Capítulo siete [Parte I]

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Primavera


La familia Daniel's, mi abuela y yo hemos pasad aproximadamente unos siete días acá y el lugar es muy cálido y bonito. Según he escuchado por acá no hay nada de peligro, tampoco ha habido sucesos extraños o alarmantes por lo que estos días he salido a caminar por las calles, algunas veces era para comprarme algún dulce o deguste con ahorros que tenia guardados. 

Me llevo dos días poder acostumbrarme a dormir bien en aquella habitación. No me sentía observada, sin embargo no me sentía cómoda porque era un lugar nuevo. Justo ahora me encontraba en la parte trasera de los edificios viendo a algunos chicos de seis a diez años jugar en el parque. Mire hacia atrás donde se encontraba el bosque y me cuestione un poco si debería ir a caminar. Este mismo da a un parque hermoso del uso social. 

Thiago se encontraba en su trabajo y tuvo que salir, los señores estaban fuera de la ciudad y mi abuela estaba dormida o preparando algo en el edificio, no me preocupaba por ella. Me levante y la puerta que daba a la salida y entrada del bosque estaba abierto. La pase rápidamente y comencé a caminar hacia el bosque. Este bosque nos proporcionaba muchos ruidos en las noches a ser sincera. No se si soy la única que escucha aquellos ruidos. Algunas veces pienso que me sobrecargo de pensamientos y escucho cosas donde no las hay.

Camine adentrándome mas a aquel bosque y sentí la suave y fría brisa acariciar mis brazos desnudos y mis piernas. Llevaba un vestido con abertura en la parte delantera con estampado de flores y color azul claro y mis pies estaban con mis tenis. Esta ropa me la había proporcionado la señora Daniel's, según ella le gustaba comprar ropa dado a que siempre quiso una hija también. 

Lo que se me hace incomodo es que ella diga que seré la esposa de Thiago.

Ni lo conozco bien y lo que hace es hablar como señor de los años 40 y tener una cara de trasero.

Llegue a una parte a la que creo yo era céntrica y el sol se oculto un poco y todo se volvió mas tenso y pesado. Camine hacia la derecha guiándome de mis instintos y sentí una punzada de dolor en mi cuello y parte izquierda del muslo derecho. Camine por en medio de algunos huecos que habían abierto en la tierra y me pregunte para que eran. Me detuve cerca de un árbol alto que llamo mi atención. Sus hojas eran mas oscuras y con un color mas llamativo que los demás y su tronco era mas grande que el de los otros a su alrededor. Me acerque a este con sumo cuidado y note que a su lado había un montón de tierra, di la vuelta y mire la apertura que había allí. Era una apertura parecida a la de una puerta. Me acerque a este con cuidado y temor de que algún animal me mordiera y mire hacia allí del tronco.

Estaba hueco.

Me adentre a este y toque dos veces para hacer eso que hacían en las películas cuando algo estaba hueco. Me estremecí cuando un ruido se hizo presente, era parecido al de las cortadas de arboles con un hacha, una y otra vez se repitió. Me tambalee un poco cuando comenzó el tronco a moverse y quise salir, pero este cada vez bajaba mas. 

- ¡Ayuda! ¡Auxilio! ¡Alguien, por favor!-. Grite con temor y vi una figura vestida de negro asomarse.- ¡Ayúdame, por favor!

Escuche una risita de su parte y luego se desapareció y cerro...¿cerro la puerta? Baje y baje por varios segundos, y con ellos también mi corazón se aceleraba y mis piernas también, mis lagrimas caían como cascadas y mis sollozos eran callados por mi mano. Aquella cosa o árbol hueco paro y me tambalee por lo brusco que era. Otra puerta apareció frente a mi, pero esta no era solida como donde me encontraba parada, en estas habían escaleras. Escaleras sin fin alguno y en forma de caracol.

Odio las escaleras.

Vi que en aquel tronco había un pequeño letrero dorado y lo mire con atención.

Primavera: Una realidad perversa y oscura [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora