2. Llamame Teresa.

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-Buenos Días -La voz ronca de Simon se hace notar por toda la habitación-. ¿Tienes hambre?

Simon se sienta a un lado de la ojiverde, ella lo ve, y su mirada baja por su abdomen descubierto, una gran vista. Baja la vista hasta sus manos, que sostienen una charola con un almuerzo que a su parecer se veía delicioso.

-Buenos días, ¿Tu lo hiciste? -Con su dedo índice señaló la comida, y el ojiazul asiente, sonriendo.

-Hace como media hora, resulta que la cocina es una de mis pasiones -. Ambos ríen a causa del comentario.

-Me hubieras despertado, te podría haber ayudado, a menos para prender la estufa-. Y así en menos de dos minutos sus risas se vuelven a oír por toda la habitación.

-¿Despertarte? -pregunta el rubio después de dejar de reír mientras la castaña se endereza-, ¿Has visto lo dulce que te ves dormida?

De pronto ella siente un calor subir por sus mejillas, y comienza a sentirse como una tonta adolescente enamorada. "Toda esta semana me he sentido así, pero ¿Cómo no hacerlo?" piensa.

Simon se acerca despacio hasta que sus narices se rozan-, ¿Puedo? -sabiendo a que se refiere, ella rodeo su cuello con su brazo y su mano la enredo en los despeinados rizos del rubio.

-¿Tu que crees? -rio.

-Yo creo que me hiciste esperar una semana para poder dormir juntos-. Simon sonríe contra los labios de la castaña para después darle un dulce y tierno beso.

-Pero valió la pena-. dice al terminar el beso y la ojiverde solo rio.

-Y sí que lo hizo-. Responde sintiendo el calor volver a sus mejillas.

-¿Te parece si comemos, Lisbon? -El rubio pregunto sonriendo.

-Claro, pero Patrick, llámame Teresa ¿sí? -le da un pequeño beso antes de empezar a comer.

Ambos se sientan en la cama con la charola con el almuerzo en medio de ellos, comiendo, hablando y riendo durante toda una hora.

Después de tomar una ducha y una corta discusión sobre que hacer, comenzaron a ver películas y Simon le daba pequeños besos en la mejilla, frente y hombro de vez en cuando.

Entonces estando recostado él sobre el sillón, y ella sobre su pecho mientras el ojiazul le acariciaba el hombro, Simon rompió el silencio.

-¿Robb?

-¿Sí? -dejo de mirar el televisor para ver al rubio.

-Sabes que quiero lo mejor para ti, para nosotros ¿no? -asiente levemente-. He estado pensando- Simon hizo una pausa, como si no supiera como explicarse-. No quiero hacer esto público, ya sabes, yo apenas me acabo de separar y sabes lo que la gente pensara ¿no?

-¿Qué engañaste a Rebecca conmigo, y decidiste dejarla después? -la castaña bromea un poco-, No creo que la gente piense eso-. Dice con sarcasmo.

-¿Estas de acuerdo? -vuelve a preguntar y en su voz se puede notar el nerviosismo.

-Si -, ella sabe que eso no solo los podría afectar a ellos dos, afectaría a los tres hijos del rubio, y a su muy pronto exesposa. Ella no podía permitir eso.-. ¿Cuánto tiempo crees que deberá pasar?

-La verdad no estoy seguro, ¿después del divorcio?

-¿6 meses?

-No lo sé, supongo que sí, se necesita ver la custodia de los chicos, la repartición de bienes -. Asiente, sabiendo de lo que habla -. Gracias, por entender.

-No te preocupes, Simon -. Dice la castaña para después estirarse un poco y darle un beso al ojiazul.



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Que fuerza de voluntad la de Robin haciendo esperar Simon una semana. ¡Una Semana!

¿Les parece correcta la decisión de Simon?

¿Qué les parece este capitulo chicxs?

-Abby

Todavia en el papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora