28. Can I call you tonight?

1K 81 47
                                    

Javier no podía dejar de contar los minutos para poder estar solo. 

Después de haber estado junto a Shoma, viendo con orgullo como Yuzuru recibía su medalla, había pasado el resto del día respondiendo entrevistas, tratando de restarle importancia al hecho de que pudo haber sido el primer medallista de su país y mostrando una actitud positiva, después de todo era lo que los medios esperaban de él. Sabía que todos creían que era una persona que siempre estaba alegre y era amigo de todos, pero en ese momento lo único que quería era llorar en su habitación, sin tener que soportar las miradas de lástima de las personas a su alrededor. 

El equipo de patinaje español había tratado de animarlo, pero no importaba lo que Raya o Sonia dijeran, simplemente no podía dejar de odiarse a sí mismo. Incluso había llegado a pensar si siquiera valía la pena seguir patinando, y es que, aunque daba todo su esfuerzo, siempre parecía no ser lo suficiente. Rápidamente ese pensamiento fue desechado de su mente, porque a pesar de que se sentía en el punto más bajo de su vida, no podía rendirse tan fácil. Todavía había tantas cosas que quería lograr y no tenía otra opción más que seguir adelante. 

La única persona que quería ver en ese momento era Yuzuru, pero sabía que pasaría una eternidad antes de que el japonés estuviese libre, por lo que se resignó a encerrarse en su habitación, apagando su celular para ignorar todos los mensajes de su familia y amigos. Con eso dejó que sus emociones fluyeran, llorando hasta que su mente se sintió más ligera y logró dejar de pensar en todo lo que pudo haber hecho para ganar; no tenía sentido seguir pensando en cosas que no pasaron cuando no había forma de cambiar el presente. 

Cuando unos golpes en su puerta lo interrumpieron, no pudo evitar sentirse confundido; era demasiado pronto para que Yuzuru hubiese acabado con la prensa y Yumi se había retirado a su habitación junto a Shoma al ser su hora de dormir. No podía pensar en nadie que pudiera estar buscándolo a altas horas de la noche.

—¿Qué haces aquí? —preguntó al abrir la puerta, resistiendo el impulso de volver a cerrarla; definitivamente había tenido suficiente por un día, y ver a Patrick frente a su habitación no era la forma en la que quería terminar su noche. 

—¿Puedo pasar?  

—No —dijo, haciendo que Patrick se quedara parado en medio del pasillo, luciendo no sólo incómodo sino realmente decaído. Lucía como si hubiese estado llorando por horas y no podía evitar sentir pena por él como competidor; sabía que, para el canadiense, era todo o nada. Pero no por eso mentiría y diría que no merecía el segundo lugar que había ganado, porque a pesar de ser un gran patinador, simplemente no existía nadie como Yuzuru. 

—Sólo… sé que dijiste que no querías volver a verme, pero quería disculparme por todo —empezó—. Fui un pésimo amigo y me aproveché de tu confianza, estaba cegado por mi ambición y creí que podía tenerlo todo, creí que si no estabas con Yuzuru yo podría tener una oportunidad, pero me arrepiento tanto de haberte hecho daño cuando eres tan importante para mí, realmente lo siento, Javi.

Javier no sabía qué hacer en el momento en el que Patrick comenzó a llorar. Por una parte, estaba agradecido por haber tenido un cierre apropiado con quien alguna vez había considerado su mejor amigo, pero por otra no quería tener que hablar con él de nuevo en su vida. 

—Hey, está bien, te perdoné hace mucho —dijo, haciendo que lo mirara esperanzado—. Pero nunca volveremos a ser amigos.

—Oh… está bien, lo entiendo —murmuró—. Gracias por escucharme, espero que seas feliz con Yuzuru.

Con eso Patrick lo miró por última vez antes de darse la media vuelta y caminar lejos. Y aunque en el fondo el canadiense todavía tenía la esperanza de que Javier algún día le diera una segunda oportunidad, la forma en la que cerró la puerta sin siquiera mirarlo le hizo darse cuenta que realmente había perdido a una persona tan importante en su vida. Pero no podía hacer otra cosa más que aceptarlo, después de todo es lo que él mismo se había buscado.  

Reflections of You | Yuzuvier mpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora