Harto de ti | Jack & Damián

Parte final - Disculpa sincera - II

Narra Zill
Realmente no comprendo como es que Jack tolera a Damián, son familia y todo pero si Alexis me llegara a hacer eso no me quedaría de brazos cruzados.
Kayla me estaba acompañando a buscarlo por toda la academia, a veces entiendo porque es que él era el mejor en el juego del escondite.

Kayla: ¡Allá está!

Regresé la mirada al lugar donde Kayla había indicado y ahí estaba Jack en el campo de fútbol debajo de las gradas.
Kayla me miró de reojo muy preocupada y la verdad era entendible su preocupación así que nos acercamos a él y parecía estar concentrado en una libreta donde estaba escribiendo algo secándose con su yeso unas lágrimas que de poco caían por su cara.

Kayla: ¿Jack?
Amigo, ¿Estás bien?
Jack: T-Tal vez si... si yo, trato de... de poder.... si pudiera

Kayla me miró frunciendo el seño y yo estaba igual, Jack estaba inconsolable así que simplemente tratamos de hacer lo más posible.
Kayla abrazó a Jack acariciando su cabeza y yo me limité a darle unas palmaditas en la espalda tratando de subirle los ánimos pero entonces quebró en llanto.
Era un llanto desgarrador y la verdad hasta me dieron ganas de llorar y al levantar la mirada vi que Kayla estaba abrazando a Jack con un poco más de fuerza mientras el correspondía el abrazo entre sollozos.

Kayla: Ay Jack, tranquilo
Si amigo, no tienes que sentirte mal solo porque Damián y tú no sé llevan bien
Jack: E-Es que... es mi primo y yo... yo si lo quiero...

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Narrador 3ª persona

Damián tenía la cabeza baja mientras varias gotas oscuras caían de sus ojos, le dolía el solo recordar o saber lo mucho que había dañado a aquel chacal que solamente quería ser más cercano a él.

Damián: Por favor.... déjenme hacer esto....

Dijo mientras aún con la cabeza baja trataba de hacer que su voz no sonara tan quebrada.
Addi miró a Sahara y viceversa ambos con expresiones preocupadas mientras acercaban al de pelaje rojizo juntándolo en un abrazo.

Sahara: Te deseamos la mejor de las suertes Damián

Acto seguido ambos de sus amigos le entregaron lo necesario para que pudiera llevar a cabo su disculpa, claro que sería bastante más complicado de lo que cualquiera quisiera pero valdría la pena para remediar todos esos años de burlas y molestias... o al menos eso esperaba el demonio.

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Unas horas pasaron hasta que por fin las clases en la academia llegaron a su fin al menos por ese dia. Un chacal desafortunado se encontraba guardando sus libros en su casillero mientras pensaba en las cosas que él y Zill podrían hacer esa tarde.

Jack: Quizá una película estaría bien...
Zill: ¿Una película? Suena bien para mí
Jack: ¡¡¡Ahhh!!!

Jack dejó caer sus libros junto con su mochila dejando ver que no esperaba que su amigo apareciera de la nada a sus espaldas.
Después de ese susto se dió la vuelta viendo a su amigo quien parecía estar conteniendo las risas mientras que él solo pudo llevarse una mano al pecho.

Jack: ¡No hagas eso! Me va a dar un infarto
Zill: Lo siento amigo, te ayudo

Zill levantó los libros de Jack acomodándolos dentro del casillero del mismo mientras que parecía recuperar el aliento, después de unos momentos se quedaron viendo en silencio hasta que las carcajadas se hicieron presentes en ambos.

Zill: Vamos ya a la plaza, no quiero ir y encontrar todo cerrado
Jack: Está bien, solo prométeme que no me asustarás así de nuevo
Zill: Trataré si tú prometes no ser tan despistado
Jack: Creo que ambos tenemos que tratar entonces