Primavera: Una realidad perversa y oscura [Libro #1]

Capítulo Treinta y Siete

Primavera

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El reloj se hizo presente en mis oídos  me levante lista para comenzar el día. Silas se encontraba a mi lado dormido me dirigí hacia la ventana de mi habitación, aun era de noche. Hoy iríamos a ver nuestra casa, la casa de Sprinsters y pronto dejaríamos de ser Deadman - Sprinsters. La idea del apellido de mi padre me causaba incomodidad.

Fui hasta el baño con mi toalla y comencé a hacer mis necesidades matutinas. Habían pasado dos días desde que eramos reinas de la villa y habían sido días duros, no estaba acostumbrada. Tenia una agenda llena de cosas que hacer y la idea de hacer tantas cosas juntas me causaba un gran estrés. Tenia la ayuda de mis hermanas, pero ellas tenían sus propias cosas.

Me coloque un vestido cóctel de color rosa pastel y peine mi cabello dejándolo lacio como de costumbre y me coloque unos zapatos de tacón, me maquille de manera sencilla y luego baje, no sin antes despertar a Silas. 

Al bajar a la cocina me encontré con Aitne, Liam, Winter y Summer sentándose a desayunar.— Buenos días, reina de Sprinsters.— Liam jugo y sonreí.

— Buenos días.— Sonreí.— ¿Preparados para ver la casa?

— Te va a gustar y por supuesto.— Tome asiento al lado de Winter y mire su pancita la cual ya se veía un poco más.— Me quedare acá por unos meses, esperar a que la bebé nazca y luego me iré a Turquía.

— Pasaras de ser reina a reina consorte.— Summer comento.— Pero es tu felicidad, así que esta bien. 

— La bebé nacerá en febrero.— Aitne comento.— Le tengo preparado una celebración cuando llegue a Turquía. 

— ¿Si se quedara en la línea de sucesores de Sprinsters, no?—. Liam cuestiono y no supe que decir. ¿Se supone, no?

— Eh...si.— Asentí.— Sí, ella seguirá en la linea de sucesores de la villa Sprinsters, es mi sobrina así que no la voy a sacar solo porque vaya a Turquía. Tiene mismas posibilidades, en Turquía no hay más bebés y acá tampoco y de haberlos seguirá siendo la primera en la linea de sucesores.

— ¿Entonces si tienes hijos pasaran a ser de bajo rango y ella seguirá siendo la primera?—. Summer pregunto y sentí que mi cerebro colapsaba.

— Sí, definitivamente.— Asentí. Probablemente cuando tenga hijos me arrepienta, pero si ellos pasaran por eso, creo que definitivamente no quiero que sean reyes.

El desayuno llego a la mesa y los demás llegaron a la mesa a desayunar con nosotros. Empezamos a hablar sobre los quehaceres reales y sobre algunas cosas con respecto a la boda y luego de comer fuimos hasta los autos reales que nos llevarían hasta la casa real de Sprinsters que había estado siendo construida y ya estaba lista.

— Busque las mejores habitaciones.— Silas menciono y sonreí.— ¿Estas lista?

Por alguna razón me sentía extraña con ver la casa, me habían dicho que estaba alejada del castillo y algo del pueblo. Sentía mal presentimiento y temía que pasara algo malo. No dije nada con la finalidad de que no se preocuparan.

— Sí.— Asentir y luego de unos minutos el auto paro frente a una gran casa protegida con rejas. Tenia grandes jardines y fuentes de agua y el lugar resaltaba con muchas ventanas y mucho espacio. Bajamos frente al lugar y la mire.— Menos mal viviremos todos juntos.— Murmure.

El lugar era gigante y estaba pintado de color rojo escarlata, las ventanas con marcos dorados y entramos a la casa donde habían grandes corredores y escaleras, tenia bibliotecas y salones de estudio, baile, oficina y más cosas. Los grandes comedores, cocinas y gente de servicio, nunca estaríamos solos.