10. Bad blood

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"Javier estaría mejor conmigo"

Esas palabras estaban grabadas en la mente de Yuzuru. Mientras más las recordaba, más inseguro se sentía. ¿Y si Patrick tenía razón y él no era suficiente para el español? Por más que quería dejar de pensar en lo que había dicho el canadiense, durante todo el día del programa corto no pudo dejar de pensar en sus palabras, y aunque Javier le preguntaba qué pasaba no quiso decirle para no causar problemas. Lo único que hacía que Yuzuru no perdiera la cordura era saber que después de que la competencia terminara no tendría que ver a Patrick hasta el comienzo de la próxima temporada. O al menos eso creía.

Durante todo el programa corto no pudo dejar de ver al canadiense; sin duda era el mejor patinador que había visto desde Plushenko. Y si se comparaba con él, sus habilidades no eran nada. Debía admitir que se sentía intimidado por Patrick, y no sólo porque su patinaje era mejor que el suyo, sino porque era todo lo que él no; el canadiense era verdaderamente apuesto, un gran patinador y tenía todas las oportunidades de ganar en Sochi. Las inseguridades inundaban la mente de Yuzuru, y con cada segundo dudaba más de sí mismo. Era como si una parte de él lo atormentara tratando de hacerle creer que Javier lo dejaría en cualquier oportunidad que tuviera.

Trató de dejar a un lado todos sus pensamientos negativos para prestarle atención a la presentación de Javier, pero a pesar de ésto sus esfuerzos fueron en vano. Aun así, logró ocultarlos cuando tuvo que consolar a su novio, quien seguía sintiéndose mal por los errores cometidos en su programa corto.

—Te irá mejor en el libre —dijo, regalándole una sonrisa que, aunque no lo supiera, le dio fuerzas al español para soportar la presión.

Javier se dio cuenta de que el japonés tenía razón cuando en el día del programa libre estuvo en el Kiss & Cry junto a Brian y el tablero lo marcó en la primera posición, y teniendo en cuenta que sólo faltaban dos patinadores más, tenía un lugar a...

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Javier se dio cuenta de que el japonés tenía razón cuando en el día del programa libre estuvo en el Kiss & Cry junto a Brian y el tablero lo marcó en la primera posición, y teniendo en cuenta que sólo faltaban dos patinadores más, tenía un lugar asegurado en el podio.

Cuando el momento de espera terminó y los tres ganadores fueron anunciados, Javier no dudó en felicitar a cierto canadiense por haber ganado la medalla de oro. Pero su abrazo no pasó desapercibido para Yuzuru.

El español estaba tan emocionado por su nuevo logro que después de ser felicitado por su novio lo dejó a un lado para hacer entrevistas y tomar fotos para los periódicos de su país. No lo hacía conscientemente, pues no sabía lo mucho que ésto molestaba a Yuzuru. Y si hubiese imaginado cómo se sentía el japonés, sin duda lo hubiera besado hasta que sus inseguridades desaparecieran, pero el problema era que su novio no se atrevía a decirle, porque esa era la forma en que Yuzuru afrontaba sus problemas personales; simplemente escondiendo sus sentimientos y alejándose. Y así sería siempre.

—¿Lo ves? No eres indispensable para él —dijo una voz a su lado, regresándolo a la realidad. Cuando se giró se encontró con la persona que menos quería ver.

—Pero yo soy a quien ama, Patrick —respondió. Yuzuru no solía ser así; normalmente era tímido y respetuoso con los demás patinadores, pero estaba tratando infantilmente de provocar en el canadiense el mismo daño que sus palabras le habían causado a él.

—Tienes razón; no soy el niño que lo ató al salir embarazado. Porque dudo mucho que Javi seguiría contigo sino fuera por tu hijo —murmuró, y antes de que Yuzuru pudiera defenderse, Patrick se alejó, dejándolo con una expresión que reflejaba a la perfección su desagrado por él.

¿Cómo había llegado a ese punto? Yuzuru sabía que Javier era verdaderamente apuesto y que su personalidad era única, pero nunca en todo el tiempo que llevaba con él había tenido que lidiar con alguien que estuviera interesado en su novio. Y ahora que tenía que hacerlo, no sabía cómo reaccionar. No quería que las palabras del canadiense le afectaran, porque él no sabía nada, pero aun así no podía evitar sentirse débil a su lado. Lo único que podía hacer era repetirse mentalmente que Patrick estaba equivocado mientras trataba de no llorar al darse cuenta que la ceremonia de premiación ya había empezado.

 Lo único que podía hacer era repetirse mentalmente que Patrick estaba equivocado mientras trataba de no llorar al darse cuenta que la ceremonia de premiación ya había empezado

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Cuando por fin pudo volver a Toronto, Yuzuru no podía estar más agradecido. Había tenido demasiado estrés durante la competencia y necesitaba alejarse de Patrick por su propio bien. Ya tenía suficiente con saber que en menos de un mes tendría su último ultrasonido, donde también planearía su cesárea, y decir que estaba aterrado se quedaba corto. Y como si todas sus preocupaciones no fuesen suficientes, ahora tenía que lidiar con la frustración de no poder patinar hasta meses después de que naciera Shoma gracias a su avanzado estado de embarazo. No podía culpar a su bebé por ésto, pero sin duda cada vez que veía como Javier participaba en un show de patinaje sentía envidia.

En ese momento se encontraba acostado en la cama mientras Javier sostenía su cuerpo cerca del suyo. En los últimos días había estado lo más cerca posible del español, porque con cada acción que hacía éste se sentía más seguro sobre su amor hacia él.
Javier no era una persona que pasara mucho tiempo en su celular, pero ahora sus dedos se movían con rapidez por la pantalla de éste.

—¿Con quién hablas? —preguntó Yuzuru al ser demasiado flojo como para levantar su cabeza del hombro de su novio para mirar la pantalla.

—Con Patrick. Me dio su número en el mundial y quiere que nos juntemos algún día —explicó, sin darle demasiada importancia, aunque si hubiera sabido lo que ésto provocaría en el japonés no habría siquiera contestado el mensaje.

Pero lo había hecho, y esa no sería la última vez que Yuzuru sentiría como se formaba un nudo en su garganta mientras veía como Patrick trataba de ocupar su lugar.



Reflections of You | Yuzuvier mpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora