Capítulo Veintidós

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Primavera

Actualidad.

. . .

Mis ojos se abrieron al instante y di una respiración profunda, me levante tan rápido de la cama que provoque un mareo instantáneo, mire alrededor y todos estaban allí. Mi respiración estaba acelerada y mis mejillas estaban mojadas por los recuerdos.

Ahora recuerdo parte de ello.

Los golpes en las noches y tardes cuando llegaba del trabajo, las veces que mis hermanas le dijeron que no siguiera haciendo eso, las veces que escapamos de este mundo par ir a otro diferente a llenar un vació. Arán, Winter, Summer, Autumn, mi abuela, la madre de Arán, mi abuelo, Ilan... Silas.

Me levante y mire hacía el chico que estaba a unos cuantos metros de mi, estaba recostado de la pared y con brazos cruzados, sus ojos estaban enfocados en mi y con expresiones de preocupación en su rostro, me acerque a él y lo abrace con todas mis fuerzas dejando escapar un sollozo profundo de dolor.

Mi corazón dolía.

Jamás sentí algo así.

Era como si de repente las marcas, tristezas y golpes habían vuelto, como si mi realidad alterna y mi mundo de fantasías cerrado en una burbuja hubiera impactado con el más grande y puntiagudo captus sacando nuevas heridas en mi y revelando en la jodida realidad de la que me habían criado.

— Shh, cariño, no llores.— Silas acaricio mi cabello y me hundí en su cuello.— ¿Qué recordaste?

Lo mire a él y luego a todos, tome su mano y lo guié hasta la orilla de la cama, nos sentamos en ella y mire a Autumn y a mis hermanas.

— Recordé la noche cuando nos golpearon a las tres.— Me señale a mi y a Winter y Summer.— Tú no fuiste golpeada.— Señale a Autumn.— Pero vi un recuerdo extraño, yo era la que estaba en una esquina de tu habitación y veía, te veía a ti llorando porque te dolía... porque había abusado de ti.— Autumn asintió y me sorprendía la tranquilidad y frialdad con la que me veía.— Luego... el parque, los informes de ese señor, el guardián, los lobos... tú.— Acaricie la mano de Silas y el alzo mi mentón para acariciar mi mejilla.— Luego a la abuela y el abuelo y... y ustedes.- Señale a Arantxa y a Arán.— En casa y luego en el festival y ya luego... desperté. ¿qué me dijiste ese día?—. Mire a Silas y el bajo la vista.— ¿Paso algo malo?

— Ese día...— Summer se aproximo a mi.— Ese día hubo un atentado en la fiesta, perdimos a muchas personas... entre ellas la abuela.

Mis ojos se inundaron en lágrimas y negué sin poder creerlo. No podía ser cierto, mi abuela no, ahora no, ella...

Ella era joven y hermosa y estaba feliz con nosotras y... y yo no recuerdo nada de eso y... y ahora no puedo o podre hablar con ella nunca.

Un sollozo salió de mis labios y Silas me protegió con sus brazos permitiéndome llorar todo lo posible, lo mas fuerte y lo mas doloroso. Mi vida era una jodida mierda, desde pequeña hasta edad más avanzada había pasado de ser más mierda aún.

— ¿Qué..¿qué paso después?—. Murmure.

— Fuimos a resguardarnos en el castillo por seguridad.— Autumn murmuro y se acerco a mi, levanto su camisa y mire la cicatriz que tenía en la parte baja de su abdomen.— Silas y yo junto a un grupo de aldeanos terminaron heridos.

— ¿Papá y mamá se enteraron?—. Las tres asintieron.— ¿Qué paso cuando se enteraron?

— No creo necesitas saber que paso realmente.— Summer bajo las vista y supe que algo no andaba bien.

Primavera: Una realidad perversa y oscura [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora