7. La pesadilla

213 15 16
                                    

—¡No Robin! —dijo Simon en tono elevado— no le puedes decir al mundo que ese bebé es mío —su tono normal volvió— no puedes, no... no lo quiero —dijo lo ultimo tartamudeando.

El sabia que estaba mal, que ese no era el modo, pero aun así lo dijo, lo hizo; al escuchar lo ultimo bajaron mas lagrimas por las mejillas de Robin, ella sintió su corazón partirse, no sabia que contestar, solo asintió, y Simon salió por la puerta, sin decir adiós.

—Amor —Robin sintió un leve sacudida —Amor, ¿Estas bien? —Pregunto Simon cuando Robin abrió los ojos, ella solo lo abrazo— ¿Pesadilla? —la castaña asintió— ¿La misma?

—Si —susurró sin separarse de su pecho

—¿Quieres contarme? —Simon entrelazo sus dedos en el cabello negro de Robin, y ella negó— ¿Segura? Tienes días así, eso podría dañar a... nuestro bebé —a pesar de trabarse al decir eso último, ella sonrió, era la primera vez que lo mencionaba desde aquel día, y hasta el mismo se sorprendió, no se sentía listo para hacerlo, pero aun así sabia que ese bebé era suyo, llevaba su sangre.

—Si continúan te diré —, fue lo único que dijo aun con una leve sonrisa— ¿Tienes hambre?

—¿Tú? —Robin se separo un poco para mirarlo

—Un poco —y rio bajo— y tu también —afirmo y el volvió su mirada a ella

—¿Sabias que tienes unos ojos hermosos? —ella se sonrojo un poco

—Y tú me matas con esa mirada —ella se volvió a sonrojar, no estaba acostumbrada a decir lo que pensaba, a decir verdad se había vuelto mas 'cursi' desde el embarazo.
Ambos se acercaron, poco a poco, hasta juntar sus labios en un dulce y tierno beso.

—Vamos, te hare algo —dijo la castaña cuando se separaron y se puso de pie— ¿Quieres huevos?

—De hecho yo me adelante —tomo su mano, y la llevo al comedor a un paso rápido.

—¡Wow! ¿Qué es esto? —pregunto ella dando un sorbo a su jugo de naranja que estaba puesto en la mesa.

—Bueno, mas que nada es otra disculpa, porque... porque yo lamento haberte asustado ese día, yo... yo no estaba preparado, todavía no lo estoy pero, quiero intentarlo —Robin se acerco un poco y puso su mano en una de sus mejillas.

—Lo se, pero volviste, ahora estas aquí, olvidémonos de eso ¿si? ya no importa, yo... te amo —Simon recargo su frente en la de Robin, y ella le limpio la lagrima que estaba saliendo se sus ojos azules

—Lo... siento, yo también te —pauso— te amo
Ambos cerraron los ojos por un momento sintiendo la respiración del otro; no sabían que iba a pasar, pero estaban juntos y era lo que les reconfortaba.

—Tengo hambre —dijo la ojiverde y sus tripas rugieron a la par, eso causo que rieran un poco—, te podrás dar cuenta —dijo sentándose— Y... ¿Por que estabas despierto tan temprano?

—Bueno —se puso detrás de su silla— fui a comprar un teléfono —mostrando la caja del dispositivo—¿Ya tienes cita? —dijo sentándose a un lado de Robin

—¿Cita?

—Bueno, tenemos que ir a que te revise un doctor —, dijo riendo un poco, recordando que su pareja es primeriza.

—Cierto, lo había olvidado, ya hable con la secretaria de mi doctor el otro día, y me dieron cita la próxima semana, —voltio su rostro hacia el calendario—, pero solo tenían disponible el Jueves —dijo sabiendo que ese día él no podria ir

—Esta bien, ¿A que hora? —Robin respondió con un "a las 2" y el sonrio— más vale que estés lista a tiempo, no quieres que lleguemos tarde ¿o si? —su comentario hizo que la chica frunciera el ceño.

—Pero ese día tu veras a —fue interrumpida por Simon

—Los chicos —dijo acompletando la frase—, lo cambiare para otro día, además que tengo que buscar un buen momento para decirles que van a tener un medio hermano

—O hermana —, dijo sonriendo y mirándolo con orgullo.

Después de eso ambos terminaron el almuerzo y se sentaron a ver un película, que a elección de Robin, fue una Romántica, la cual, "por culpa de las hormonas", palabras dichas por ella, causó que muchas lágrimas salieran de sus ojos verdes.
Después vieron más películas, hasta que la tarde se les fue y ambos tenían harta hambre que podrian haberse comido lo que tuvieran enfrente, pero en la alacena se encontraban unas galletas que hicieron que su hambre calmara hasta que estuviera hecha la cena, que está vez si preparo la castaña.
Así pasaron su día, viviendo el ahora, disfrutando de su mutua compañía, risas, una que otra lagrima, y aveces nauseas, pero juntos, lo que los hacía felices, a pesar de aquellas dudas que les invadían por las noches que no se atrevían a compartir. 


_____________________________________________________________________________

¡Hola chicos! ¿como estan? Yo tengo mucho sueño (eso pasa cuando te durmes super tarde y tienes escuela al dia siguiente), pero espero que ustedes esten genial :) 

Los Quiero.

Todavia en el papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora