venir, de vez en cuando necesitamos hablar con alguien.

Jack le sonrió mientras se ponía de pie y agarraba su mochila. Salió un poco cabizbajo pero se alegró al ver a dos de sus amigos llegar con él.

Zill: Hola amigo
Jack: Hola Zill y hola a ti también Kayla
Kayla: Hola Jack
Zill: Vamos a ir a un lugar, ya casi es fin de semana y me preguntaba si ¿quisieras acompañarnos? Será después de clases
Jack: Me encantaría pero tengo que disculparme con Damián.
Zill: Está bien, debo ir a clases. Nos vemos.

Zill se alejó mientras que Kayla y Jack se quedaban en el pasillo. La canguro miró a su amigo de reojo y decidió decirle algo.

Kayla: Sé que Damián me asusta y que no es el primo que desearías tener, pero quizá haya algo de bondad en él. Quién sabe, quizás nos sorprenda a todos.

Jackson la miró con una sonrisa mientras que ella se dirigía a su salón y él al suyo. Pensando claro en cómo disculparse por lo ocurrido, no le agradaba la idea de ser "popular" por haber golpeado a un familiar.

Harto de ti | Jack & DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora