13. These days

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Lo último que Yumi Hanyu quería era recibir una llamada de su hijo a las cuatro de la mañana con su nieto llorando en el fondo. Yuzuru la había llamado por ayuda cuando sintió que no soportaría más, y aunque debía decir que no estaba sorprendida de ésto, si lo estaba con el hecho de que había logrado soportar una semana junto a Javier y su bebé.

Se suponía que ella junto al resto de la familia Hanyu debían tomar un vuelo hacia Japón en dos días, pero ahora veía muy difícil que regresara a su país natal cuando Yuzuru más la necesitaba. Habían estado yendo a visitarlos cada día pero al parecer la ayuda que les brindaban en esas horas junto a los Fernández, que ahora se encontraban en España, no había sido suficiente. Pero no era su culpa; Javier había hecho su mejor esfuerzo por encargarse de su familia, pero tener a un bebé recién nacido que lloraba cada tres horas y a su novio recuperándose de la cirugía era demasiado para él.

Cuando Yumi contestó la llamada le había costado trabajo entender la temblorosa voz de Yuzuru, pero aun así dejó que su hijo hablara sin importar ésto.

-No sé qué hacer. Todo mi cuerpo duele, Shoma no deja de llorar y Javier está preparando su biberón porque el que tenía lo aventó cuando traté de dárselo. No hemos dormido nada y...

-Yuzuru, cálmate. Sabías que cuidar un hijo no era fácil y aun así lo tuviste.

-Mamá, por favor -murmuró; en verdad no era el momento de que lo regañara.

-Está bien, voy para allá.

Con eso terminó la llamada, e inmediatamente después de que lo hizo tomó su celular junto con un poco de dinero para pedir un Uber y poder llegar lo más rápido posible hasta el departamento de Yuzuru. Cuando lo hizo, pudo escuchar los pequeños gritos de Shoma por el pasillo antes de llegar a la puerta del departamento.

Nunca le había agradado tanto Javier pues seguía pensando que era el responsable del mayor error de su hijo, pero aun así no pudo evitar sentir un poco de lástima por él cuando le abrió la puerta; parecía que no se había duchado en días, lo cual era muy probable tomando en cuenta el olor y la suciedad en su ropa, tenía grandes ojeras que demostraban lo poco o nada que había dormido y cada parte de su rostro le gritaba por ayuda.

-En serio muchas gracias por venir -dijo, dejando que pasara al interior del departamento.

Al contrario de lo que Yumi esperaba, el lugar se encontraba impecable. Tal vez sólo buscaba una razón para odiar a Javier, pero no encontraba ninguna; al parecer se las había arreglado para cuidar bien de su hijo y nieto durante esa semana.

Javier la guio hasta la habitación que él compartía con Yuzuru, y cuando entró en ésta se encontró con su hijo acostado en la cama junto a Shoma mientras le rogaba que tomara su biberón. Yumi nunca creyó que llegaría el momento en que vería a su hijo menor, el cual siempre se había encargado de proteger de todo, con un bebé en sus brazos. Era demasiado pronto para eso, y le dolía la decisión que había tomado Yuzuru para terminar allí, pero no podía hacer nada más a pesar de que sólo quería lo mejor para él.

-Déjame ayudarte -dijo, tomando a Shoma en sus brazos. Cuando lo hizo pudo escuchar cómo Yuzuru dejaba salir un suspiro de alivio; al parecer había llegado en el momento correcto.

-Gracias, mamá -murmuró, sintiendo como sus ojos se cerraban solos por el cansancio; y es que a pesar de que era Javier quien se encargaba de alimentar y cambiar a Shoma la mayor parte del tiempo, él tenía que escucharlo llorar hasta que su novio lograba callarlo.

Yuzuru en verdad se sentía tan agradecido de poder tener a su madre con él, porque no sólo logró hacer que Shoma se durmiera en menos de quince minutos, sino que le daba una sensación de seguridad. Él siempre había sido muy apegado a ella, pero con todo lo que había pasado en los últimos meses apenas y hablaban. Pero eso estaba a punto de cambiar y no le molestaba en lo absoluto.

Reflections of You | Yuzuvier mpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora