Extensión - Plan casi perfecto

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Narrador 3ª persona
El par de primos seguían platicando en la isla a que habían sido enviados, a pesar de Jack no saber cómo es que habían llegado ahí Damián lo sabía y era más que evidente que el mal suertudo quería conocer los detalles de lo sucedido.

Damián: ¿Quieres saber?
Jack: ¿Qué cosa?
Damián: Pues... el por qué te traje aquí
Jack: ¿Y él por qué estás pintado de naranja?
Damián: Entonces te cuento
Jack: Soy todo oídos

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≈Unas horas antes≈

Damián había tomado y agradecido las cosas y el apoyo que sus amigos le habían brindado, bien sabía que estaría en deuda con ellos por un periodo considerable pero esa era la menor de sus preocupaciones ahora.

Damián: Vamos Addi
Addi: ¡¿Yo?!
Damián: Pues claro, sabes bien lo que voy a hacer
Addi: Damián una cosa es traerte la pintura y otra totalmente distinta es pintarte de pies a cabeza
Damián: ¡Por favor! Haré lo que quieras después de esto, además tendré la forma de Zill y para nadie es un secreto qu-
Addi: ¡Lo haré! Sólo cállate
Damián: Gracias Addi en serio te debo una

Seguido de esto se dirigieron al ala de arte que para su suerte estaba desocupada o más o menos dado que había una maestra aún ahí, Latika la madre adoptiva de Addison.
Era obvio que no estaban ahí para practicar en los caballetes así que tuvieron que esperar unos momentos a que la maestra de arte decidiera por fin marcharse.

Latika: Addi, ¿Cómo estás mi gemita?
Addi: Hola mamá, voy a ayudar a un amigo es Damián
Latika: El anticristo, mucho gusto

Addi simplemente sonrió esperando a que Damián dijera algo ingenioso o incluso alguna broma pero al regresar la mirada hacia este simplemente tenía la mirada baja con la mano en la barbilla mirando un frasco que le había dado Sahara.
El frasco contenía una poción de soledad que hacía que quien la tomara fuera llevado a algún lugar remoto en donde nadie pudiera molestarlos y al cabo de unas horas esa persona volvería a su hogar, ese era uno de los más importantes ingredientes en su plan pero tenía que encontrar la manera de que Jack la bebiera algo que sabía bien no sería sencillo.

Un leve golpe lo hizo salir de sus pensamientos, era Addi que junto con la profesora de arte mostraban una expresión preocupada.

Addi: ¿Ocurre algo Damián?
Damián: No, todo está perfecto solo estaba emmm... meditando
Latika: Bueno tengo que marcharme, ¿Me acompañas gemita?
Addi: En un rato voy mamá, aún debo ayudar a Damián
Latika: Comprendo, te veo luego

La maestra de artes se retiró dejando al principe del infierno y al híbrido a solas, Addi procedió a abrir la pintura mientras la preparaba y le lanzaba una serie de leves miradas al chacal demoniaco.

Damián: ¿Qué?

Preguntó con un tono levemente confundido mientras recordaba de lo que iba su plan.

Damián: Ah cierto... me tengo que convertir en la lagartija esa...
Addi: Sé que Zill te caería bien si por lo menos tratas de convivir un poco más con él
Damián: Siento que solo haces esto para poder verme como Zill o por lo menos saber como se sentiría tocarlo
Addi: Si no te transformas ya, tendrás que darte un baño en pintura naranja tú solo
Damián: Está bien, que gruñón

Después de eso el chacal cambió de forma a la quimera quien era el mejor amigo de su primo, Addi tomó sus herramientas de pintura además de uno de los dos frascos que la maga les había dado.
En cuestión de quince minutos todos y cada una de las partes de Damián habían sido pintados mientras que observaba otro de los frascos detenidamente para luego solo encogerse de hombros y beber todo el contenido del frasco, mismo que sirvió a manera de sellador en la piel del demonio haciendo que luciera como el verdadero Zill.

Harto de ti | Jack & DamiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora